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Tres cuartos de siglo después, el New Deal todavía opera en EEUU

Washington – Los indicadores económicos tocaron fondo hace ahora 75 años y sólo la inyección de miles de millones de dólares por la Reserva Federal impidió la quiebra del sistema bancario, cuando el presidente Franklin D. Roosevelt puso en marcha su «New Deal».
 

«Déjenme que les diga: estoy firmemente convencido de que lo único que tenemos que temer es al miedo mismo», proclamó Roosevelt en su discurso inaugural el 4 de marzo de 1933, con la nación hundida en el desempleo y el sistema bancario casi paralizado.

El aniversario tiene un eco peculiar en 2008 cuando el sistema financiero de Estados Unidos lidia con quiebras y temores, y una Administración republicana que comenzó durante la recesión de 2001, transcurre su año final a la sombra de otra posible recesión.

La arrolladora intervención estatal en la economía que Roosevelt lanzó en los primeros cien días de su administración sacó al país de la depresión en la que se había hundido durante la era de especulación financiera y capitalismo sin riendas de la década de 1920.

El «New Deal», que Roosevelt consolidó en tres mandatos, dejó instituciones y programas perdurables, como el Seguro Social y las garantías gubernamentales a los depósitos bancarios, pero se agotó ideológicamente unas cuatro décadas más tarde, lo cual dejó paso a la «revolución conservadora» que trajo Ronald Reagan.

Y tres décadas después de Reagan, el país vapuleado por los excesos de especulación financiera, empantanado en dos guerras, y con la impaciencia de 44 millones de votantes menores de 30 años de edad, parece listo en este ciclo electoral a un nuevo cambio de rumbo.

«Las prácticas de los poco escrupulosos mercaderes de dinero están a juicio en el tribunal de la opinión pública, rechazadas por los corazones y las mentes de los hombres», dijo Roosevelt al comienzo de su presidencia refiriéndose con metáfora religiosa a la debacle de los bancos. «Los mercaderes han huido de sus altos asientos en el templo de nuestra civilización».

El 9 de marzo, con casi todos los bancos del país cerrados, Roosevelt envió al Congreso la Ley de Emergencia Bancaria, aprobada y promulgada el mismo día y que dio un sistema para la reapertura de los bancos con finanzas sanas bajo supervisión del Departamento del Tesoro.

En tres días reabrieron tres de cada cuatro bancos en el Sistema de la Reserva Federal y miles de millones de dólares en dinero y oro retornaron a los bancos. Un mes más tarde el sistema bancario se había estabilizado.

Tres cuartos de siglo más tarde, la Reserva Federal ha anunciado que inyectará este marzo 100.000 millones de dólares para mantener la fluidez en los mercados de crédito.

Ante el estreñimiento que afecta a los bancos por la crisis de las hipotecas de alto riesgo, la Reserva Federal inyectó en diciembre 40.000 millones de dólares, en enero 60.000 millones y en febrero otra suma similar.

El 14 de marzo de 1933 el Congreso, con mayoría demócrata, aprobó la Ley Económica que había redactado el director de presupuesto de la Administración Roosevelt, y que fue el eje de la reactivación de la economía estadounidense y la lenta expansión del sexenio siguiente.

«Fue un tiempo en el cual nuestro país estuvo en crisis, y en todo el mondo las naciones se volcaron a la dictadura», dijo el historiador Donald Ritchie. «Hubo propuestas para que Roosevelt se convirtiera en un dictador, pero él condujo a EEUU en una era de totalitarismo y dejó intacto el sistema democrático».

El Congreso aprobó casi todas las iniciativas de mayor magnitud de Roosevelt en los primeros tres meses de su presidencia, incluidos los programas que crearon empleos para millones de personas, asistieron a los productores agropecuarios y reformaron el sistema financiero.

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