Doha – Preocupado por que no se filtrase nada del once inicial que mostrará ante Serbia, el seleccionador brasileño Tite dirigió este miércoles el último entrenamiento previo al arranque mundialista ante Serbia.
En el complejo Gran Hamad, en el centro de Doha, los brasileños, entre risas y buen ambiente, se entrenaron a poco más de 24 horas de enfrentarse a Serbia, en un partido que repite la fase de grupos de 2018 y la final del Mundial sub’20 de hace siete años.
Tite ha intentado guardar al máximo la alineación con la que jugará este jueves, por las dudas que existen, sobre todo, en la delantera, con una propuesta más ofensiva que opte por Vinícius y una más conservadora que prefiera a Lucas Paquetá.
Para blindar al equipo, Tite ha realizado una de las tres últimas jornadas de entrenamiento a puerta cerrada y en las otras dos solo ha permitido la presencia de prensa y fotógrafos durante 15 minutos, insuficiente para sacar conclusiones, ya que en ese tiempo apenas se pueden observar ejercicios de calentamiento y pequeños juegos.
Sí se pudo apreciar, instantes antes de que la prensa tuviera que salir, ejercicios de combinación entre los jugadores de ataque brasileños, con conexiones, por ejemplo, entre Vinícius y Richarlison. Mientras que la presencia del madridista en el once es un misterio, es mucho más claro que el futbolista del Tottenham formará arriba.