Libre ¿Y la oposición real?

Tegucigalpa – Tras la última acción librada por Manuel Zelaya, sus diputados y seguidores del Partido Libertad y Refundación (Libre), la interrogante de los hondureños de a pie es si la estrategia obstruccionista de este instituto político permanecerá los cuatro años de la actual administración o si asumirán una oposición responsable, que genere frutos.
 

– Analistas dicen que Libre y su dirigencia aún no han logrado dar el salto de la protesta callejera a la oposición parlamentaria.

Desde que los resultados de los comicios de noviembre pasado fueron evidentes, al reflejar que el pueblo no había confiado la Presidencia de Honduras a Xiomara Castro, el ex presidente Zelaya y sus parciales, inmediatamente optaron por la vía de la confrontación al desconocer la legitimidad de las elecciones.

Zelaya y su esposa Xiomara Castro inmediatamente se declararon triunfadores con la intensión de generar tensión e inclinar la balanza a su favor, luego apelaron ante el Tribunal Supremo Electoral un recuento de votos y de nuevo rechazaron los resultados.

Confrontación

Pese a no aceptar los resultados electorales, Libre decidió incorporarse a las actividades del Congreso Nacional y desde el inicio buscó forjar una coalición anti Partido Nacional (fuerza en el poder), esperando con ello asumir el control del Poder Legislativo.

Para ello Zelaya ofreció la Presidencia del Congreso Nacional a varios diputados del Partido Liberal, así como del Partido Anti Corrupción (PAC), como confesaron los protagonistas de las ofertas, con la esperanza que la alianza legislativa se fortaleciera y restara poder a Hernández y a los nacionalistas.

Pero su “debut” en el parlamento fue único, cuando la bancada en pleno se abalanzó sobre la directiva provisional para impedir su juramentación lo que provocó el primer escándalo al quebrar micrófonos y dañar la histórica campana.

En las siguientes semanas han realizado otras acciones de protesta al interior del hemiciclo, fuera del orden establecido, como gritos, otra toma del estrado directivo donde montaron una jornada de canto.

En el parlamento los impulsos de la nueva fuerza política llegan a tanto ardor que en ocasiones han provocado, entre los propios miembros de Libre, confrontaciones violentas hasta el punto de casi llegar a los puños. Mientras que en otros casos desconocen a diputados de su propia bancada por manifestar opiniones propias, tal es el caso del diputado Eduardo Coto Barnica.

Pero la última acción que provocó la intervención policial, ha dejado al público y a los expertos con la interrogante en torno a si la estrategia de Zelaya y Libre será la confrontación radical y si la misma será suficiente para convertirse en el líder de la oposición.

La usurpación de la sala donde sesionan los diputados por un grupo de seguidores de Libre, junto a sus diputados, mostró una vez más que el grupo político no respeta las elementales líneas de conducción política y es capaz de sobrepasar todo límite de accionar.

La intervención de las fuerzas policiales, que fueron llamadas para restablecer el orden, fue el elemento que buscaban los diputados y activistas de Libre para saborear su acción, ya que lograron que los mismos utilizarán gases lacrimógenos para dispersarlos y con ello llamar la atención de la prensa y la ciudadanía.

Pero los expertos indican que Libre no puede basar su estrategia de oposición únicamente en el esquema de la obstrucción y desorden, ya que un sector del electorado que voto por ellos urgen que tengan una actitud de mayor habilidad política y que hagan prevalecer que son la segunda bancada legislativa.

Asimismo, el jefe de Libre, el ex presidente Zelaya, anunció que continuarán en esa línea de protestas.

Igualmente anunció que se opondrán a todo intento a que el Partido Nacional se mantenga en el poder.

Pero en los albores de la jornada legislativa, Libre y su dirigencia parecen no haber dado paso a la transición entre la protesta callejera y la real oposición parlamentaria.

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