Veracruz – El religioso mexicano Alejandro Solalinde denunció que varios inmigrantes hondureños, así como otros centroamericanos, se encuentran en condiciones deplorables en cárceles de este estado acusados de cometer delitos vinculados al narco cartel de los Zetas, aunque dijo que fueron obligados a ello.
Durante una visita al estado de Veracruz, el sacerdote y activista a favor de los inmigrantes, dijo que unos 150 centroamericanos, la mayoría hondureños, permanecen encarcelados en situación difícil y son víctimas de la delincuencia organizada.
El padre Solalinde habló con la prensa del estado durante una visita al Puerto de Veracruz, en el marco de la tercera semana cultural y de reflexión mercedaria que se celebró del 24 al 29 de agosto.
Indicó que lamentablemente los reclusos vivan en condiciones inhumanas tras las rejas, además de recibir malos tratos, según reportó el diario digital Versiones de Xalapa, Veracruz.
«Los zetas agarraron a los centroamericanos, sobre todo, a los hondureños, y los obligaron a un sicariato forzado y pues ellos tuvieron que cometer extorsiones, secuestro, algunas veces contra los mismos migrantes y otras veces contra la propia población», manifestó Solalinde.
Indicó que debido a las acciones delincuenciales de secuestro y extorsión que cometieron obligados los inmigrantes centroamericanos, muchos están recluidos en las cárceles de Veracruz.
El padre Solalinde afirma que la mayoría de los migrantes presos «son inocentes», ya que fueron obligados a cometer delitos por el crimen organizado.
«Algunos, de verdad, son inocentes, porque fueron obligados porque o le entraban o los mataban, no había de otra, y entonces creo que ha faltado de parte de la justicia general y de parte de la justicia en Veracruz, el ver esos casos y estudiarlos realmente y que se haga justicia», de acuerdo al diario digital Quadratín.
El religioso y activista proinmigrante visitó el penal de Cosamaloapan para conocer la situación en que viven los recluidos de origen centroamericano.
También se reunió con padres de personas desaparecidas en México, cuando intentaban llegar a Estados Unidos desde los países centroamericanos.
El cura fue acompañado por miembros de la Orden de la Merced, por medio de la Pastoral penitenciaria.
Miles de hondureños, así como centroamericanos, parten hacia Estados Unidos, todos los años y centenares de ellos son presionados por los grupos criminales para que se integren a los mismos bajo la amenaza de muerte.
Otros son atacados en su trayecto, especialmente cuando abordan el tren llamado «la Bestia», y sufren accidentes.