Proceso Digital entró a las barracas de la mencionada posta que componen unas 37 mujeres, quienes se preocupan por defender, honrar y respetar el uniforme que juraron defender con los mayores principios que exige la sociedad.
Posta muy singular Diariamente en el recinto policial que se ubica enel antañón barrio La Guadalupe se reciben todo tipo de denuncias, pero las que más se repiten son las de violencia doméstica y los robos.
A pesar de todo el trabajo que les toca hacer, apenas cuentan con una motocicleta para trasladarse. Las mujeres policías generalmente andan cerca de las instituciones educativas, centros comerciales y realizan una labor preventiva. |
Bajos salarios Pero no todo es color rosa en el mundo de estas agentes del orden. “La verdadera realidad es que no ganamos lo que deberíamos, pasamos mucho tiempo aquí y dejamos de atender a nuestras familias. Este es un trabajo muy sacrificado y obviamente quisiéramos ganar más”, lamentó la inspectora.
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La mujer policía marca la diferencia Para Ávila Robledo, las mujeres son menos corruptas que los hombres. “Tenemos la conciencia más sana y no tenemos la capacidad de dañar a alguien, hacemos las cosas por pasión y no buscamos lucro económico en las actividades que realizamos, sino que buscamos el beneficio de las personas”, agregó mientras arreglaba uno de los botones de su impecable fatiga. Actualmente la Policía Nacional atraviesa una de las peores crisis de su historia a lo que la oficial del cuerpo de Seguridad manifestó “esto nos sirve para superarnos y tratar de ser mejores cada día. Vamos a enmendar los errores cometidos por otras personas. No nos merecemos la situación que estamos pasando y estoy segura que vienen cosas mejores para nosotras”. |
Les indigna que metan a todos en el mismo saco Para la oficial de policía, “es indignante” ver las noticias y escuchar que los comunicadores sociales generalizan en sus apreciaciones en torno a la crisis que abate a la policía y que involucra a elementos de ese cuerpo en hechos que lindan con el crimen. “Nos sentimos mal cuando vemos por las noticias que varios compañeros de la institución han estado coludidos con el crimen organizado, robo y sicariato. Los que amamos a la Policía nos sentimos muy mal. Hay muchos que hacen las cosas bien, y más me molesta cuando empiezan a comparar la Policía de Honduras con la de otros países. Cuando ustedes hablan mal de nuestra institución es como que hablen mal de mi madre”, expresó. |
Diferentes tareas Las mujeres que componen el distrito policial femenino de La Guadalupe hacen labores sociales, van a los jardines de niños, a las escuelas, ofrecen charlas a patronatos y atienden a personas que se encuentran desaparecidas al grado de ofrecerles un techo donde pasar la noche, así como un plato de comida. También les ha tocado amamantar a niños que han sido dejados abandonados o rescatados de algún peligro. “Hemos tenido niños en período de lactancia, a algunas de mis compañeras les ha tocado amamantarlos y cuando nadie está apta, mandamos a comprar leche y solucionados el problema”, recordó.Sobre la nueva Ley de Reforma a la Seguridad Pública y que tiene por objeto depurar a la Policía, Fiscalía y Corte Suprema de Justicia, la agente dijo que espera que verdaderamente se haga un proceso justo.
La agente quiso aprovechar la presencia en la red de Proceso Digital para decirle a su jefe máximo, el ministro de Seguridad Pompeyo Bonilla, que “en la Policía Nacional hay bastantes elementos que están dispuestos a luchar para poner en alto el nombre de la institución. Todavía hay esperanza en nosotros y le pido que tenga presente que todas las autoridades que hay en la tierra fueron puestas por Dios y que no importa la situación que atravesamos porque al final vendrá la calma. Nuestro señor Jesucristo está haciendo grandes cambios, la rectora universitaria es una señal que Dios ha puesto para que haya un cambio en la Policía, Dios está obrando a través de ella…”, puntualizó. Ávila Robledo se puso de pie y se marchó. Afuera de la posta la esperaba un grupo de mujeres policías que como todos los días salen a patrullar en las calles de la zona. Y allí van ellas con la pesada carga de adecentar una institución que ha sido manchada por algunos hombres que no han sabido hacerle honor al uniforme. |