Los Ángeles- Los hermanos guatemaltecos Ángel y Dulce, de 10 y 7 años, respectivamente, con apenas 15 días para preparar una defensa, son parte de los miles de niños centroamericanos afectados por la aceleración de los procesos de deportación decidida por el gobierno del presidente Barack Obama.
«Todo ha sido muy rápido, nos enteramos este miércoles que teníamos la cita un día después, y nos presentamos. Ahora la juez nos dijo que los quiere ver, otra vez, el 9 de octubre, con el abogado y el caso preparado. Es muy poco tiempo, no vamos a alcanzar», manifestó a Efe la madre de los menores, Elba Marroquín.
El periplo de los dos niños comenzó en mayo cuando salieron de Chimaltenango, Guatemala, para reencontrarse con sus padres en Rialto, California. Los menores fueron detenidos por la patrulla fronteriza y después de casi un mes, los pequeños lograron reunirse con sus padres el pasado 11 de julio.
«Han sido los momentos más felices de mi vida, volver a estar con mis dos hijos, toda la familia reunida, pero esta felicidad se puede acabar muy pronto», dijo Marroquín.Leer nota completa.