En la operación participan equipos especializados en combinación con la Fuerza Aérea Hondureña, dijo a Proceso Digital el portavoz de las FFAA, coronel José Sánchez Aguilar.
Agregó que utilizando explosivos han logrado destruir 13 pistas clandestinas, mientras las operaciones se extienden a otras áreas del oriental departamento de Gracias a Dios.
En La Mosquitia hondureña operan redes del narcotráfico que utilizan la geografía boscosa y privilegiadamente costera para combinar tráfico marítimo y aéreo de drogas.
Sánchez Aguilar dijo que fuerzas de respuesta rápida por aire, tierra y mar siguen la huella de las bandas de narcotraficantes que han utilizado las pistas de aterrizaje encontradas.
Honduras ha puesto en vigor una Ley de Exclusión que permite el derribo de aeronaves que ingresen al territorio sin los permisos de rigor y ha instalado un radar para detectar vuelos irregulares, pero según el vocero militar hasta el momento no han ocurrido derribos.
Igualmente y en coordinación con los Estados Unidos, Honduras cuenta con un escudo marítimo que le permite interceptar embarcaciones que transportan droga desde el sur del continente haciendo escala en costas hondureñas en su ruta hacia Estados Unidos.
En lo que va de 2014 las fuerzas de seguridad hondureña han incautado por lo menos tres toneladas de cocaína.
El miércoles de la presente semana el presidente Juan Hernández Alvarado, animó a los mandatarios de Mesoamérica a no esperar a que Estados Unidos se decida a actuar contra el tráfico de drogas y llevar a cabo mecanismos de lucha conjunta para acabar con este fenómeno.
«Tenemos que actuar por nuestra propia cuenta», insistió el jefe de Estado en un encuentro con medios de comunicación, en el marco de la VI Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) que se celebra hoy en la ciudad mexicana de Mérida.
En opinión de Hernández, cuando Estados Unidos entienda «el enorme riesgo que implica la potencial unión entre narcotráfico y terrorismo, van a tener que despertar».
«El siguiente paso sería ser nosotros más agresivos en el sentido positivo y hacer nuestra propia incidencia, nuestro propio cabildeo. Quizás algunos congresistas o senadores (estadounidenses) no son conscientes de la realidad», insistió.
