Tegucigalpa – El oficial de comunicaciones de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Melvin Duarte, dijo que si el sistema de justicia en Honduras no cambia, “existen pocas esperanzas para el futuro”, por lo que demandó a la Junta Interventora que selecciona a 45 candidatos a magistrados que asuman la responsabilidad histórica que el país le confiere.
– “Lo inaceptable en todas las sociedades es que exista impunidad”, dijo Duarte.
– Cuenta sus vivencias en las distintas crisis que pasó en el Ministerio Público.
En entrevista con Proceso Digital, Duarte con dos títulos superiores (periodista en 1992 y abogado en 2003), agradeció a cada uno de los trabajos que ha desempeñado en su trayectoria profesional.
Sobrio, apartado de la polémica, conocedor de lo que expone y muy moderado para desempeñarse, Duarte atiende a decenas de periodistas todos los días. “Soy un profesional de puertas abiertas con todos los colegas y trato de hacer que la información fluya como debe ser, eso me ha generado buena relación con todos”, apuntó.
El comunicador social agradeció las primeras palmaditas en el ejercicio de la profesión al veterano periodista Faustino Ordóñez Baca, quien tenía un programa que se llamaba “Revista Tegucigalpa” que se transmitía por la radio. Seguidamente Duarte asumió responsabilidades en el semanario católico “Fides”.
“Por dos años impulsamos ad honorem el semanario Fides tras la muerte del padre (Alonso) Tejeda. Luego se comenzó a imprimir en un diario de circulación nacional ya con otra cara, fue así que se le inyectaron fondos y agarró forma”, rememoró.
A partir de allí, el ahora portavoz de la Corte Suprema de Justicia, pasó a integrar la sala de redacción de Diario El Heraldo, donde laboró un par de años cubriendo la nota de sucesos, así como temas judiciales e incluso la Presidencia de la República.
En 1994 nace la institución del Ministerio Público, lo que permitió que el entrevistado tuviera la oportunidad de aplicar para una plaza. “Fue así que me quedé trabajando para el área de comunicaciones de la que -en aquel entonces- era una novel institución. El exfiscal Roy Edmundo Medina me ascendió como titular en la dirección de comunicación de la Fiscalía y estuve hasta hace dos años en el puesto”, contó.
Aficionado del club Olimpia, dice que apenas logró jugar fútbol cuando era niño.
Actualmente casado con la mercadóloga Denia Suyapa Iraeta. Melvin Duarte tiene tres hijos: Alejandra María (18), Melvin Júnior (17) y Denia Abigail (12).
“Me siento feliz con lo que hago, con lo que soy y con la historia que ha hecho que lo que hoy sea y haga es producto de esa misma historia. No me peleo con mi historia. La asumo y la abrazo porque lo que soy es producto de ella”, exteriorizó.
El 4 de enero de 2013, Melvin Duarte comienza a escribir su propia historia en la CSJ. El periodista y abogado abrió las puertas de su oficina a Proceso Digital para sostener la siguiente plática:
Proceso Digital (PD): ¿Qué es lo que más destaca en su etapa en el Ministerio Público?
Melvin Duarte (MD): El manejo de las diferentes crisis que se vivieron en la Fiscalía y una de las más fuertes fue la última que tuve la oportunidad de pasar que fue el manejo de lo que produjo la muerte de 360 reos de la granja penal de Comayagua. Ese fue un trabajo que la Fiscalía, mediante la Dirección de Medicina Forense, asumió de frente y con mucho profesionalismo.
Manejar toda esa crisis fue una experiencia interesante, dura a nivel humano, pero muy enriquecedora en la parte profesional. Antes de ese terrible suceso había enfrentado varias crisis, sobre todo la que originó la huelga de fiscales en el tiempo de Ovidio Navarro, eso produjo una tensión interna bastante fuerte y con la sociedad misma.
Igualmente con el fiscal Leónidas Rosa Bautista se produjo la segunda crisis de fiscales en una huelga de hambre en la plaza del Congreso Nacional que igualmente ocasionó otro tipo de situaciones diferente a la primera, pero también con mucha tensión.
Finalmente, otra crisis fuerte fue manejar todo lo que significó la situación política de junio de 2009. Todo lo anterior me marcó a nivel personal, pero igualmente representa un desafío para el conocimiento.
PD: Esta nueva faceta en el Poder Judicial marcada de extradiciones, polémicas de plenos de magistrados, la creación del Consejo de la Judicatura, ¿Cómo ha sido para usted?
MD: Muy interesante y novedoso para mí en algunas áreas. Mi anterior trabajo en la Fiscalía permitía concentrarme en derecho penal, mientras aquí tengo que estudiar los casos que se presentan en cada una de las cuatro salas (Constitucional, Penal, Civil y Laboral).
Cada una de las situaciones que usted menciona son desafíos interesantes. Cada vez que estamos detrás de los micrófonos pretendemos que la ciudadanía comprenda de la manera más fácil posible lo que realiza el Poder Judicial. Sin embargo, debo decir que he recibido todo el apoyo del presidente de la Corte (Jorge Rivera Avilés), el Consejo de la Judicatura y el pleno de magistrados para realizar mi trabajo.
Los temas de las extradiciones y acusaciones contra altos funcionarios del Estado es un área que implica manejar un lenguaje claro ante la ciudadanía y creo que he sabido responder a las expectativas.
PD: ¿En Honduras es más fácil ser periodista o abogado?
MD: En estos momentos en el país es difícil ser cualquiera de las dos profesiones. Son áreas que están en precario y se requiere hacer bien las cosas, lastimosamente tenemos una enorme deficiencia en el área judicial en el campo investigativo y eso no deja ver con claridad las razones por las que muchos periodistas y abogados han sido asesinados. Lo anterior hace que estemos en constante riesgo.
PD: ¿Si le tocara escoger una de las dos profesiones, con cuál se queda?
MD: Me siento por naturaleza y vocación más un comunicador. De hecho es en lo que me he desempeñado la mayor parte del tiempo, no obstante estoy conectado al área de derecho y si me tocara desempeñarme en el área jurídica me siento con toda la confianza igualmente de hacerlo.
PD: ¿Qué pasa que en el país hay pocos buenos relacionistas públicos?
MD: No me atrevería a juzgar a mis colegas bajo esas aseveraciones, no tengo elementos de juicio para asegurar ese extremo. Conozco a muchos que lo hacen bien, lo que siento es que falta destacar el trabajo de los comunicadores y los periodistas que se desempeñan en el área de Relaciones Públicas porque solo figuran los que están en medios de prensa.
Yo aprendí a desempeñarme en instituciones de combate muy frontal contra la persecución del delito y llego al Poder Judicial bajo una línea similar, lo que me permite tener constante comunicación con la prensa, pero es la naturaleza de estas instituciones. Me parece que otros compañeros están en lugares menos mediáticos, pero eso no significa que no sean buenos profesionales.
PD: ¿Qué le aconseja a los futuros relacionistas públicos?
MD: Tenemos un campo incomprendido y sin apoyo. Para que un relacionador público desempeñe bien su trabajo es necesario del apoyo total de los jefes.
Es importante que el comunicador se imponga en el conocimiento sobre todo lo que la institución maneja y debe estudiar lo máximo posible. Me agrada ahora ver a los compañeros que trabajan en el Hospital Escuela Universitario como ellos manejan los términos médicos, lo que les facilita informar en forma sencilla a la gente sobre situaciones complicadas.
Lo que nunca debemos dejar de hacer es seguir estudiando porque el conocimiento nos genera poder.
PD: ¿Muchos maestros de la Escuela de Periodismo nos dicen que ejercer las relaciones públicas no es desempeñar la profesión?
MD: El periodismo es un campo muy amplio, eso que me pregunta no es algo que comparta porque tengo que partir de mi propia experiencia. Soy comunicador, me siento periodista al igual que soy abogado, Dios me ha dado la oportunidad de aprovechar mi trinchera para ejercer como periodista y lo he hecho como todos mis colegas. Todos los días escribo como lo hacen otros compañeros, desempeñamos el mismo trabajo y tenemos igual o más valor que los que laboran en medios de comunicación.
PD: Tomando en cuenta que el derecho y el periodismo son carreras seriamente cuestionadas en Honduras, ¿le aconsejaría a un hijo estudiarlas?
MD: A mis hijos les he expresado siempre que respeto las decisiones que tomen con respecto a su futuro profesional, de hecho mi hija mayor estudia derecho y siempre la apoyé.
PD: ¿Es una esperanza de cambio este proceso de selección de los nuevos magistrados de la Corte Suprema para el período 2016-2023?
MD: No dejo de ver con esperanza lo que pueda ocurrir con este proceso de nominados. El país en este momento necesita cambios y creo que el sistema de justicia es como la punta de lanza del país, lo que se necesita para generar las transformaciones.
El descontento que tiene Honduras en este momento y que ha lanzado a la población a la calle a protestar es precisamente la falta de credibilidad en la institucionalidad del sistema de justicia. Si el sistema de justicia no cambia, Honduras en el futuro tiene muy poca esperanza de desarrollarse.
El proceso que se está dando en este momento para elegir la próxima Corte Suprema de Justicia, es algo decisivo para el país. Los representantes en la Junta Nominadora tienen una responsabilidad histórica para la actual y futura generación; si se dan pasos equivocados le harán mucho daño a Honduras.
PD: Desde pequeño crecí viendo caricaturas de la Diosa Temis destapándose los ojos para ver a quien le imparte justicia, ¿usted que está aquí adentro, sucede en la actualidad?
MD: El simbolismo de la Diosa Temis con sus ojos vendados es precisamente para no mirar a quien se juzga. Tal vez en Honduras por mucho tiempo se le ha bajado la venda y eso es lo que no debe ocurrir más porque el país ya no lo soporta. No podemos negar que en todas las naciones hay criminalidad y corrupción, pero lo inaceptable es la impunidad y eso es lo que todos debemos estar conscientes.
PD: ¿Cómo se ve en un par de años: litigando en los juzgados de la República o dirigiendo un medio de comunicación?
MD: No me lo he planteado. Después de muchos años en el Ministerio Público y ahora aquí en el Poder Judicial, me veo desempeñándome en el área de derecho, me gusta el campo penal, quiero tener la oportunidad de hacerlo, sin embargo quisiera terminar como un académico, enseñando y compartiendo experiencias profesionales.
PD: Hay una frase del poema Verdades Amargas que dice: (…) más si el puñal es de oro, enmudece el juez… y besa el puñal. ¿Cómo interpretamos ese enunciado?
MD: Es algo que no debe hacerse realidad en nuestro sistema de justicia y si en algún momento se ha dado, no debe repetirse.
PD: ¿Le ha tocado mentir bajo el escudo de las relaciones públicas?
MD: Siempre me he manejado en un principio de las relaciones públicas y eso es que siempre debemos decir la verdad porque luego la mentira regresa y con consecuencias. En mi caso prefiero decir que no sé algo y que lo voy a consultar con las fuentes oficiales.
Procuro mantenerme bajo la línea de la verdad siempre.
PD: ¿Le han reclamado magistrados o empleados del Poder Judicial por algo que dijo?
MD: Sí, he tenido reclamos, sobre todo en temas delicados como el manejo de la información para procesos de extradición, sin embargo luego hemos aclarado las cosas… pero no quisiera entrar en detalles sobre ese extremo.
PD: ¿Cómo valora el trabajo del Consejo de la Judicatura, un cuerpo que ha sido duramente cuestionado?
MD: Creo que no se ha comprendido completamente el trabajo del Consejo de la Judicatura, pienso que la figura es algo positivo, necesaria en cuanto a la administración del gobierno del Poder Judicial.
Una de las situaciones más complicadas que generó muchos anticuerpos para el Consejo es el tema de las suspensiones y cancelaciones de funcionarios, es lo que más se ha visto en detrimento de otras cosas que se han hecho. Considero a la Judicatura como algo importante para la correcta aplicación de justicia, sin embargo existen muchos retos que deben asumirse en los próximos años.
PD: ¿Por qué lloró la última vez?
MD: Fue por algo fuerte vivido en el círculo familiar.