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Último refugio espiritual de los hondureños atacado por el crimen

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Tegucigalpa – La violencia en Honduras parece no tener límites. El último refugio espiritual de los feligreses ha sufrido severos y constantes ataques del crimen común y organizado. Iglesias saqueadas, cultos irrumpidos por las balas, pastores asesinados y hasta un cura párroco apuñalado, son parte de los hechos que contrastan la realidad del país.
 

– Un domingo sangriento dejó el balance mortal de 22 muertos, al menos los que se conocieron mediáticamente. Cuatro de las víctimas murieron en una iglesia.

El sábado en horas de la noche decenas de feligreses se congregaban en una iglesia evangélica de la comunidad de La Comba, municipio de Morazán en el departamento de Yoro, norte de Honduras. En ese momento varios individuos armados irrumpieron el lugar y comenzaron a disparar a varias personas que estaban en el recinto sagrado. El saldo: dos hermanos y un menor de 12 años muertos.

La violencia no paró con este hecho criminal. Pobladores del sector lograron detener a uno de los presuntos victimarios e igualmente lo asesinaron a machetazos.

En otro hecho ocurrido la semana pasada, un hombre ingresó a una iglesia, donde se encontraba su esposa y luego la asesinó cegado por celos.

El crimen ocurrió en la iglesia cristiana Filadelfia, en la aldea La Unión del municipio de Tela, Atlántida. La víctima Ernestina Corea (46) perdió la vida a manos de su esposo, con el que tenía 22 años de casada, tiempo en que procrearon nueve hijos.

En una historia como sacada de la novela, el victimario Juan de la Paz Castro Rodríguez (45), ingresó al recinto sagrado y mientras su mujer oraba de rodillas se le acercó por la espalda, la abrazó, le dijo “te amo”, y posteriormente le asestó un certero balazo, de acuerdo a un relato del propio parricida.

Hechos contrastan con el mensaje de la homilía

Paradójicamente a lo que les ocurrió a los feligreses en Morazán, Yoro, el mensaje de la homilía dominical clamó por el cese a la violencia e impunidad en Honduras.

“¿Cómo reaccionamos cuando algo sale mal?, ¿Es la violencia nuestra respuesta al mal?, no olvidemos que la violencia engendra más violencia”, subrayó el vicario de la Catedral de Tegucigalpa, Carlos Rubio, quien pidió a los hondureños ser más “tolerantes” ante las críticas.

En su mensaje durante la homilía dominical, Rubio destacó que el principal propósito de cada cristiano debe ser “vencer el mal a fuerza del bien”.

“Debemos decir no a la violencia, sí a la vida en paz, no a la impunidad, sí a la justicia, no a la esclavitud, sí a la libertad”, añadió.

Ocho pastores asesinados en 2013

En los primeros seis meses de este 2013 ya se contabilizan ocho asesinatos de pastores evangélicos, es decir uno cada 20 días.

El último antecedente data del 20 de junio, hace diez días, cuando el pastor Eduardo Mejía, fue encontrado asesinado en una aldea ubicada a cinco kilómetros de Santa Rosa de Copán.

El 30 de mayo, otro pastor de la Iglesia La Cosecha fue asesinado a la altura de Casa Quemada, por individuos que se conducían a bordo de una motocicleta. El nombre de la víctima: Eulogio Ramírez Cálix (47).

También se suman otros crímenes contra seis líderes religiosos más: Elio Ramón Valladares Hernández (45), muerto a balazos; Braulio Manuel Raudales (57), acribillado en la sexta avenida de la ciudad de Comayagüela; además en otro hecho un pastor de origen nicaragüense fue torturado y luego asesinado en la comunidad de San José de La Landa, Choluteca.

El 7 de mayo, el pastor Omar Castellanos murió después de recibir varios disparos en un restaurante ubicado en la ciudad de La Ceiba, Atlántida.

Mientras Daniel Octaviano Baquedano (49), pereció de forma violenta tras ser alcanzado por las balas en un enfrentamiento entre pandilleros en la colonia Villafranca de Comayagüela.

La cadena de violencia llega hasta el atentado criminal que recibió un cura párroco en el Caribe hondureño, mientras éste hacía labor social.

Se trata de Hermenegildo Ramírez, quien fue atacado a puñaladas al momento que participaba en una brigada médica en la comunidad de Belaire en Jutiapa, Atlántida.

Saqueo de iglesias

Ni los templos religiosos se han escapado de las garras de la criminalidad. La semana que recién terminó registró el atraco a varias iglesias e incluso un museo donde se exhibían importantes piezas del mundo católico.

La iglesia de Jesús de Otoro fue atracada por tercera vez. El hecho se produjo la semana recién concluida y los malhechores se llevaron un valioso cáliz bañado en oro, un ecualizador, así como otras pertenencias entre las que figuran parlantes y micrófonos.

El jueves 27 de junio, le tocó el turno a la iglesia evangélica Asambleas de Dios, de Jesús de Otoro, Intibucá, de donde los ladrones se llevaron los equipos de audio.

El asalto ocurrido el pasado miércoles en el Museo de Arte Religioso Colonial de Comayagua, de donde hábiles delincuentes, se llevaron más de 70 valiosísimas piezas que corresponden a los siglos XV, XVI y XVII.

A estos hechos se suman una cadena de asaltos contra templos y casas religiosas en todo el territorio hondureño.

Ni en las iglesias se consigue la paz que buscan los hondureños porque están expuestos a que llegue cualquier individuo y les arrebaten la vida. El último refugio espiritual ha sido duramente golpeado por la violencia.

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