Cabe recordar que Barralaga fungía como jefe de la región Metropolitana, conocida como Core 7, cuando se produjo el asesinato de dos jóvenes universitarios en octubre de 2011, entre éstos el hijo de la rectora Julieta Castellanos.
Al ex jefe del Core 7 se le acusó de permitir la fuga de los cuatro efectivos policiales que participaron en el doble crimen, pese a que los uniformados eran investigados en la comisión del delito.
La Fiscalía hondureña acusó por colusión tanto al entonces jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), Marco Tulio Palma, así como al comisionado Jorge Alberto Barralaga, sin embargo la juez Alina Aguilera determinó sobreseer a éste último, situación que obligó al Ministerio Público presentar el recurso de amparo, que la Sala de lo Constitucional determinó desestimar en las últimas horas.
Carlos Pineda y Alejandro Vargas Castellanos fueron asesinados por efectivos policiales el 22 de octubre de 2011. El hecho provocó un proceso de depuración en la Policía Nacional. Dos de los autores materiales aún permanecen dos prófugos de la justicia.