Tegucigalpa – El anuncio del gobierno hecho en las últimas horas de intervenir una decena de almacenes de medicamentos en el sistema sanitario público, apenas es otro paso para procurar que finalmente el paciente reciba lo que el médico le receta.
– El anuncio del gobierno será valorado por la lupa del capítulo Transparencia Internacional en Honduras, advierten actores.
– De nada sirve que se compren millonarias sumas de dinero en medicamentos, sino existe un método certificado de distribución, asignación adecuada por hospitales y dispensación de los mismos, opinan protagonistas de la salud.
Por décadas el almacenamiento, distribución, dispensación y entrega de medicamentos al paciente ha sido tan sólo un sueño acariciado por una población hondureña enferma.
En el campo de la salud las historias atiborran pasajes de vencimiento de medicinas, robo de insumos, farmacias vacías y colapsadas, negligencias médicas.
En las últimas horas el propio presidente Juan Orlando Hernández anunció la intervención de ocho hospitales públicos con el objetivo de cambiar la forma de almacenar, distribuir y entregar el medicamento al paciente.
La medida también abarca al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), de Tegucigalpa y San Pedro Sula.
El jefe del Ejecutivo dijo que no se permitirán más mafias, que por décadas han llenado de dinero sus bolsillos a costillas de vidas hondureñas que partieron al más allá por la falta de medicamentos en los almacenes del sistema público.
Prometió que “el país tendrá un nuevo sistema de almacenaje, distribución y de entrega a la persona, ese proceso debe ir acompañado de características importantes como el uso de tecnología que nos permita identificar cómo se compró ese frasco, a qué precio, a qué casa, los estándares de calidad, como fue trasladado y a qué persona se le entregó, así como el médico que otorgó la receta”.
Los ocho hospitales intervenidos son los que tienen mayor afluencia en el país: Mario Catarino Rivas, Hospital Regional de Occidente, Hospital de Atlántida, Hospital de Olancho, Hospital de Comayagua, Hospital del Sur, Hospital El Tórax y Hospital San Felipe.
Asimismo, los centros de salud con mayor afluencia de pacientes: Alonso Suazo en Comayagüela y el Miguel Paz Barahona de San Pedro Sula. También el Seguro Social de San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Para llevar a cabo estos propósitos, la ministra de Salud, Yolani Batres, anunció cambios no sólo en la jefatura del Almacén Central de Medicamentos, sino también en los mandos intermedios, con el objetivo de lograr que las medicinas lleguen finalmente al paciente.
La funcionaria explicó que desde la semana pasada elaboran el plan de intervención a los ocho hospitales que se divide en dos etapas: la primera es la intervención directa tanto en el Almacén Central como en los hospitales y la segunda es empezar la distribución lo más pronto posible.
Ex ministra de Salud cree que sólo es un paso
En comunicación con Proceso Digital, la ex ministra de Salud, Roxana Araujo, dijo que las intervenciones anunciadas por el gobierno, así como el resguardo militar de las bodegas de almacenes de medicamentos, únicamente forman un eslabón de la cadena para garantizar que el producto llegue al paciente.
A su criterio, “el proceso de intervención está orientada a las últimas noticias que trascendieron con respecto a ciertos medicamentos que estaban en el Almacén Central y no habían sido distribuidos”.
Calificó la problemática como histórica que data de los últimos 30 años. “Antes hablar de intervención de hospitales podría costarle la vida a más de algún funcionario, ahora es algo que sucede para continuar procesos de transparencia que ya comenzaron”, apuntó.
Araujo, quien actualmente funge como jefe de emergencias del Hospital Escuela Universitario (HEU), remarcó que la decisión de intervenir los almacenes de medicamentos no garantiza que se acabará el problema.
“Aquí hay que vigilar varios pasos: desde que se adquiere el medicamento, cuando éste se recepciona, seguidamente cuando se almacena, luego cuando se distribuye… pero considero que la decisión tiende a ver resultados concretos en corto tiempo”.
Hay problemas de raíz que deben resolverse
En tanto la representante de Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), Ludim Ayala, recordó que la determinación de intervenir y resguardar los almacenes de medicamentos del sistema público, se tomó durante la gestión de la ex ministra Roxana Araujo en 2013.
“Fue efectiva la decisión en un primer momento, pero hay problemas de raíz que tienen que buscar cómo resolver, que implica la distribución de las medicinas. Lo que ha pasado es que se compran millonarias cantidades en medicamentos y no son distribuidos de la manera correcta”, criticó.
Ejemplificó que centros hospitalarios que requieren menores cantidades les envían más y los que de verdad las necesitan no reciben el inventario adecuado.
Ayala lamentó que pese a que las historias en salud transcurren en escándalo tras escándalo “nunca hay responsables tras las rejas. Desde unos años para acá se ha intentado poner orden y lo que se ve es únicamente que se pone un mantel sobre la mesa que tiene bastante sucio y luego pasa lo mismo”.
El tema de corrupción debe estar ajeno a este proceso
Mientras, la doctora Blanca Munguía de la organización Transformemos Honduras, reflexionó que si el gobierno impulsa nuevas acciones para evitar el robo de medicinas en los hospitales, sólo quiere decir que ningún proceso implementado hasta la fecha ha dado los resultados esperados.
Remarcó que el robo de medicinas en el sistema público es un problema de décadas, que se ha agudizado en los últimos gobiernos.
“Lo que esperamos es que la nueva propuesta tenga un verdadero interés de ofrecer respuesta a la población y de solucionar el problema, que no haya una agenda oculta a través de esto”, aseveró.
Munguía apuntó que cuando se anuncian este tipo de medidas se generan muchas suspicacias y dudas en la población por lo que históricamente ha pasado en el país.
“De lo que sí hay que estar seguros es que entre la población existe un clamor fuerte de que su necesidad de salud sea atendida.
El dar respuesta no debería ser la oportunidad para un gobierno para hacer acciones ilegales, al contrario, lo deben ver como la oportunidad de generar acciones transparentes de la gestión pública”, puntualizó.
Evangélicos abogan por veeduría nacional El presidente de la Confraternidad Evangélica de Honduras, Alberto Solórzano, dijo que no hay que menospreciar a la gente hondureña en lo que respecta a la veeduría social y dejar voltear la vista al campo internacional. “Nos parece excelente lo de Transparencia Internacional, pero debemos acostumbrarnos que no sea del extranjero que nos vengan a resolver los problemas, aquí hay veeduría que perfectamente como ciudadanos nos podemos comprometer en este tema”, refirió. Exclamó que “celebramos el esfuerzo de adecentar todo el tema del manejo de los medicamentos. Quiero mencionar que nos preocupa que la ministra de Salud (Yolani Batres) haya firmado meses atrás un convenio con el CNA de acompañamiento para este tema. Vemos con mucha preocupación que no se ha atendido lo que hemos dicho porque no solamente es transparentar la compra del medicamento”. Solórzano recalcó que la pérdida de medicamentos muchas veces se da en el trayecto hacia el hospital, un eslabón que no es supervisado por nadie; “en el hospital mismo se puede crear un comisión que puede estar compuesta por un paciente, gente del centro asistencial, veeduría del CNA…”. |