Tegucigalpa – Tres jóvenes que se mantenían en huelga de hambre decidieron suspender las acciones de protesta que comenzaron desde el lunes de la presente semana a inmediaciones de Casa Presidencial.
– “Desde nuestra prisión clandestina lamentamos las agresiones de los militares”, dijo Varela.
– Cuatro jóvenes más quedaron en huelga de hambre y otro en ayuno parcial. Los manifestantes advierten toma de puentes y paros nacionales para los próximos días.
En comunicación con Proceso Digital, Ariel Varela dijo que tomaron la decisión porque en todo momento se les irrespetaron los derechos humanos, “no nos consideramos prisioneros y desde el momento que existen agresiones no podemos seguir así”, agregó.
Lamentó que las organizaciones de derechos humanos en el país no puedan garantizar la vida de las personas que protagonizan esta huelga de hambre.
Los huelguistas que decidieron suspender sus acciones son: Ariel Varela, Miguel Briceño y Luis Banegas, aunque otro grupo continúa las protestas que iniciaron los tres jóvenes.
“Un efectivo militar agredió a mi compañero Miguel Briceño en el preciso momento que íbamos a ofrecer una conferencia de prensa”, dijo en escuetas declaraciones vía telefónica.
Sin embargo, Varela apuntó que otro grupo de indignados que siguen en el perímetro acordonado por los militares seguirá con la huelga de hambre.
De su lado, el portavoz policial, subcomisionado Leonel Sauceda, dijo que en todo momento se les garantizó la seguridad a los que hoy abandonan la huelga de hambre.
Agregó que los tres jóvenes fueron subidos a carros con representantes del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y luego llevados a sus casas custodiados por la Policía.
Finalmente, Ariel Varela reiteró que no se sentarán a dialogar con el presidente Juan Orlando Hernández porque éste representa una figura de corrupción, al tiempo que puntualizó que únicamente accederán a las pláticas cuando se instale la CICI en el país.
El huelguista advirtió que en el movimiento de los indignados se habla de paro nacional, toma de puentes y endurecer las medidas de presión para ser escuchados en sus peticiones.