Tegucigalpa – Luego que en 2014 se estrenaran cuatro películas de producción nacional, Honduras está a la vanguardia en la elaboración de películas comerciales en comparación a los países de la región.
– Honduras a la vanguardia en la producción de películas comerciales.
– La película con mayor número de asistencias al cine durante su exhibición ha sido hasta el momento “Quién Paga la Cuenta” con 105 mil asistencias, seguida de “Una Loca Navidad Catracha” con 90 mil asistencias.
-En el 2014, tres de cada diez personas que asistió a las salas de cine en Honduras fue para ver “Cuentos y Leyendas de Honduras” o “Una Loca Navidad Catracha”.
Así lo indicó a Proceso Digital el cineasta hondureño Hispano Durón, quien aclaró que el país centroamericano está a la vanguardia en la producción de películas comerciales, aunque no sea el país con mayor número de producciones.
Explicó que Guatemala es el país centroamericano que más películas produce al año, seguido de Costa Rica y en un tercer lugar quedaría honduras.
En ese orden, señaló que “el cine en Honduras está en su mejor momento”.
Historia del cine
El también catedrático universitario refirió que el cine nacional se inició en 1963 con la producción y exhibición de la película MÍ Amigo Ángel de Sami Kafati, quien murió en 1996 aún sin finalizar un largometraje que luego su familia culminaría y titularía “No hay Tierra sin Dueño”.
Luego en el año 1977 se estrenó el largometraje «El Reyecito» o «El Mero Mero” del también extinto Fosi Bendeck.
“Entre ambas películas existió un lapso muy grande y esa fue la principal característica del cine hondureño en el siglo pasado”, relató el cineasta.
Comentó que el panorama cambia en la primera década del siglo XXI cuando se da una “explosión” de producciones cinematográficas no sólo en Honduras sino en la región centroamericana.
Entre los años 1977-1980 se realizaron algunos documentales financiados por el Ministerio de Cultura y Turismo de esa época.
No obstante, el cine hondureño recobra auge en el año 2002 con la presentación en las salas de cine nacional de tres películas: No hay Tierra sin dueño (Sami Kafati), Anita la Cazadora de Insectos (Hispano Durón) y Almas de la Medianoche (Juan Carlos Fanconi).
Posteriormente se produjeron otros largometrajes entre los que destacan Angelina, escrita por Carlos F. Gutiérrez, fue llevada al cine en 2008, producida por Carla Calderón.
“Amor y Frijoles”, llevada al cine en 2009, producida por Guacamaya Films, dirigida por Mathew Kodak y Hernán Pereira.
“Toque de Queda”, de Javier Suazo Mejía. «Unos Pocos con Valor», 2010, dirigida por Douglas Martin e Ismael Bevilacqua y producida por Marisol Santos; con permanencia de exhibición en cines de 12 semanas.
“Quién dijo miedo, Honduras de un golpe…” producido por Terco Producciones y dirigido por Katia Lara.
«El Xendra», segundo largometraje del director Juan Carlos Fanconi. Exhibida simultáneamente en 56 salas de Centroamérica entre octubre y diciembre de 2012.
“Boom” del cine en Honduras
De acuerdo al también cineasta Abraham Espinoza el “boom” (auge) del cine hondureño no se da sino hasta el 2014, algo con lo que también coincide Durón.
“En 2014 viene otra explosión porque se estrenaron cuatro películas hondureñas, una en particular rompe record de asistencia”, expresó el director de la película “Anita la Cazadora de Insectos”.
Por su parte, el también periodista Abraham Espinoza acotó que el reciente concluido año un 30 por ciento de total de las butacas de los cines en Honduras fueron llenadas durante la presentación de las películas “Cuentos y Leyendas de Honduras” y “Una Loca Navidad Catracha”.
Sumado a las anteriores producciones también se exhibieron “Pichinguitos” (Edgar Rodríguez y Marvin Valladares) y “Once Cipotes” (Tomás Chi).
Calidad del cine hondureño
En opinión de Espinoza “el auge de una película se mide en estándares de calidad y no de asistencia a las salas del cine”.
En tal sentido, dijo que puede llegar un momento en que la gente acuda al cine para ver películas hondureñas pero las mismas no serán exhibidas por los cines debido a su baja calidad.
No obstante, consideró que “si se hace un buen cine en 2015 y 2016 el cine hondureño puede tener un futuro prometedor.
Actualmente los avances tecnológicos permiten facilidad para producir, hasta el punto que es posible grabar un cortometraje con un celular o una tableta lo que hace que existan mayores producciones pero menor calidad en el contenido, argumentó.
Ejemplificó que en el 2009 se exhibió con mucho éxito la película “Amor y Frijoles”, pero tras varias producciones con menores estándares de calidad las salas de cine se cerraron y permitieron exhibirla nuevamente hasta 2012. “Esto Puede volver a suceder si los cineastas no tienen la seriedad que requiere para este tipo de producciones”.
2015, año de cine y de cortometrajes
En palabras de la jefa de la cinemateca de la Universidad Nacional Pedagógica Francisco Morazán (UNPFM), Silvia Pérez, “este año hay mucho fervor para hacer cine, se está viendo que es un buen negocio pero que también es un buen medio de comunicación”.
Es por tal razón que ya se tienen planeado al menos ocho proyectos para producir películas contando los ya estrenados (“Un Loco Verano Catracho” y “Venganza y Justicia”); también en los próximos días se exhibirá en cines nacionales la cinta “Chincheman” de Igor Padilla.
En el mismo orden se espera la producción de cientos de cortometraje ya que los avances tecnológicos permiten que la realización de los mismos no represente costos mayores, acotó Pérez.
“Uno se impresiona de la cantidad de cortometrajes que existen publicados en las redes sociales, sólo es cuestión de buscarlos”, expresó.
Acto seguido afirmó que la cantidad de cortometrajes en parte obedece a que todas las universidades de Honduras cuentan con clases de cine o ligadas al cine por lo que la producción de cortometrajes es constante.
Financiamiento
Todos los entrevistados concluyeron que debe existir una mayor apertura gubernamental para financiar los proyectos cinematográficos en Honduras, sin dejar de reconocer que el Gobierno destina a través de la dirección de Cultura, Artes y Deportes una pequeña partida presupuestaria para apoyar el séptimo arte.
La mayor parte de las producciones han sido apoyadas por la empresa privada, pero no todos los proyectos llegan a conseguir un patrocinio de este sector, el mismo se suele dar a las películas altamente comerciales.
Lo anterior, sin dejar de lado que el cine independiente aún no existe en Honduras más que en la utopía de los cineastas.
Divergentemente, es indiscutible negar que el cine hondureño viva uno, si no es que el mejor momento por lo que los cineastas nacionales no dudan en afirmar que el país está a la vanguardia en la producción de películas comerciales.
Llegó el buen tiempo del cine hondureño
El productor de Guacamaya Films, Mathew Kodak , dijo que la nueva oleada de películas hondureñas obedece a la energía de los jóvenes de hoy en día, quienes tienen muchas historias que contar, además el talento sobra en este país centroamericano.
“El buen tiempo del cine hondureño está aquí ya, esto es sólo el inicio porque lo que viene será realmente impresionante, dentro de unos dos años habrá un auge en la cantidad de producciones, fácilmente estarán llegando 10 películas por año”, auguró Kodak.
Destacó que la camada de talento hondureño tiene muchas ganas de triunfar, además pueden echar mano de recursos tecnológicos y aprovechar esa necesidad de los amantes al cine de contar con producciones locales.
Reiteró que “es apenas el inicio de muchas buenas cosas que están en camino”.
Kodak, productor de las películas “Amor y Frijoles” y “¿Quién paga la cuenta?, anunció que para 2016 espera rodar un nuevo film.
“Hoy en día hay trabajo en el mundo de producción, no sólo en cine, y eso nos permite elevar el nivel de profesionalismo”, narró.
El productor de cine recomendó que problemas de inseguridad, migración y otros flagelos perfectamente puedan ser abordados en producciones cinematográficas; “Hay que contar este tipo de historias porque en nuestro medio hay espacio para todo”, finalizó.