Tegucigalpa – La titular de la Dirección General de Medicina Forense (DGMF), Julissa Villanueva, señaló que “las ciencias forenses tienen una cara distinta en Honduras”, al tiempo que agregó que en ese ente del Ministerio Público “no venden ni arreglan dictámenes”.
– “Las ciencias forenses tienen una cara distinta en Honduras”, dijo Villanueva para luego agregar que no solamente esa presentación se quedará en la fachada de un edificio, sino en el cambio de mentalidad y profesionalización de los empleados.
– A partir del 30 de abril se aumentará la cobertura de los servicios forenses luego de completar la adquisición de herramientas y tecnología de punta, anunció la funcionaria.
Villanueva, que en junio próximo cumple dos años al frente de la DGMF, sostuvo que la Medicina Legal y Forense “es poder transmitir todos los conocimientos médicos hacia los administradores de justicia, pero siendo el vínculo entre la Medicina y la Abogacía”.
Destacó que Honduras ya puede decir que tiene un postgrado de Medicina Legal y Forense que servirá para formar médicos; “eso es una realidad, tenemos cinco estudiantes que el otro año se gradúa la primera promoción de cuatro”.
La Dirección de Medicina Forense está adscrita al Ministerio Público. Cuenta con 620 empleados entre médicos y administrativos en todo el territorio nacional y dispone de un presupuesto de 16 millones de lempiras.
El país cuenta con entre nueve y 12 médicos especialistas forenses, un siquiatra forense, un odontólogo forense y no se dispone de antropólogos forenses.
Villanueva alabó la donación de la Cooperación Externa. “Entendiendo que la prueba científica es uno de los elementos más importantes para poder investigar delitos hemos logrado invertir en fortalecerla”, apuntó.
La funcionaria anunció que trabajan para ofrecer mejores servicios en cuanto a la digitalización de los cadáveres y tener en tiempo real, mediante sistemas de información cibernéticos, el registro de cuerpos que ingresan a la Dirección General de Medicina Forense (DGMF).
“Ese sistema de información está avanzado en un 60 por ciento. Haremos la primera entrega el 30 de abril y es donde estará automatizada toda la parte del esqueleto de Medicina Forense que corresponde a la morgue y levantamientos. Se trabaja en lo que es la clínica, los laboratorios y
La doctora Villanueva remarcó en la importancia de la evidencia que trabaja Medicina Forense y refirió que “la prueba científica no se puede torcer… No hay delitos que puedan quedar impunes, los muertos hablan y los indicios dicen”.
La jefa de Medicina Forense, Julissa Villanueva, recibió en su despacho a Proceso Digital y entre algunas interrogantes contestó: ¿Le gustaría ser autopsiada cuando muera?, ¿Hay que estar loco para ser médico forense?, ¿Qué tan importante es la prueba científica?, ¿La última vez que autopsió?, entre otras…
Proceso Digital: ¿Cómo anda la Medicina Forense en Honduras?
Julissa Villanueva: Los servicios forenses hondureños no andan nada aislados de lo que pasa a nivel de Latinoamérica. Integramos la Red Iberoamericana de las direcciones de Medicina Forense, todos perseguimos los mismos fines de llevar la prueba pericial científica para la administración de la buena justicia y la lucha contra la impunidad.
PD: Hábleme un poco de cómo funciona la dirección de Medicina Forense
JV: Tenemos el servicio de atención al vivo que incluye evaluaciones físicas, calificaciones de edad, evaluación de estado mental, agresiones sexuales, peritaje odontológico, entre otras.
También le puedo mencionar los laboratorios forenses: balística, marcas y patrones, biología, serología, genética, toxicología. Aquí se hacen las pericias que van a facilitar la conclusión de un dictamen.
Está el área pericial con fallecidos que nos responsabiliza a hacer todas las autopsias médico legales en el país. En el trabajo con los muertos establecemos causas de muerte, circunstancias de muerte y certificamos los elementos científicos que le servirán a un juez en caso que requiera esta arista.
PD: ¿Qué país anda mejor en Medicina Forense en el istmo centroamericano?
JV: Siempre hemos utilizado como referente a Costa Rica porque la Medicina Forense en Costa Rica ha ido adelante en el sentido que la gran mayoría de los forenses de Centroamérica se han formado en ese país, además tienen a uno de los grandes expositores: el doctor Eduardo Vargas Alvarado, escritor de libros de referencia sobre el tema.
En Costa Rica se han formado los especialistas que hoy existen en Honduras. El hecho de tener un postgrado con trayectoria de más de 50 años y contar con temas adscritos académicos los eleva a ser referentes en la materia de Medicina Forense.
Fue así como surgió la necesidad de ubicar a los especialistas en Medicina Forense que tenemos en el país y nos encontramos que sólo tenemos ocho y de éstos únicamente cuatro trabajan con nosotros. Para un país con la ola imperante de violencia que existe nos obligó a plantearnos la interrogante ¿serán suficientes?, recurrimos a la Universidad Nacional para hacer un diagnóstico del por qué aquí mismo tenemos que formar nuestros propios médicos forenses en base a nuestra legislación.
Sin embargo no puedo desconocer el crecimiento que ha tenido Guatemala con la creación del Instituto de Ciencias Forenses (Inacif), convertido hoy en día en un referente en Centroamérica. Los servicios forenses que tiene Honduras no son nada más que la réplica de los modelos más eficientes que se han implementado en Europa y otros países del continente americano.
PD: Cuénteme un poco de ese postgrado que se imparte en Honduras.
JV: Acabamos de empezar, recién comenzó en 2014. La experiencia que estamos adquiriendo va acorde a lo que estamos viviendo. Le puedo decir con categoría que la primera promoción de médicos legistas se va a formar en una escuela exigente debido a la complejidad de casos que se presentan en el país y la cantidad de leyes que nos abarcan.
PD: ¿En equipo humano y tecnológico cómo andan?
JV: Mucha de la inversión de nuestros laboratorios ha sido facilitada por la Unión Europea, Canadá, Embajada Americana (EEUU), Cruz Roja Internacional… el cooperante está apostando por los servicios forenses porque quieren garantizar que dispongamos de todos los recursos para trabajar bien.
PD: Pero y el gobierno ¿qué ha hecho por esta dirección?
JV: Ellos empezaron a voltear su mirada a los servicios forenses, específicamente al Ministerio Público. A través de los fondos de la Tasa de Seguridad han desembolsado fondos para fortalecer esta dirección. Nos dieron 10 millones de lempiras para invertirlos en el nuevo edificio y 20 millones para tecnología. Estoy convencida que con el apoyo de la Cooperación Externa y el gobierno veremos pronto los resultados y de hecho estamos respondiendo.
Seguimos las órdenes del fiscal general (Óscar Fernando Chinchilla) para tener acompañamiento de la prueba científica con el trabajo fiscal, también apoyamos las pruebas toxicológicas de la Dirección de Investigación y Evaluación de la Carrera Policial (DIECP) y las evaluaciones de menores en abandono que generamos para la Dirección Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).
PD: ¿Hay que estar loco para ser Médico forense?
JV: En realidad no, cada quien tiene su campo de acción y de pasión. Para mí loco es andar haciendo trabajos periodísticos -ja, ja, ja- A nosotros nos apasiona nuestro trabajo y poder poner una prueba científica contundente y oportuna al servicio del administrador de justicia para lograr una sentencia objetiva.
PD: ¿Sienten que la violencia rebasa sus capacidades tomando en cuenta que se registran 15 homicidios diarios en el país?
JV: Por supuesto, nos sentimos cansados, agobiados, pero entendemos con responsabilidad nuestro rol… vemos que la violencia va aumentando, entonces el reto de la ciencia forense por lo menos en Honduras es mucho mayor, es por eso que queremos tener más gente capacitada para incentivar que nos apoyen para resolver categóricamente el problema.
PD: ¿Cuánto dura en promedio una autopsia?
JV: Siempre he dicho que un proceso necrótico es a contra reloj, es decir que no tiene tiempo. Nuestros médicos no tienen un tiempo estipulado para realizar su trabajo porque va desde un cuerpo que recibió 30 impactos de bala hasta uno que tomó la fatal determinación de quitarse la vida por asfixia… Aquí todos vienen a reclamar sus muertos y los quieren rápido, pero les hacemos ver la importancia de una autopsia; le puedo decir que en promedio este proceso puede andar entre dos y cuatro horas tomando en cuenta como ya expliqué la complejidad del cadáver.
PD: Y en un cadáver encostalado, ¿cuánto tardan?
JV: Se trata de una autopsia como cualquier otra, el tema es que hay que ser congruentes con lo que se ha levantado en la escena, hay que revisarlo cómo se encontró y este tipo de levantamientos por lo general se vienen a terminar acá (instalaciones de Medicina Forense). Lo hacemos así porque evitamos el morbo de sacarlo en la escena y exponerlo a la prensa y ante los curiosos. Repito, puede andar entre dos y cuatro horas, pero lo más importante es ser responsables en el trabajo de investigación.
PD: ¿Cuántos integran el equipo forense que hace un levantamiento cadavérico?
JV: Nosotros formamos parte de un equipo, Medicina Forense generalmente en la escena contribuye con un médico, un balístico, uno de biología… por lo general el equipo del levantamiento lo integran el fiscal, el de inspecciones oculares, el agente de la DNIC, el fotógrafo. La escena no es netamente forense, pertenece a un equipo multidisciplinario de personas.
PD: ¿Por qué se existe un registro de huellas dactilares, hay muchos cuerpos que son enterrados sin ser identificados?
JV: Le explico, para el caso en 2011 tuvimos 458 ingresos de cadáveres desconocidos a la morgue capitalina, pero fueron identificados 369, es decir apenas del 19 por ciento no logramos obtener los datos.
Tomando en cuenta los datos de los últimos años, el 10 por ciento de los cuerpos no los logramos identificar. En el proceso de identificación es importante la parte antemortem, aquí necesitamos que alguien venga y nos diga que busca a alguien con determinadas características, pero si desconozco esa información paso a la parte postmortem, tomamos huellas y vamos al registro, lo que finalmente nos arroja las generales de la persona.
Hemos tenido muchos casos que la gente nos reclama un cuerpo, pero al hacer las comparaciones dactiloscópicas nos arroja otro resultado, entonces en este proceso la información antemortem es vital. Lo que quiero remarcar es que para entregar un cuerpo nos valemos de cuatro métodos.
El caso de los fetos nos eleva la cantidad de los desconocidos, pero es lógico porque como voy a identificar este tipo de cuerpos si son abandonados, nadie los reclama y no tengo huellas dactilares para cotejar información.
PD: ¿Hay forma de manipular las estadísticas de muertos que ustedes autopsian?
JV: Por supuesto que no… nosotros aquí muerto levantado muerto colocado. Esta información estará cotejada con Coepol (Centro de Operaciones y Estrategia Policial) y la Universidad será garante de revisar todo este, o sea, estamos hablando de un trabajo interdisciplinario en el que ni yo le estoy regalando más muertos a la gente de Seguridad, ni ellos ocultándose…
Medicina Forense es más que levantar un muerto. Nosotros hacemos diagnósticos, recogemos indicios, aportamos pruebas y lo hacemos en base a la parte científica.
PD: ¿Cuáles son los retos hoy por hoy de Medicina Forense?
JV: Primero, lograr las acreditaciones de los servicios forenses, tener servicios forenses contundentes, oportunos, certificados, que sean confiables para que la población hondureña -nuestros usuarios- tengan la garantía que estos servicios no se venden y que son decisivos para los administradores de justicia.
El segundo reto es que Medicina Forense sea siempre un órgano del Estado que puede mutar a ser más técnica, más científica y garantista de que el personal que aquí trabaja es el más capacitado del país en las tareas que le competen.
Finalmente, tenemos que perseguir ese servicio social, investigativo y humanista para poner la utilidad de los servicios forenses en pro de realizar diligencias científicas.
PD: ¿Por qué siempre escuchamos hablar a los mismos dos o tres especialistas forenses, no existe relevo generacional?
JV: No, no… nos habíamos quedado. No sé lo que pasó, si había interés o no en los relevos generacionales, pero en esta administración nace el postgrado de Medicina Legal, ahora tenemos este edificio, tampoco quiero decir que lo de antes no era mejor, por supuesto que todo ha servido de base y ahora el relevo generacional va porque va.
Queremos formar 40 o 50 especialistas en todo el país y que conste que no sólo forenses, también ocupamos balísticos, antropólogos, biólogos forenses, psiquiatras forenses, genetistas forenses. Es la hora de empezar a invertir en nuestro recurso humano, calificarlo, certificarlo y acreditarlo.
PD: ¿Podemos asegurar que ahora no se arreglan dictámenes forenses?
JV: Yo puedo decir que esta administración no se arregla ni se va a arreglar ningún examen forense. No puedo hablar de las administraciones pasadas, pero le puedo asegurar con contundencia que eso no pasa por nuestras mentes. Somos éticos, profesionales y responsables, jamás nos vamos a prestar a arreglar dictámenes.
PD: ¿Cuándo fue la última vez que usted autopsió?
JV: Cuando ingresaron los cadáveres de las misses (las hermanas María José y Sofía Trinidad Alvarado) hicimos autopsias de ellas, igualmente hace tres semanas hicimos lo propio porque se necesitaba de nuestro trabajo.
Incluso hace dos semanas me tocó analizar un caso muy sonado que nos obligaba a pronunciarnos sobre las causas de muerte del difunto.
PD: ¿Y lo de las morgues móviles en qué quedó?
JV: Gracias a Dios no quedó en algo muy alejado de la realidad. Presentamos el proyecto al Comité Técnico de la Tasa de Seguridad para dos morgues móviles inicialmente que serán usadas en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
También hay que mencionar el tema de los laboratorios criminalísticas, a veces necesitamos hacer pericias de campo de balística e ir a escenas complejas, muchas veces nuestros peritos necesitan hacer las pruebas en la escena, ahora vamos a contar con una unidad de balística móvil equipada con todo y que está valorada en 112 mil dólares.
Con los fondos de la Tasa de Seguridad se nos dan dos clínicas móviles, tres unidades para criminalística: una para balística y dos para los laboratorios que deberán ser usadas en fosas clandestinas y narco laboratorios; también un carro para almacenar 16 a 20 cadáveres que se utilizará para eventos donde hay muertes múltiples. El otro tema son las cinco morgues móviles que vienen.
Para hacer corta la historia el 30 de abril tiene que estar terminado todo el equipamiento, la fiesta de inauguración de todo esto será a finales de ese mes. Con esto se aumentará la cobertura de los servicios forenses y me atrevo a pensar que de un 65 por ciento que tenemos actualmente creceremos en un 20 por ciento más y quedaremos con un 15 por ciento de mora.
Le puedo decir que la Unión Europea nos está dando 480 mil euros (casi trece millones de lempiras) y con eso vamos a abrir una regional semi móvil en occidente. También vamos a comprar los últimos rayos equis para Tegucigalpa y San Pedro Sula.
PD: ¿Qué siente un médico forense cuando escucha reiteradamente que Honduras es el país más violento del mundo?
JV: En realidad sentimos un reto porque queremos que eso se acabe. Nosotros quisiéramos que sólo hubiera un muerto diario y emplear nuestros esfuerzos en la parte investigativa o a la evaluación de vivos, pero como me tienen saturada con tanto cadáver llega un momento en que o uno lo asume profesionalmente, o llega el momento que nos agotamos.
Estamos planificando vacaciones profilácticas para ellos, ya que viendo todos los días violencia y más violencia, tenemos gente que se ha afectado.
PD: Cuando se especula mucho que un determinado cadáver recibió cinco impactos de bala y otras versiones dicen que fueron 40 ¿por qué Medicina Forense no sale al paso de esas informaciones?
JV: En estos temas de investigación no nos podemos saltar y darle armas o información a los hechores. Tenemos la información clara y limitada, sabemos lo que podemos decir y que no… La información que le doy a la prensa está normatizada, porque si no estropeo el proceso de investigación y hasta allí llegó mi función.
Las puertas de la prueba científica hondureña están abiertas, a veces no revelamos todas las recetas de la cocina porque los delincuentes saben qué hacemos nosotros.
Le puedo decir que muchas de las capturas que suceden pasan por la prueba científica que nosotros aportamos.
PD: ¿Cuándo usted muera le gustaría que le hicieran autopsia?
JV: Sinceramente no quisiera. Le voy a contar el caso de un compañero que se suicidó y dejó una nota en la que pedía que no lo fueran a autopsiar, nosotros hubiéramos querido respetar esa última voluntad… al final se la hicimos y nadie se la quería hacer.
En mi caso, si mañana ya sea por un tema médico legal, es decir muerte violenta u otra que necesita autopsia, ni modo… ese proceso no se lo han podido quitar ni ex presidentes, mucho menos yo que soy un simple mortal.
PD: ¿Y ha autopsiado familiares?
JV: No, nosotros nos recusamos de autopsiar a familiares, en estos temas no somos éticos y no hacemos un trabajo adecuado, no podemos somos seres humanos.
PD: Para los que desconocen la importancia de los servicios forenses ¿qué mensaje les manda?
JV: Quiero que conozcan que los servicios forenses hondureños están trabajando día a día por tecnificarse y mejorar. Procuramos que la prueba forense sea confiable, va a ser un verdadero respaldo para judicialización de los casos. No hay delitos que puedan quedar impunes, los muertos hablan y los indicios dicen…