Tegucigalpa – La Iglesia Católica hizo un llamado, este domingo, a la reflexión y motivó a los hondureños a buscar un cambio en el país, al tiempo que exhortó a los operadores de justicia a ser justos en la defensa de los derechos humanos de la personas.
La homilía fue impartida por el vicario de la Catedral Metropolitana, Carlos Rubio, quien abogó “porque en Honduras nadie sea privado de sus derechos, trabajemos por los derechos de todos y por eso la Iglesia alza su voz porque es un mandato velar por los derechos de los demás”.
Agregó que también se tiene que trabajar por la justicia, la fraternidad, la reconciliación y la paz.
“No podemos vivir como ruedas sueltas, lamentablemente en la sociedad hay muchos que se sienten excluidos de la vida social, de la vida política e incluso de la vida religiosa, es por ello que todos debemos velar por nuestros derechos”, señaló.
Aseguró que “nadie debe de quedarse con los brazos cruzados, hay que trabajar para que todos los días saquemos a Honduras adelante, por una justicia que vele por los derechos humanos”.
El presbítero señaló que todos tienen obligaciones y derechos, “toda persona requiere de libertad, porque de que sirve ser libres si en el ejercicio de su libertad los hombres se destruyen a sí mismos, los hombres no son islas, ni piedras sueltas, por eso sólo servimos si estamos bien ensamblados los unos con los otros y bien ajustados”.
Explicó que “al decir ajustados no es lo mismo que esclavizados, uno no se puede sentir maniatado por el hecho de abrocharse el cinturón de seguridad al conducir, y se puede poner a pensar que uno esta coartado por tener a lo largo del camino unas señales que limitan la velocidad o prevengan simplemente un determinado peligro”.
Lamentó que “es doloroso cuando unos quieren ir por un lado y otros por otro, cuando hay esas fuerzas antagónicas, cuando quieren arrastrar a muchos en contra de los principios democráticos, cristianos y los valores humanos”.