Tegucigalpa.- Fuertes plazas locales de los carteles mexicanos de Sinaloa y Los Zetas, están siendo desarticuladas en Honduras con la reciente captura de los líderes del llamado cartel de Los Valle y del hondureño Héctor Emilio Fernández Rosa, importantes piezas de esos carteles en el transporte de la droga rumbo a Estados Unidos.
La presencia de estos carteles mexicanos, producto de su desplazamiento ante la guerra antidroga que se libra en México, data de un poco más de una década y todo indica que su actividad más fuerte la centraron en la región occidental y noroccidental del país.
A medida que se producen las capturas de presuntos narcotraficantes y se devela que cada uno de ellos ha sido solicitado en extradición por parte de Estados Unidos, comienzan a fluir los nexos y actividades de las plazas locales hondureñas en asociación con los carteles mexicanos.
Es el caso del llamado cartel de los Valle, designados en agosto de este año por Estados Unidos como un grupo criminal de narcotráfico, al colocarlos en su lista negra de bandas criminales.
Los Valle, ligados a Sinaloa
La familia Valle, originaria del occidental departamento de Copán, tiene una procedencia de clase rural media-media que fueron en el tiempo acumulando enormes riquezas incuantificables aún, según los cuerpos antidroga de la fiscalía del crimen organizado.
Sus conexiones con el cartel de Sinaloa se remontan a nexos con otras plazas locales en El Salvador y Guatemala, según reportes de los diarios de esos países que basan sus informes en fuentes de inteligencia de esas dos naciones.
En El Salvador, el cartel de Los Valle se les vincula también con el jefe de una banda criminal denominada “El Repollo” que lidera el empresario Jorge Ernesto Ulloa Sibrián, quien fue capturado recientemente por las autoridades y esta semana aceptó declararse como un narcotraficante para negociar con la fiscalía una condena menor en la cárcel.
“El Repollo” está vinculado con el cartel de Sinaloa que jefeaba Joaquín “El Chapo” Guzmán, capturado en México, pero el cartel sigue operando.
De acuerdo a las autoridades de la fiscalía salvadoreña, en la finca de Los Valle se recibieron varios alijos de cocaína de la banda de “El Repollo”, la cual era movida por salvadoreños y hondureños bajo el control de Ulloa Sibrián. Esta droga era movida también a Guatemala.
También se asegura que en las haciendas de Los Valle descansó por algunos períodos El Chapo Guzmán, a quien también se le vio en algunos sectores de El Salvador.
Las autoridades de El Salvador dan cuenta de que Jorge Ernesto Ulloa Sibrián, alias “Repollo”, supuesto narcotraficante salvadoreño capturado en Guatemala, se valió de una red de contactos claves en cada uno de los países centroamericanos para mover 22 alijos de cocaína (calculados en 9.6 toneladas) desde Colombia hasta Estados Unidos, entre 2005 y 2011.
Otro ligue del cartel de Los Valle es con una red de colaboradores en Guatemala, según reporta el diario guatemalteco El Periódico, que divulga nexos con influyentes políticos locales en la región de Chiquimula, además del llamado cartel local de Ipala.
Todas estas conexiones se ligan al cartel de Sinaloa.
En los decomisos que rodean las operaciones para dar con los Valle, se encontraron además de armas bañadas en oro, una faja que decía Sinaloa. En sus ranchos, se dice que encontraron en conjunto cerca de 11.2 millones de dólares, dinero suelto con el cual compraban voluntades y silencios, según las autoridades.
“El H” y Los Zetas
La importancia de la plaza de Los Valle en el occidente, se prevé, se irá conociendo de a poco, pero todo apunta que su trascendencia es mayor de lo que pueden decir por ahora las propias autoridades.
Si el clan de Los Valle sigue dando sorpresas a la prensa y a las autoridades, la captura del hondureño Héctor Emilio Fernández Rosa, parece que también dará de qué hablar.
Versiones que provienen de fuentes de Seguridad indican que de lavador de carros, Héctor Emilio Fernández, conocido como “El H” o “El Copaneco”, hizo su imperio en asociación con el guatemalteco Mario Ponce, extraditado a Estados Unidos desde Honduras en el 2011.
Ponce era miembro del cartel mexicano de Los Zetas, que ha logrado desplazarse en al menos ocho regiones de Guatemala, en especial en la región de El Petén.
El diario guatemalteco Prensa Libre, vincula a Héctor Emilio con la red criminal que manejaba Horst Walter Overdick Mejía, quien ya fue extraditado a Estados Unidos y tenía nexos con Mario Ponce.
Overdick Mejía era conocido como “El Tigre” y era el segundo a bordo de Mario Ponce, para luego liderar la organización.
En el caso de “El H” o “El Copaneco”, éste era parte de la red de distribución de droga por la región de la frontera de Honduras con Guatemala por Corinto y los 45 puntos ciegos ahí existentes. La droga la movían a través de Izabal y Chiquimula, relatan los informes de inteligencia proporcionados a la prensa guatemalteca por las autoridades.
Las autoridades hondureñas ya estaban tras la pista de Héctor Emilio, al incautarle varias propiedades en unos primeros allanamientos, en la operación denominada “Vaquero”, según se informó.
Se presume que este hondureño se le descubrió un cuarto blindado en una de sus casas en San Pedro Sula, así como la primera arma bañada en oro que conoció la opinión pública.
“El H” o “El Copaneco”, concentraba sus operaciones entre San Pedro Sula y el occidente de Honduras, pero sin entrar a disputar plaza a Los Valle. Ambos, aunque eran transportistas de droga, colaboraban con carteles mexicanos enemigos como Sinaloa y Los Zetas.
Héctor Emilio Fernández Rosa, era de bajo perfil, al igual que Los Valle, pero fue capturado como han sido todos los extraditables en este país: sin que se haya disparado un tiro.
Tanto Los Valle como “El H” o “El Copaneco”, fueron contactos importantes de dos carteles mexicanos que han sido el blanco también de las autoridades de la nación azteca, y quienes intentan recomponerse ante la caída de sus líderes más importantes como El Chapo Guzmán, en el caso de Sinaloa, y la muerte de los principales cabecillas del cartel de Los Zetas, último a quien el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ha sido implacable en su persecución.
Esos golpes a esos importantes grupos criminales en México, ahora también parecen sentirse en Honduras, al comenzar el gobierno del presidente Hernández a desarticular sus plazas locales en este país centroamericano.