Tegucigalpa – La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, señaló este lunes que el proceso de depuración en la Policía Nacional “ha sido un fracaso”.
Castellanos salió al paso sobre el cierre que se efectuó el fin de semana en la posta policial del barrio La Granja en la capital de Honduras, en la cual estuvieron asignados los tres agentes y un oficial que participaron en la muerte de su hijo, Rafael Alejandro Vargas y un amigo de éste, Carlos David Pineda, y calificó la acción como «tardía».
«El camino que hemos recorrido para tratar de que en la Policía hubiese un proceso de depuración, ha sido un proceso que definitivamente ha fracasado, que no se llevó a cabo como en el planteamiento original de 2011 cuando surgió la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial, y que se esperaba hubiese voluntad política para hacerlo», arguyó.
A criterio de Castellanos «es muy difícil que sus superiores no se den cuenta de lo que está pasando».
La funcionaria recordó que desde el 29 de septiembre de 2011 fueron asesinados cuatro jóvenes por tres de los cuatro policías que también participaron en la muerte de Rafael Alejandro Vargas y Carlos David Pineda.
«En la misma posta policial se lavaban las patrullas, la misma posta policial era el escenario para que estos criminales pudieran actuar en una institución que es creada para que proteja al ciudadano, porque esa es la función de la Policía y no para ser victimarios de ciudadanos», declaró la rectora a la radio capitalina HRN.
Agregó que «ha quedado en evidencia que la depuración no se llevó a cabo y que no era una quimera, no era un capricho de la ciudadanía estarlo pidiendo, sino que la población seguía siendo víctima».
«Nunca vimos acciones de persecución del delito a estos jefes policiales, si bien es cierto algunos de ellos están suspendidos, nunca hubo una investigación de sus bienes, que era algo que se estaba pidiendo, no pueden justificar la procedencia de sus bienes», aseveró.
Criticó al alto mando de la institución policial ya que sólo se han dedicado a hacer rotaciones a lo interno de ese cuerpo del orden como una forma de hacer una depuración; “y eso no significa una verdadera depuración, lo importante era investigarlos, pero ¿qué pasó?” se preguntó, acto seguido añadió: “les dio miedo investigar y darse cuenta de la gran cantidad de policías que se encuentran metidos en actos ilícitos”.
“Esperemos que esta vez no sólo se quede como una intervención o un cierre de la posta, se tiene que investigar a cada uno de ellos para determinar qué grado de responsabilidad tienen en los delitos que se han cometido en ese sector de la ciudad”, concluyó.
