Tegucigalpa – Nuevamente Honduras fue agitada el fin de semana por el resurgimiento de masacres en Yoro y en La Lima, ambas localidades en el norte del país. La sacudida ocurre horas después de que la Policía Nacional vivió momentos de tensión tras el cambio de mando policial, un hecho generalmente rutinario, pero esta vez matizado por una aureola mediática.
– Una nueva ola de violencia sacude el país.
La jornada ha tomado mayor tensión ya que el país aún no se recupera del horrendo crimen cometido contra la Miss Honduras Mundo, María José Alvarado y su hermana Sofía Trinidad, que dio la vuelta al mundo.
Mientras esto ocurre, en las últimas horas, en la occidental ciudad de Gracias, Lempira, el Consejo de Defensa y Seguridad, presidido por el gobernante Juan Orlando Hernández, ha mantenido una ininterrumpida reunión.
A lo interno de la Policía, las aguas han vuelto a su cauce poco a poco y el sábado, el ministro de Seguridad anunciaba la transición de mando entre los jefes policiales Ramón Sabillón y Félix Villanueva. El ministro Arturo Corrales dijo que no se ha determinado el momento de realizar el evento ceremonial protocolario del traspaso.
Pero en el ínterin, un lapso de tres días, la Policía hondureño solo estuvo atenida a las directrices de los mandos de direcciones.
En ese espacio fue la voz del presidente Hernández la que logró calmar los ánimos del jefe saliente Sabillón, quien se mantuvo por largas horas en el cuartel de Casamata a donde no se permitía la llegada del nuevo director Villanueva.
Es poco usual que un cuerpo del orden se rebele o cuestione una orden, el hecho causó zozobra, especialmente por la magnificación mediática que se hizo del mismo.
Las pugnas en una Policía que atraviesa un proceso de depuración que apenas se inició en 2012, afecta especialmente a la ciudadanía que no termina de confiar en la institución responsable de su seguridad y que ha sido fuertemente cuestionada por ligues de una importante parte de sus miembros con una poderosa ala con el crimen organizado y común, tal y como se ha evidenciado en hechos que han estremecido a la opinión pública.
Pero pese a ello, los encargados de la depuración aseguran que el proceso avanza y que más de la mitad de los policías ya han pasado las pruebas de confianza y se encuentran certificados.
Es notorio el accionar policial en grandes operaciones antidrogas y en la captura de capos con rango de extraditables.
Otro sector criminal, el de los extorsionadores, un mal que ataca a todos los estratos de la población, si bien ha recibido fuertes golpes, aun no logra ser desarticulado y pareciera resurgir con mayor fuerza. Tras una captura se reportan nuevos hechos en contra de la población.
La ciudadanía en general se considera víctima de este mal así como de otros delitos de orden común.
Policía Militar en ascuas
En medio de este ambiente, el Congreso hondureño se apresta a conocer la petición presidencial de elevar a rango constitucional a la Policía Militar de Orden Público, un ente que nació cuando el actual gobernante era el titular del Congreso. La unidad fue creada para responder a la protección de la ciudadanía con un cuerpo élite ante la contaminación que entonces presentaba la Policía Nacional.
Hasta hoy el panorama para lograr la mayoría calificada que se requiere para aprobar la enmienda no se ve clara.
Por un lado el partido Libertad y Refundación (Libre), ha expresado su rechazo a la iniciativa.
En tanto el partido Anticorrupción ha manifestado en un comunicado, su apoyo “de manera puntual la labor de Seguridad brindada de manera provisional por las Fuerzas Armadas de Honduras, a través de la Policía Militar de Orden Público, y consideramos que debe continuar su apoyo a la Policía Nacional en el restablecimiento del Orden Público y Seguridad Ciudadana, de la forma prevista en nuestras leyes y Constitución, por los términos previamente establecidos y mientras dure la crisis de inseguridad”.
Expertos chilenos y colombianos, que han llegado al país a coadyuvar esfuerzos en la depuración policial han señalado que el proceso puede llevar entre 12 y 15 años, un tiempo que puede incidir en la seguridad ciudadana.
En el mismo comunicado, el PAC expresa que condena “de manera irrestricta, las intenciones del gobierno de la Republica de pretender imponer e institucionalizar constitucionalmente, una fuerza militar armada paralela a las Fuerzas Armadas de Honduras, denominada para sus intereses como Policía Militar de Orden Público, en detrimento de la institucionalidad de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas”.
Pero la posición del grupo anticorrupción no terminará de definirse sino hasta el día de la votación en la Cámara Legislativa, ya que muchos de sus diputados mantienen una especie de autonomía.
Los liberales, de su lado, tampoco han definido su posición públicamente, aunque muchos de ellos ya han expresado su apoyo a la modificación constitucional en favor de la policía militar.
El diputado Maynor Vargas, aseveró que la bancada liberal todavía no ha definido una posición respecto a la iniciativa e indicó que en la bancada liberal al parecer hay posiciones encontradas respecto a la ratificación de la reforma que requiere de la mayoría calificada de 86 votos afirmativos.
Los nacionalistas mantienen su bloque graníticamente unido en torno a la iniciativa. Mientras el Congreso ha iniciado una ronda de visitas para socializar la reforma. Ya en Choluteca recibieron respaldo de los diferentes sectores poblacionales.
Los partidos que tienen un solo diputado y por ende un solo voto también se encuentran divididos.
Una historia advertida
Tras la captura de presuntos capos de la droga y hombres con solicitud de extradición hacia los Estados Unidos, las autoridades hondureñas advirtieron del recrudecimiento de la violencia en Honduras.
En este país se realiza la operación anticrimen “Dominación” misma que se prolongará hasta 2016 y mediante la cual se busca desarticular las bandas de crimen organizado instaladas en el país.
En este devenir, los hondureños enfrentan la violencia mientras desde el ámbito oficial también se esfuerzan por poner un alto al crimen.
