Washington – El Gabinete estadounidense confirmó esta semana que la nueva «tarjeta dorada» presentada por el presidente estadounidense, Donald Trump, para otorgar permiso de residencia a aquellos millonarios dispuestos a comprarla por cinco millones de dólares, comenzará a tramitarse antes de que acabe el mes.
–Expertos señalan complicaciones ya que el presidente Trump por sí solo no puede imponer una forma de visado.
«Estoy muy emocionado porque dentro de una semana y media empezaremos con la ‘tarjeta dorada'», explicó durante una reunión del Gobierno el secretario de Comercio, Howard Lutnick, que se refirió también a este permiso de residencia por el nombre que ha querido ponerle el propio presidente: la «tarjeta Trump».
Sin embargo, hasta el momento no han dado a conocer los requisitos y beneficios específicos para la adquisición de la tarjeta dorada.
El magnate y asesor de Trump, Elon Musk, dijo en esa misma reunión del gabinete que el permiso de residencia «estará operativa en aproximadamente una semana».
El programa de la «tarjeta dorada» está destinado a millonarios que deseen establecerse en el país y que gozarán de los mismos privilegios que los residentes permanentes, quienes poseen la conocida como «tarjeta verde».
Según medios locales, a diferencia de los ciudadanos estadounidenses, los titulares de la «tarjeta dorada» estarían exentos de pagar impuestos estadounidenses sobre sus ingresos en el extranjero.
Desde que retornó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, el presidente ha promocionado esta tarjeta que cuesta 5 millones de dólares asegurando que el Gobierno venderá «millones» de ellas.
La tarjeta de color oro lleva impresa la cara del presidente y el texto «Tarjeta Trump», un juego de palabras, puesto que en inglés «Trump Card» puede traducirse como «un as bajo la manga».
Expertos en migración ven complicaciones
La tarjeta dorada descrita por Trump sería un nuevo visado que concedería el estatus de residente permanente legal en Estados Unidos y una vía hacia la ciudadanía.
Según los expertos en migración en comunicación con CNN, detallaron que un presidente por sí solo no puede crear una vía hacia la ciudadanía, un hecho que también ha frustrado los deseos de los predecesores de Trump de llevar a cabo importantes reformas en materia de inmigración.
Tanto los presidentes Barack Obama como Joe Biden recurrieron a acciones ejecutivas para proteger a determinadas personas de la deportación, iniciativas frecuentemente criticadas por Trump y otros republicanos.
Pero el programa de Obama de Acción Diferida para los llegados en la Infancia, conocido como DACA, y el programa de Biden de parole humanitario para inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, conocido como CHNV, no llegaron a conferir un estatus legal ni a proporcionar una vía hacia la ciudadanía, indicaron.
Un nuevo visado, una nueva ley
Los expertos en leyes de inmigración dicen que un nuevo visado requeriría una nueva ley, algo que un presidente no puede crear por sí solo.
“El Congreso tendría que legislar un nuevo programa. Realmente no sé qué autoridad legal se tendría para crear este nuevo programa de la nada”, dijo Sharvari Dalal-Dheini, director sénior de relaciones gubernamentales de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración.
En otras palabras, los legisladores tendrían que aprobar una ley para crear el programa que Trump ha descrito.
La administración Trump “no tiene literalmente ningún poder legal para crear una categoría de visado”, dijo Charles Kuck, abogado de inmigración en Atlanta a la CNN.
No es la primera vez que Trump intenta vincular la riqueza a los privilegios de inmigración.
Durante su primer mandato, la administración Trump intentó remodelar la inmigración legal a EE.UU. ampliando la definición de carga pública y penalizando a quienes dependen de la asistencia pública en las solicitudes de la “green card”.
Los críticos dijeron que esa medida, que finalmente fue revocada por la administración Biden, equivalía a una injusta “prueba de riqueza”, mientras que los funcionarios de la administración Trump defendieron la medida, argumentando que la autosuficiencia es un valor estadounidense fundamental.
Esta última iniciativa de Trump se ha ganado los elogios de sus partidarios, que han alabado el pensamiento innovador del presidente, y las críticas de los defensores de los derechos de los inmigrantes, que dicen que está enviando un mensaje equivocado.
“Lo único que dice es que queremos a los más ricos en Estados Unidos, en vez de a los mejores y más brillantes, o a los que realmente van a servir al interés nacional de Estados Unidos… mejorando nuestra economía en general”, afirmó Dalal-Dheini.
¿Qué pasará con el programa EB-5?
Según el secretario de Comercio, Howard Lutnick, la tarjeta dorada sustituiría al programa gubernamental de visados para inversores inmigrantes EB-5, que permite a los inversores extranjeros inyectar dinero en proyectos estadounidenses que crean puestos de trabajo y luego solicitar visados para inmigrar a Estados Unidos.
Los expertos en leyes de inmigración afirmaron que poner fin al programa EB-5 o modificarlo significativamente también requeriría la actuación del Congreso.
Lutnick sugirió que el programa EB-5 sería modificado.
“Modificaremos el acuerdo EB-5”, dijo Lutnick. “(La secretaria de Seguridad Nacional) Kristi (Noem) y yo estamos trabajando en ello juntos. Por 5 millones de dólares, obtendrán una licencia del Departamento de Comercio. Entonces harán una inversión adecuada”, afirmó.
El funcionario hasta el momento no ha dado información sobre el proceso de adquisición de la tarjeta, pero si dijo que la misma se empezará a adquirir antes que finalice el mes. EFE/agencias.