Tegucigalpa – Primero una ley que prohibía la portación de armas, que sigue vigente, luego una saturación de elementos de seguridad y después el estado de excepción, nada parece funcionar para controlar la violencia en el departamento de Colón, la cual parece estar alimentada por una variedad de factores.
El recién asesinato el pasado lunes de dos agentes policiales por parte de criminales, los cuales eran perseguidos, provocó que la Policía Nacional reaccionará y enviará un contingente que permita capturar a los responsables y restablecer la seguridad en la zona.
La operación se ha saldado inicialmente con la detención de uno de los presuntos responsables, a quien la Policía Nacional le incautó cinco fusiles, incluyendo los dos de los agentes que fueron asesinados. Posteriormente se informó de la detención de otro sospechoso.
“Cae el primer detenido con las armas de reglamento de nuestros compañeros asesinados en Colón. En total son 5 fusiles y un vehículo decomisado. Los fuertes operativos continuarán en esa zona hasta que el brazo de la ley alcance a los responsables de ese abominable hecho”, indicó el ministro de Seguridad Gustavo Sánchez en su cuenta de X.
Colón es un departamento que tiene varias fuentes que alimentan la violencia en la zona. Es un corredor del narcotráfico, al cual se ha sumado que es una de las zonas donde se han identificado las plantaciones de coca.
Como corredor del narcotráfico usualmente se habilitan narcopistas, las cuales son buscadas e identificadas por las fuerzas de seguridad que terminan destruyéndolas.
Violencia común
Pero otro factor que destaca al caribeño departamento en la violencia común que golpea el departamento, con asesinatos de personas sin aparentemente estar involucrado el crimen organizado.
Las muertes violentas de personas comunes parecen estar a la orden del día, sin que las fuerzas policiales y sus cuerpos de investigación puedan dar con los responsables de tales crímenes.
Justamente estos asesinatos descontrolados provocaron que las autoridades departamentales pidieran al Congreso Nacional que se aplicará una prohibición del uso de armas, medida que no ha podido contener la ola violenta.
Pero la medida es rechazada por diversos sectores del departamento que en agosto pasado se reunieron y acordaron un bloqueo en Colón si el Congreso Nacional no deroga el decreto 117-2012 que prohíbe el uso de armas y que se encuentra vigente.
Estado de excepción
Además de la prohibición del uso de armas desde el 2012, el departamento de Colón se encuentra en estado de excepción que decretó la presidenta Xiomara Castro luego que tres policías fueran asesinados en la comunidad de Agua Amarilla, Tocoa.
El estado de excepción se mantiene desde el 24 de abril del 2023 y el mismo no ha podido detener los crímenes violentos en la zona, así como la actividad del narcotráfico.
Igualmente el gobierno de Castro decidió otorgar a la Policía Militar el control de Colón, además de otros departamentos, ya que se encuentran en el corredor de la droga.
Conflictividad por tierras
Otro elemento que destaca en el departamento es la conflictividad social por la lucha de la tierra, la cual se ha intensificado.
Muchos grupos se toman fincas de palma africana, pero diversos grupos señalan que se tratan de verdaderos grupos criminales que invaden las plantaciones que están listas para producir y recolectan la fruta la cual es vendida posteriormente.
Recientemente otro grupo de campesinos ocupó fincas bananeras alegando que las tierras fueron compradas a sus padres por una empresa a precios menores y con subterfugios. (PD)
