Tegucigalpa – El inmigrante hondureño afrodescendiente, Ángel Amílcar Colón Quevedo fue liberado de su cautiverio en México este jueves conoció Proceso Digital.
Colón Quevedo ya se encuentra libre, encomendado a autoridades migratorias donde se determinará su destino, se supo.
Honduras, a través de las instancias diplomáticas y humanitarias, libró junto con sus pares mexicanas una férrea lucha para lograr la libertad de este hondureño catalogado como un preso de conciencia por Amnistía Internacional.
Tras cinco años de cautiverio, Colón Quevedo logró su libertad confirmó Proceso Digital.
El hondureño estuvo detenido en una cárcel de máxima seguridad en México, víctima de una acumulación de violaciones a sus derechos humanos.
En México, el embajador Mariano Castillo junto a organizaciones humanitarias y autoridades aztecas entre las que destacan la Procuradoria General de la República y el Instituto Nacional de Migración asi como del Centro de Derechos Humanos Pro Juárez (Centro Prodh) y el ombudsman hondureño, Roberto Herrera, gestionaron la libertad del garífuna.
Defensores humanitarios calificaron de “terribles” los daños psicológicos y morales que sufrió Amílcar Colón durante su cautiverio desde marzo de 2009.
El juicio en su contra duró más de cinco años a lo que se suma el hecho que no fue notificado consularmente, fue objeto de torturas, lo mantuvieron incomunicado de su familia y otras violaciones que hicieron el proceso nulo desde el inicio.
Fue reciente que este hombre logró que por primera vez desde su detención ver a su esposa y a su hijo.
El Centro Prodh asumió la defensa de Ángel Colón luego que éste les enviara una carta solicitándoles apoyo.
Un historia de vejámenes
A sus 32 años y dejando a su esposa e hijos, Ángel Amílcar Colón salió de Honduras el 7 de enero de 2009 con la intensión de llegar a Estados Unidos para ayudar a su familia y sobretodo, pagar la atención médica de uno de sus hijos, quien fue diagnosticado con cáncer y que meses después murió.
El garífuna viajó 34 horas dentro de la caja refrigerada de un camión que le llevará al Distrito Federal, al parecer, con él iban otras 119 personas.
Del Distrito Federal salió hacia Tijuana, Baja California (frontera con EEUU), a donde llegó dos meses después. Allí conoció a una persona que le prometió falsamente ayudarle a cruzar la frontera y le llevó a una casa donde fue amenazado desde el inicio.
Al llegar, se le informó que no podía entrar a ciertas habitaciones, ni hacer preguntas sobre lo que viera u oyera y tampoco podía asomarse por las ventanas “si quería seguir con vida”.
El 9 de marzo de 2009, cuando llevaba 4 días en la casa, el hondureño escuchó golpes violentos y detonaciones de arma de fuego que provenían del exterior. Sin saber lo que pasaba y ante el temor de perder su vida, salió por la parte trasera de la vivienda.
Se trataba de un operativo conjunto de la Policía Federal Preventiva, la Estatal Preventiva, la Ministerial del Estado y la Municipal que justificaron el operativo argumentando que estos últimos habían escuchado detonaciones y pedido refuerzos para investigar.
Ángel fue detenido junto a otras diez personas, acusado de haber cometido diversos delitos federales, como delincuencia organizada, acopio de armas de uso exclusivo del Ejército y delitos contra la salud en su modalidad de posesión de cocaína y marihuana con fines de comercio.
Ángel Amílcar Colón Quevedo permeneció encarcelado en el Centro Federal de Readaptación Social No 4 Noroeste en Tepic, Estado de Nayarit, México.
