Los tres jugadores dieron positivo por boldenona, una sustancia anabolizante que aumenta la fuerza muscular, en las pruebas que les realizaron para las semifinales y finales del Torneo de Apertura que concluyó en diciembre pasado.
Según la Comisión Médica de la Federación de Fútbol que preside Rafael Robles, de forma provisional los futbolistas fueron inhabilitados de toda competición.
Robles explicó a medios deportivos locales que tanto Machado como Thompson y Ceballos, se portaron como «profesionales» durante una audiencia con la Comisión Médica y pidieron que se les practique el contraanálisis.
A los jugadores se les tomará nueva muestra y los resultados dependen de que Comunicaciones pague su costo y de la disposición del laboratorio de Canadá.
«Sus nombres (la de los jugadores) se han visto manchados y será responsabilidad de nosotros limpiarlos», dijo el gerente del Comunicaciones, actual subcampeón de Guatemala, Roberto Alfaro.
Los jugadores se han declarado inocentes de haber consumido la sustancia prohibida.
«No ingerí nada prohibido. Es un momento difícil pero no tengo nada que esconder. Jamás he sacado ventaja de estas cosas», aseguró Thompson.
Ceballos también manifestó que «se está cometiendo una injusticia» y que espera que todo se resuelva.
El defensa panameño también sostuvo que se siente limpio y que desconoce cómo llegó la boldenona a su organismo y que confía en Dios para que todo se aclare.
La inhabilitación de Thompson y Ceballos también afecta a la selección nacional, a la que pertenecen, y la cual ya inició desde el pasado lunes sus entrenamientos para la nueva fase eliminatoria para el Mundial de Brasil 2014.
«Estoy dolorido, es algo que no esperábamos. Thompson es un jugador importante y Marvin un chico tremendo», dijo a medios locales el técnico de la selección, el paraguayo Ever Almeida.
Además de los tres jugadores del Comunicaciones, el portero del Xelajú, Byron Ramos, dio positivo por consumo de cocaína y quedó inhabilitado temporalmente.
De salir positiva la nueva prueba, los futbolistas podrían sufrir una suspensión mínima de un año fuera de las canchas.
No es la primera vez que un futbolista da positivo en Guatemala. La última vez fue hace cuatro años cuando Jimy Ozaeta, jugador del Jalapa, dio positivo por nandrolona, y Edward Santeliz, del Suchitepéquez, por marihuana. Ambos fueron suspendidos por dos años.
En el 2006, según Prensa Libre, el jugador David Espinoza también fue suspendido seis meses al dar positivo por boldenona, y en el 2005 Mynor Dávila fue sancionado con año y medio por haber consumido la misma sustancia.
