– Las intervenciones del Ejecutivo también llegan a los centros penales.
– Dos policías y dos militares responsables de la intervención carcelaria.
El propio presidente Juan Orlando Hernández dijo que el nuevo director de centros penales es el coronel Francisco Gálvez Granados, quien estará acompañado por el comisionado Kenett Obdulio Sabillón Flores como subdirector.
También conforman el nuevo cuerpo: el coronel Orlando Francisco García Maradiaga como inspector y Marvin Rajo, quien fungirá como asistente de campo del director.
Cabe recordar que Marvin Rajo desempeñó en 2012 el cargo de director de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, ubicada en Támara, Francisco Morazán.
Luego del anuncio, el mandatario Hernández anunció que se tomarán otra serie de medidas como el uso de tecnologías, además los cuerpos de inteligencia del Estado monitorearán lo que suceda al interior y perímetros de las cárceles del país.
“Se duplicarán los anillos de seguridad en los principales centros penales del país”, señaló Hernández en una comparecencia ante la prensa acreditada en Casa de Gobierno.
Mencionó que un grupo de oficiales de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), proceden a asegurar las oficinas administrativas de los recintos carcelarios.
“Esperamos que el Poder Judicial haga su parte y ya lo hemos hablado con las instancias pertinentes. Esperamos que este equipo recién nombrado entonces dentro de poco tiempos nos entregue información importante sobre el manejo de los centros penales, para hacer los correctivos necesarios”, declaró el gobernante.
Continuó que “este equipo en un breve tiempo nos brindará información sobre el manejo de todos los centros penales del país y queremos felicitar al Ministerio Público porque ha decidido atender todos los requerimientos planteados, ya sea por irresponsabilidad, negligencia o porque no se cumplen los deberes tan necesarios en los centros penales”.
Decisiones tras fuga masiva de siete La decisión de intervenir la estructura penitenciaria se produce luego de la fuga masiva la semana anterior que dejó siete reos fugados, aunque en los últimos meses se da cuenta del escape de al menos 17, según versiones del Ministerio Público. Los procedimientos, llevados a cabo de oficio por la Fiscalía, establecen que sólo en el 2014 se han contabilizado al menos 17 fugas en este reclusorio, en tal sentido se han establecido varias líneas de investigación para determinar quiénes son los culpables de esta evasión y si la misma es culposa o dolosa, además de conocer cómo es que se dan las fugas. El ahora ex director del Instituto Penitenciario, Santos Simeón Flores, denunció que no cuentan con recursos para hacerle frente a la problemática de hacinamiento e inseguridad de las cárceles hondureñas. También culpó a los anillos de seguridad militar instalados en las afueras de la cárcel de Támara, tras la masiva fuga de internos la semana anterior. “Afuera están los retenes militares, pero parece que no están funcionando, hay algo que está pasando. Los soldados se quedan callados muchas veces y eso no es bueno”, manifestó Flores luego de la fuga. Flores desnudó las precariedades que envuelven la administración del sistema penitenciario, al grado de revelar que muchas veces no hay ni combustible para enviar a los privados de libertad a las audiencias en los juzgados de la República.
Asimismo, ha reiterado que el hacinamiento en la cárcel de Támara es tal que muchos reos tienen que dormir en los pasillos ante la falta de celdas, incluso otros turnan con sus compañeros para poder utilizar los dormitorios. En los últimos días también se notificó la contratación de mil 200 custodios para suplir la demanda en todos los recintos del país. Se ha denunciado que bandas criminales operan desde el interior de las cárceles. Desde ahí ordenan ejecuciones, crímenes, extorsiones, robos y otro tipo de ilícitos. Pese a que hace unas semanas se logró bloquear la señal de telefonía móvil en las 24 cárceles del país, también se dice que los reos se las ingenian para seguir ordenando crímenes desde el interior de esos recintos. Un reciente informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha calificado el sistema penitenciario hondureño como deshumanizado, paupérrimo y corrupto, debido a las graves deficiencias estructurales que han conducido a su colapso total. La población penitenciaria asciende a 14 mil internos distribuidos en 24 cárceles. |
