Tegucigalpa – La nueva cámara legislativa a instalarse plenamente en funciones el próximo 25 de enero, se estrenará con una serie de elecciones claves, comenzando con la del próximo Procurador General de la República y continuando en el transcurso de los meses con los nuevos comisionados del IAIP, donde unos buscan ser reelectos, para concluir con la elección del próximo Fiscal General, una pieza estratégica en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
– Este domingo se instaló la Junta Directiva Provisional del nuevo Legislativo y para el martes 23 a las 7:00 de la mañana está prevista la elección de la Junta en propiedad.
Los cabildeos no solo se han centrado en quién deberá presidir el Poder Legislativo, si el oficialismo que tiene mayoría de diputados, pero no la necesaria para lograr automáticamente la presidencia, o la oposición política en donde los liberales, más disminuidos que nunca, quieren ser la balanza en la conducción del parlamento; las negociaciones pasan por identificar al candidato o candidata que ocupará la titularidad de la Procuraduría General de la República, es decir, el defensor del Estado.
¿Le satisface que esta mañana se haya electo la Junta Directiva en propiedad del @Congreso_HND para el período 2018-2022?
— Proceso Digital (@ProcesoDigital) 21 de enero de 2018
El nuevo procurador y subprocurador de la República es el primer cargo de elección de segundo grado que deberá realizar el próximo Parlamento, quien deberá ser juramentado una vez instalada la junta directiva en propiedad el 25 de enero de próximo. Sobre los candidatos, nadie suelta prenda, de momento, solo trascienden algunos nombres, sin certeza.
En la nueva configuración del país en materia de lucha anticorrupción y de impunidad, el papel de la Procuraduría del Estado tiene un rol clave, uno de los ámbitos, por ejemplo, es dentro de los esfuerzos que realiza la MACCIH y el Ministerio Público. La Misión ha venido trabajando con la Procuraduría en una serie de catálogos para que el Estado fortalezca su capacidad de combate a la corrupción.
Medidas como por ejemplo, que el Estado ya no concilie en delitos de corrupción, ha colocado a la Procuraduría y a su personal en las nuevas tendencias que marcan la lucha contra la impunidad a nivel global. La idea es que la Procuraduría deje el papel pasivo que le ha caracterizado en la defensa de los actos del Estado frente a las redes criminales de los delitos de cuello blanco.
De ahí que el primer nombramiento del próximo Procurador y sub Procurador de la República servirán para tomar el pulso a un nuevo Congreso, donde más de la mitad de los 128 diputados son nuevos y comenzarán en este proceso a conocer como son los juegos y las dinámicas de la incidencia y del poder.
Las otras elecciones en juego
La atención mediática se centra en quién controlará la próxima directiva del poder unicameral hondureño, pero en juego está la elección de muchos puestos claves, entre ellos el Fiscal General de la República y el Fiscal General Adjunto, los nuevos comisionados del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), así como los nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral y el Registro Nacional de las Personas, entre otros hechos relevantes.
En el caso del IAIP, los actuales comisionados por falta de consenso no pudieron ser electos unos, ni reelectos otros, solo se suplieron dos vacantes: una de la presidencia tras la renuncia de Doris Imelda Madrid y la otra la de un comisionado, tras el intempestivo deceso de Gustavo Manzanares.
La vacante de Doris Madrid fue asumida por la también abogada y exmagistrada del poder judicial, Suyapa Thuman, mientras que la del comisionado Manzanares, fue ocupada por Gaudy Bustillo . Pero la elección de los comisionados del IAIP no se pudo concretar porque no hubo consenso en el hemiciclo, ya sea para ratificar a los actuales o para elegir nuevos miembros. Tocará a la nueva cámara legislativa definir quiénes serán los nuevos responsables de garantizar la transparencia y el acceso a la información pública.
El cargo de Fiscal General
Luego viene la elección de uno de los cargos más sensitivos y que marcará sin duda el rumbo de la lucha anticorrupción y la impunidad en Honduras. Es la elección del Fiscal General y el Fiscal General Adjunto, tras vacar en septiembre de este año el cargo del actual fiscal general, Óscar Fernando Chinchilla.
Chinchilla es considerado como el fiscal general que vino no solo a dar estabilidad al Ministerio Público, también ha sido el principal socio estratégico en la lucha de los casos de corrupción.
En la gestión del fiscal Chinchilla, junto con la MACCIH, se ha podido crear una unidad especializada como la UFECIC para investigar casos de grandes redes de corrupción y criminalidad que permitirán ir desmantelando las estructuras de impunidad en el país.
Es también bajo la administración del fiscal Chinchilla que se dio vida a la ATIC , devolviendo a la fiscalía la importancia de contar con una policía civil de investigación criminal que ha dado buenos resultados al país.
Asimismo, la lucha contra el crimen organizado , en especial el narcotráfico, ha sido fuertemente golpeada bajo la gestión del actual fiscal general.
De allí que la elección del próximo fiscal general no solo será estratégica para dar continuidad al fortalecimiento institucional que ha tenido el Ministerio Público, también para afrontar los nuevos casos de gran corrupción que confeccionen con la MACCIH, entre ellos los nuevos juicios en el caso del Seguro Social y el llamado caso de narco financiamiento en la política conocido como la “red Cachiros”.
Siguiendo en la escogencia de cargos de elección de segundo grado, tocará también al próximo Congreso Nacional seleccionar a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo Electoral, cuyos puestos vacan en uno o dos años. Igual deberán elegir nuevas autoridades del Registro Nacional de las Personas.
Toca así al nuevo parlamento tomar decisiones trascendentales para la vida democrática del país, en especial en la continuidad de los procesos incoados y por iniciar en la lucha contra la corrupción y la impunidad en Honduras.
