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Trump renuncia al libre comercio y eleva tensiones

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Tegucigalpa/Washington Las cartas están develadas: Donald Trump ha puesto en los aranceles a productos que México exporta a Estados Unidos y las remesas enviadas por los mexicanos a su país como los mecanismos para financiar su muro en la frontera sur que prometió en su campaña y en su discurso de toma de posesión.

– El presidente estadounidense quiere golpear a México con aranceles a productos y remesas para pagar el muro

– El tema de las remesas golpearía a Honduras con menor crecimiento y una mayor tasa de devaluación.

– De entrada, renunció al acuerdo Transpacífico

El anuncio fue realizado por el vocero de la Casa Blanca y de Trump, Sean Spicer, quien estimó en un 20 por ciento el arancel que se aplicaría a los productos mexicanos que ingresan a suelo estadounidense.

La lógica matemática de Trump y de sus allegados es que México tiene un superávit comercial con Estados Unidos de 50 a 60 mil millones de dólares y que el arancel del 20 por ciento financiaría el muro a construirse en la frontera al aportar de 10 mil a 12 mil millones de dólares.

El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, estimó que el muro de 2 mil kilómetros en la frontera que comparten estadounidenses y mexicanos tendría un costo entre 12 mil a 15 mil millones de dólares.

Pero los mexicanos exportaron a Estados Unidos el 2015 la cantidad de 295 mil millones de dólares, lo que implica que la cantidad a recaudar sería mayor a la financiación del muro.

La bomba informativa de Spicer apenas duró un par de horas, teniendo que salir después a señalar que el 20 por ciento de arancel a aplicar a los productos mexicanos es una de las “opciones” que tiene la nueva administración, indicó el novel portavoz presidencial.

Sin embargo, fue suficiente para mandar un potente mensaje a México y al mundo. Que Washington se retira del libre comercio y apuesta fuertemente al aislacionismo para lograr su recuperación económica.

Ya que el anuncio de aplicar el 20 por ciento de arancel a los productos mexicanos que llegan a suelo norteamericano, indicará que el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, por sus siglas en inglés), será anulado o completamente “revisado”.

Tensión se eleva

Pero en el séptimo día de la presidencia de Donald Trump ha sido suficiente para que el nivel de la tensión se eleve en las relaciones entre Washington y Ciudad de México.

La reacción del presidente mexicano Enrique Peña Nieto que no pagaría el muro llevó a Trump a decir en su cuenta de Twitter que su encuentro previsto para el martes próximo sería innecesario, respondiente por la misma vía el mandatario azteca que suspendía su visita a suelo norteamericano.

Y la reacción de la población mexicana ha sido de enojo, enfado e ira por lo que consideran acciones negativas y hasta lo que llaman racistas de Trump.

Pero la reacción de los mercados ha sido diferente. Por segundo día consecutivo Wall Street reportó que el importante índice de Dow Jones superó los 20,000 puntos, mientras que el índice mexicano del IPC ha continuado su tendencia hacia la baja.

Remesas, el riesgo hondureño

Pero en esta guerra política y comercial entre Estados Unidos y México, Honduras podría salir afectada, ya que, al tema de la migración, los expertos están adelantando que la otra opción de Trump para financiar el muro es gravar las remesas.

Aplicar aranceles al conjunto de los productos mexicanos con un TLC vigente y con las cadenas productivas surgidas en torno al libre comercio es considerado complicado por los expertos.

Ya que muchos productos que serían gravados son marcas estadounidenses que utilizan tecnología de Canadá y son ensamblados en México por contar con mano de obra barata.

Mientras los mexicanos que residen en Estados Unidos envían 27 mil millones de dólares anuales a sus familiares en México. Esa cantidad es el 2 por ciento del producto interno bruto (PIB) de la nación azteca.

Los expertos señalan que el punto débil de esta posibilidad es que generaría un mercado negro.

«Expandir el tamaño del mercado negro no es el objetivo de una tasa sobre las remesas», indicó Alex Nowrasteh, investigador en inmigración del conservador centro de estudios Cato en un estudio sobre las propuestas de Trump, citado por Efe.

Pero aplicar un impuesto a las remesas afectaría al resto de las naciones que se ven beneficiadas.

Los hondureños envían casi 4,000 millones de dólares a Honduras en concepto de remesas, que representa el 17 por ciento del PIB.

Las autoridades hondureñas y dirigentes empresariales estiman que una reducción en el envío de remesas implicará que el crecimiento del PIB estimado para el 2017 caiga en un 1 por ciento.

Las autoridades estimaron el crecimiento del presente año en 3.6 por ciento, de cumplirse los pronósticos más negativos bajaría a 2.6 por ciento.

Pero el efecto se multiplicaría en la economía hondureña, ya que una merma de remesas y con ello de divisas presionaría la tasa de cambio y con ello el lempira se devaluaría más frente al dólar estadounidense, haciendo pagar más a las familias y empresas por servicios, así como por las importaciones de bienes, servicios y alimentos.

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