– Daños a la propiedad pública, insultos, acusaciones, negación de la palabra y el caos, privó durante la reunión preparatoria del período 2014-2018.
Durante la primera reunión legislativa para escoger la junta directiva provisional, reinó una indebida práctica parlamentaria y luego la anarquía, generada por diputados del naciente Partido Libertad y Refundación (Libre), que lidera el ex presidente Manuel Zelaya, derrocado en junio de 2009 por promover una consulta popular que en ese momento prohibía la legislación nacional.
El máximo dirigente del Partido Anti Corrupción (PAC), Salvador Nasralla, descalificó el manejo parlamentario por parte del ministro de Interior y Población, Áfrico Madrid, quien llevó la voz cantante durante la sesión preparatoria que nombró de forma provisional en la junta directiva a los nacionalistas Mauricio Oliva en la presidencia, Gladys Aurora López en la vicepresidencia y Mario Pérez en la secretaría. Otros entendidos en temas políticos indican que el ministro Madrid hizo lo correcto y que el problema sólo ocurrió debido a que había un guión preconcebido de parte del la bancada de Libre.
Para el ministro del Interior, la sesión fue entorpecida porque, a su juicio, era parte de la agenda de Libre y del PAC, ya que según expresó, el mismo le dijo al diputado Manuel Zelaya que le daría la palabra a los representantes de su partido.
El desarrollo de la agenda parlamentaria, luego de una moción introducida por el diputado Reinaldo Sánchez, en torno a proponer la planilla que integraría la junta provisional, generó la reacción violenta en la bancada de Libre (27 diputados), quienes comenzaron a gritar y generar el caos en la Cámara Legislativa, al grado de arrancar los sistemas de sonido con el propósito de evitar la instalación de la junta provisional, acción que no se concretó por la astucia de los diputados nacionalistas.
La otra fuerza de oposición, el Partico Anti Corrupción (PAC), se quedó en sus curules y como medida de protesta le dieron la espalda a la mesa principal del hemiciclo Legislativo.
La bancada nacionalista fue acompañada en la elección de la junta provisional por la bancada liberal, un diputado del Libre y votos de otros partidos minoritarios, quienes rubricaron el acta que legalizó la acción.
El apoyo liberal a los nacionalistas fue condicionado a la revisión de las medidas económicas en lo que respecta a los productos de la canasta básica .
El director del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria, Miguel Cálix, dijo que “lo que pasó en el Congreso nos muestra que ambos lados tienen que aprender a coexistir, ahí van a estar cuatro años. Es una lección que nos señala que el Congreso es un espacio para aprender a encontrar coincidencias dentro de las profundas diferencias”, estimó.
Explicó que el nuevo Congreso tiene importantes retos, lo que demanda actitud de apertura de parte de todas las bancadas representadas en el hemiciclo Legislativo. “No se justifica lo sucedido aunque sí se puede entender por qué ocurrió”.
Cálix recomendó que tanto el que dirige la Cámara Legislativa como el que está en el pleno deben tener claro que el diálogo es fundamental.
A su entender, la gobernabilidad en el Congreso dependerá de la habilidad que tengan los que dirijan las diferentes bancadas. “Lo que pasó se entiende por lo sucedido en los últimos días, lo que hizo la bancada de oposición es una especie de catarsis”.
Reflexionó que “hay que entender que este no es un Congreso como otros, tampoco es una oposición como otras. Estamos hablando de una oposición diferente en un país que atraviesa la transición de sistemas y rupturas de métodos políticos”.
De su lado, el ex presidente del Colegio de Economistas y actual representante de sector maquilador hondureño, Guillermo Matamoros, calificó lo sucedido este martes en el Congreso Nacional como “juegos artificiales” y una estrategia que no es sostenible.
“Era de esperarse por lo que uno venía escuchando. Creo que al ser la primera sesión del Congreso cada grupo quiere posesionarse, pero aún y cuando lo esperábamos no quiere decir que sea lo mejor para el país”, refirió.
Matamoros es del criterio que cada uno de los partidos políticos tendrá que ir aplacándose. “El juego de la democracia es de argumentos, no es de alaridos ni de garrotazos. Sin embargo con el paso del tiempo, cada uno deberá entender que debe haber un respeto a la sociedad”, apuntó.
Sugirió a los nuevos diputados buscar la manera de cómo generar empleos; “se trata de argumentación y contra argumentación bajo un debate en la Cámara. La sociedad quiere consensos y acuerdos y para eso es necesario tener mesura, no se puede manejar un nivel de confrontación durante todo este período”.
“Estos son juegos artificiales, no hay que perderse, no es una estrategia sostenible, unos buscan divertirse, otros generar intranquilidad, pero al final deberá permanecer la tranquilidad para impulsar el crecimiento y la generación de empleos”, puntualizó.
Para el politólogo, Edgardo Rodríguez, la violencia en política sólo descalifica a quienes la utilizan.
Añadió que “la protesta está enmarcada dentro de procedimientos y normas de conducta. Cuando esta adquiere matices violentos se deslegitima y pierde fuerza. “Lo que sucedió en el Congreso descalifica al Partido Libre por el simple hecho de ejercer violencia en sus manifestaciones”.
Criticó la violencia verbal, conductual y simbólica de los miembros del Partido Libre. “La violencia en política no les favorece porque es rechazada en Honduras, también la emotividad en política es mala consejera”, remarcó.
Sugirió a la dirigencia de Libre que abandone sus actitudes violentas. “Hay que hacer oposición inteligente, equilibrada y constructiva porque el que engendra violencia en política se descalifica”.
Para el representante del Grupo de Sociedad Civil (GSC), Omar Rivera, no es congruente que se limite la participación de las bancadas representadas en el Parlamento hondureño y criticó que en la casa donde se legisla se presenten hechos bochornosos.
“Cuestionamos las dos vías, tanto a los que no le dieron la palabra a Libre, así como a los la forma descalificadora de comportarse de éstos. Pedimos que haya diálogo por el bien de los intereses del país”, exteriorizó.
Llamó a todas las bancadas que componen la legislatura 2014-2018 para que presenten de forma individual una agenda mínima que sea compartida por otros institutos políticos.
Rivera finalizó que “una actitud hostil de generalizada crispación en todas las fuerzas políticas, no permitirá llegar a acuerdos que el país necesita. Esto puede provocar un inmovilismo en la agenda parlamentaria que le puede traer graves consecuencias al país como la ruptura del orden constitucional”.