Tegucigalpa – Honduras entra a un 2018 signado por una expansión económica y una estabilidad en sus principales indicadores, pero con el reto de mantener dichos logros y acelerar el crecimiento de su economía, mientras un nuevo periodo presidencial inicia.
Pero por primera vez desde hace casi cuatro décadas, el nuevo gobierno es una continuación del anterior, luego que el actual mandatario Juan Orlando Hernández fuese ratificado en las urnas por los electores el pasado 26 de noviembre, tras resultados emitidos por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
En ese sentido, durante la triunfante campaña electoral el presidente Hernández prometió que de ser preferido por los votantes continuaría con su política de apostar a la macroestabilidad económica, impulsar la producción, especialmente la agrícola, y buscar atraer mayores niveles de inversión extranjera al país, con lo cual se generan los miles de empleos que el país requiere.
Tras un primer período, donde los primeros años se concentraron en rescatar la economía del virtual colapso al que se dirigía, el presidente Hernández se concentró en el último en estimular la producción agrícola y atraer inversión extranjera.
Igualmente el gobierno se concentró en lograr que las agencias calificadoras de riesgo lograsen mejorar los ratios crediticios, a fin de lograr una reducción en las tasas de interés a pagar por los bonos gubernamentales, así como por los préstamos obtenidos por los empresarios del sector privado en los mercados internacionales.
Crecimiento
La mayor preocupación del sector privado y académico del país es si Hernández continuará en el segundo mandato apostando por el crecimiento económico y con ello en la generación de empleos, los cuales permitan a largo plazo la estabilidad social del país.
En ese sentido los mensajes de la comunidad empresarial se han centrado en que ellos continuarán haciendo las inversiones, pero que el gobierno deberá hacer lo suyo con la promoción, así como el uso eficiente de los recursos que obtiene.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Jorge Faraj, en un tuit en el primer día del años escribió “En este nuevo año el sector empresarial reitera su compromiso de seguir invirtiendo en #Honduras. Con el esfuerzo de todos los sectores podemos lograr el bien común de los hondureños, generando empleo para reducir la pobreza”.
En este nuevo año el sector empresarial reitera su compromiso de seguir invirtiendo en #Honduras. Con el esfuerzo de todos los sectores podemos lograr el bien común de los hondureños, generando empleo para reducir la pobreza. 1/2
— Jorge Faraj (@jorge_faraj) 1 de enero de 2018
En un segundo tuit señaló que “El Gobierno debe hacer su parte haciendo uso eficiente de los recursos y luchando frontalmente contra la corrupción”.
Se espera que el crecimiento económico para el 2018 supere el 4 por ciento, se mantenga la inflación en los niveles actuales del 4.5 por ciento y la devaluación sea baja.
El 2017 se logró uno de los niveles de devaluación más bajas que el país conoce desde los años 90, cuando el lempira apenas se deslizó ocho centavos frente al dólar estadounidense.
Pero el mayor desafío del gobierno se centrará en lograr mayores niveles de empleo creados este año y los subsiguientes, a fin de demostrar a la población que las políticas de estabilidad macroeconómica dan frutos hacia los demás sectores.
Asimismo, porque los niveles de migración serán más difíciles, a medida que la administración e Donald Trump en Estados Unidos avance en la construcción de un muro fronterizo con México.
FMI
Otro de los puntos a debatir será si continuará con los programas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) , tras haber concluido en diciembre el suscrito por 3 años.
El gobernante prometió que mantendría los compromisos con el FMY y con el resto de la comunidad financiera internacional, a fin de dar certidumbre y con ello generar la confianza que demandan los inversionistas internacionales.
Estabilidad política
Otro de los temas a enfocarse el gobierno el presente año es ofrecer estabilidad política, luego que la oposición rechazara su triunfo en los comicios de noviembre del 2017.
Tras los desmanes y saqueos generados por los opositores, la comunidad empresarial y la internacional demanda un diálogo con todos los sectores hondureños.
La capacidad de paralizar el país, es uno de los temores que muestran los hondureños, que no desean que se repita la crisis desatada tras los comicios, ya que vieron cómo se perdieron empleos y se detuvo el sistema de abastecimiento de materias primas y productos.
