Tegucigalpa – La directora del Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR), sor Valdette Willeman, informó que más de 50 mil hondureños han sido deportados de Estados Unidos y México en lo que va de este año.
*La religiosa anunció que hoy y mañana llegan vuelos de deportados desde Estados Unidos con 250 hondureños cada uno.
Willeman detalló que para esta semana se tienen dos vuelos desde Estados Unidos con deportados programados para llegar a San Pedro Sula, este martes y mañana miércoles con 250 hondureños cada uno.
“Significa que todas esas personas lograron pasar la frontera y ahora están llegando deportados desde Estados Unidos”, reiteró la religiosa quien comentó que la situación cada vez es más difícil para los migrantes porque la mayoría tiene sus familiares en territorio estadounidense y por su situación de irregularidad los están devolviendo de nuevo al país.
Detalló que desde Estados Unidos se han deportado más de 29 mil hondureños en lo que va del año y de México otros 26 mil, por lo que la cifra sobrepasa los 50 mil.
Apuntó que la mayoría de deportados desde Estados Unidos son varones, pero desde México se han deportado más de ocho mil niños, mientras que desde territorio estadounidense van más de 300 menores deportados.
“Yo creo que la deportación de los niños a Honduras va a ser mucho más frecuente después de las elecciones legislativas que se van a tener en Estados Unidos en noviembre”, advirtió.
Agregó a pesar de las intensas campañas de advertencia sobre los peligros en la ruta migratoria, los hondureños continúan marchándose hacia Estados Unidos, arriesgando no solamente su vida sino la de los niños también.
Indicó que probablemente se empiecen a recibir dos vuelos cada día.
Opinó que para evitar la migración y la deportación masiva de hondureños, la solución es mejorar las condiciones en el país ya que actualmente enfrenta una seria crisis económica y financiera, social y de violencia y el hondureño decide arriesgar su vida para mejorar su situación.
Sin embargo, recomendó que si los adultos deciden arriesgar su vida y emprender la ruta migratoria, no se debe poner en peligro la vida de los niños y las mujeres que son los más vulnerables.