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Un granito de café

Chasty Fernández López

Un día la hija de un par de ancianos se quejaba acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y estaba a punto de darse por vencida.

Sus padres se dedicaban al cultivo del café y al escuchar sus quejas decidieron llevarla a su lugar de trabajo. Su madre llenó tres ollas con agua y las colocó sobre el fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó tres zanahorias, en otra colocó tres huevos y en la última colocó tres granos de café. Los dejó hervir sin decir ni una palabra. La hija espero impacientemente preguntándose que estarían haciendo sus padres.

A los veinte minutos, el padre apagó el fuego; sacó las zanahorias y los huevos y los colocó en un plato. Coló el café y lo puso en una taza.

Mirando a su hija le dijo: – “hijita; ¿Que ves?”. – “Zanahorias, huevos y café papá”- respondió con asombro

Hizo que se acercara y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera, al sacarle la cáscara observó que el huevo estaba duro. Por último, pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de aquel delicioso aroma.

Humildemente la hija preguntó: – “¿Que significa esto, papá?”

Respondió –los tres elementos han enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero han reaccionado en forma diferente.

Las zanahorias llegaron al agua fuertes, duras, pero después de pasar por el agua hirviendo estaban débiles, blandas, fácil de deshacer. Los huevos habían llegado al agua frágiles, sus cáscaras finas protegían su interior líquido, pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café, sin embargo, eran los únicos que después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

– “¿Cual eres tú?”, preguntó a su hija.

– “Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?”.

_ Ella quedó muy pensativa.

Ahora mi pregunta para ti es, ¿a quién te asemejas?

– ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves frágil y pierdes tu fortaleza?

– ¿Eres un huevo que comienza con un corazón maleable y con un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o una pérdida de trabajo te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿te has convertido en una persona amargada y áspera, con un corazón endurecido?

– ¿O eres como un grano de café? El café cambia cuando el agua hierve, al llegar al punto de ebullición alcanza su mejor sabor. ¿Eres como el grano de café que cuando una situación se pone difícil, tu reacción es enfrentarlo de una forma positiva para que todo a nuestro alrededor funcione de la mejor forma?

¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

En lo personal, deseo siempre ser un granito de Café

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