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¿Todo bien en Honduras?

Por: Yanivis Melissa Izaguirre
Periodista, Honduras

A la comunidad internacional o a quien corresponda: Del peso de la lucha, al paso de los tiempos.

Como escribió Pedro Calderón de La Barca, «los sueños, sueños son». Y lo seguirán siendo, aún más si estos se tratan de lucha anticorrupción, aún más si esa lucha es en un país donde la impunidad nos mantiene dormidos, aún más si la luchadora es una mujer, aún más si esta mujer no se da permiso de temer.

«La hondureña sin miedo» salió del país de las pesadillas, ese mismo en donde luchar se ve con malos ojos, porque a los corruptos hay que dejarlos tranquilitos.

Tardó más su vuelo en arribar que el oficialismo en correr a dar declaraciones, con prisa y sin pudor, se burlaron de las amenazas, ironizaron sobre su seguridad, la trataron como personaje, no como persona.

La mañana del 18 de junio de 2023, la abogada Gabriela Castellanos, directora ejecutiva del Consejo Nacional Anticorrupción de Honduras (CNA), tomó un avión junto a su familia y emprendió un viaje hacia lo imprevisto. Llevaba lo que le sobra: valentía.

Dejaba atrás a Honduras hecha un nudo, revolviéndose entre el espectáculo y la especulación. Despegaba la Campeona Anticorrupción, pero era el país el que quedaba en modo avión.

Complot mediático

Aún sin haber una comunicación oficial, parte del gabinete hondureño tildaba de mentiras las sospechas -posteriormente confirmadas- de una huida forzosa al poner en riesgo su seguridad y la de su familia.

Sin dar derecho a la defensa, explotaron los exabruptos de funcionarios/as y cuerpo diplomático que -pese a pregonar la primacía de los Derechos Humanos- carecieron de prudencia, diplomacia y solidaridad.

«Es táctica de desestabilización», comentó el expresidente hondureño Manuel Zelaya Rosales, actual asesor presidencial de su esposa Xiomara Castro.

El por qué de la reacción

Discrepar, contradecir, investigar, denunciar y proponer le salió caro a la directora de esta instancia de sociedad civil. «¡Vale que ella es imparable en su lucha!», pensamos varios/as, porque de lo contrario habría que echarse para atrás.

El peso de la maleta

Esto llevaba en su equipaje Gabriela Castellanos: 149 denuncias de corrupción presentadas ante los órganos persecutores del delito; 10,723,103,742.52 de lempiras identificado como perjuicio económico al Estado de Honduras; 1,754 funcionarios denunciados; nueve años luchando porque se castigue la corrupción.

Es un exceso de equipaje que no se puede llevar en las manos, el peso de denunciar la corrupción excede los límites permitidos por la conciencia.
Para quienes se preguntan si está todo bien en Honduras, no, no lo está. Hace falta despertar.

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