Tegucigalpa – La ciudad de Tegucigalpa cumple hoy 434 años de fundación. Otro cumpleaños de la antañona capital hondureña, aquella que pasó de ser un pequeño pueblo de mineros, la Real Villa de San Miguel de Tegucigalpa de Heredia, hasta convertirse en la primera ciudad de este país centroamericano. Nutrida por un millón y medio de habitantes quienes enfrentan una ola de creciente violencia, aunada a la vulnerabilidad extrema, pero que pese a ello mantienen sus sueños y esperanzas.
Por el número de pobladores, Tegucigalpa es la segunda capital del istmo centroamericano más poblada, solo superada por Ciudad de Guatemala.
Con un crecimiento desordenado y extensos cinturones de miseria que resaltan en medio de su quebradiza topografía, habitada en la mitad de sus pobladores por inmigrantes nacionales que la han considerado como el sueño citadino, la capital cuenta con 350 mil personas que viven en condiciones de extrema vulnerabilidad.
Constituida por las gemelas Tegucigalpa y Comayagüela solo divididas por el río Grande, cuenta con 800 barrios y colonias.
Es una ciudad en riesgo constante. Graves fallas geológicas la atraviesan. Sus autoridades, junto a pobladores, y cooperantes, especialmente japoneses, ponen en práctica sistemas para poder convivir con el constante riesgo que asecha las vidas de miles.
En 1998, cuando Honduras fue abatida por el Huracán Mitch, la ciudad pareció terminarse. Grandes zonas, barrios y colonias enteras y parte de su casco histórico parecieron sucumbir. Pese a ello, la capital hondureña emergió y poco ha poco se ha reconstruido, aunque cada temporal ciclónico pareciera jugar con ella, cual ciudad de papel.
No menos difíciles son los veranos para los capitalinos. En la época seca los incendios forestales arrasan con grandes extensiones de sus bosques y las fuentes de agua se agotan hasta llevarla a racionamientos prolongados. Datos oficiales, provenientes del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), indican que el 40 por ciento de los capitalinos no tienen acceso al agua potable.
En la ciudad las tarifas por servicio de agua potable son indistintas para cada zona. Pero a los barrios donde no llega el servicio estatal, los usuarios compran el agua en barriles y sus costos superan hasta en 300 por ciento al servicio del SANAA.
La red vial de la ciudad tampoco es la mejor. Según la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), unos 1,600 kilómetros de calles componen toda la ciudad, de los cuales 850 están pavimentados.
Las autoridades municipales han solicitado la creación de un sistema de peaje para crear un fondo de fideicomiso que permita mantener las vías públicas en buen estado. El sistema de peaje funciona en otras ciudades hondureñas, pero aquí, en la capital del país, el peaje no ha querido ser aprobado porque, según su actual alcalde, Ricardo Álvarez, hay sectarismo político que impide a la ciudad avanzar.
Molina la retrataba como “una ciudad triste” ![]() “Concluida la función religiosa, los gomosos locales, verdaderos lechuguinos echados a perder, flirtean en la puerta del templo, con muecas de simio. Da ganas de suicidarse de las doce a las tres de la tarde, tal es la fúnebre desolación de las calles”, manifestaba. Agregaba que “no queda más remedio que meterse a las cantinas, a beber cerveza o copas de whisky malísimo”. Así retrataba Juan Ramón Molina a la capital de Honduras, allá por 1906, dos años antes de morir. Salvando las distancias en el tiempo, la tristeza parece no abandonar a esta ciudad donde si bien hay una zona viva que palpita por las noches y sus días se desarrollan en la vorágines de una rutina que da vida a sus grandes mercados, centros comerciales que parecieran de primer mundo y vibrantes universidades también refleja la pereza de una adormitada y excesiva burocracia estatal que se conjuga con las consuetudinarias protestas y marchas callejearas en las que maestros, estudiantes, enfermeras , políticos, indígenas y demás, desfilan mostrando sus insatisfacciones o exigencias. |
De la tristeza a la violencia ![]() “Veo como se ha deteriorado el patrimonio histórico cultural de la ciudad en detrimento de la misma identidad del capitalino… algunos políticos juegan con algunos elementos como el aeropuerto Toncontín, inclusive plantear en sus campañas en llevarse la capital de aquí, en vez de presentar propuestas claras de cómo desarrollarla”, dijo refiriéndose a una campaña, que ha vuelto a tomar vigencia y que tiene al cierre del aeropuerto internacional que opera en la capital. Reflexionó: “Juan Ramón Molina decía que Tegucigalpa era una ciudad triste, ahora me parece que es una ciudad violenta”, en relación a la creciente ola criminal que va desde asaltos en el transporte urbano, las extorsiones, los secuestros, el robo a viviendas y a personas, hasta el sicariato y la operatividad de bandas organizadas. |
Los encantos tegucigalpenses ![]() Tegucigalpa ha sido pieza literaria de grandes escritores. Tomás Estrada Palma, Juan Ramón Molina, Leticia de Oyuela y Lorenzo Suazo la tomaron como fuente de inspiración. Además, Zelaya hace referencia que “aquí (Tegucigalpa) nacieron: Tiburcio Carías Andino que dejó muchas obras de infraestructura; Florencio Xatruch, gracias a él nos dicen catrachos; y Marco Aurelio Soto, importante desde el punto de vista histórico”. Refiere que el origen del nombre de la cumpleañera ciudad es complicado porque eso de las toponimias la hicieron los mexicanos y la cual no es muy confiable. “Por allí dicen que esto quiere decir Cerro de Plata, recuerde que el nativo americano no conocía la plata porque para obtenerla se necesita un proceso químico y en ese tiempo se desconocía… así que es imposible que en su léxico habría existido la palabra plata. Es más creíble que su nombre signifique lugar de las piedras pintadas porque habían muchas canteras de color”, explicó el historiador. Zelaya recomienda un paseo por el parque La Leona, pasando por el Monumento a La Paz hasta llegar al parque La Concordia, pero antes disfrutar el encanto del centro histórico de la ciudad. Y es quees obligado el paso por el hermoso Paseo Liquidámbar, donde puede visitarse La Catedral Metropolitana, los museos, del Hombre, La República, La Galería de Nacional de Arte y el Museo de la Identidad Nacional, sin faltar la visita a la Plaza Los Dolores hoy engalanada con una hermosa obra de San Miguel Arcángel completada por la magnífica y la Iglesia de Los Dolores. Otros espacios culturales, religiosos o artísticos entre ellos las Iglesias de El Calvario, San Francisco, La Merced; el teatro Manuel Bonilla, La Basílica de Suyapa, el Museo de Historia Militar, las riquezas históricas de Villa Roy, para mencionar algunos,son parte de la esencia capitalina. Zelaya aclaró que “Tegucigalpa no fue fundada por españoles, ellos vinieron a poblarla porque descubrieron las minas, pero ya existía un poblado indígena que se llamaba Tegucigalpa, el primero que lo menciona es Alonso de Cáceres en una carta que escribe en 1543 relatando que en su viaje hacia Olancho el viejo, pasa por un poblado que se llama Tegucigalpa”. |
Intensas celebraciones de la AMDC ![]() El programa se inició el pasado 23 de septiembre con la elección de Novia de la Capital. Este sábado desde las 6:00 de la mañana el repique de las campanas de la Iglesia Catedral marcará el comienzo de un fin de semana pletórico de júbilo y celebración. Además habrá un desayuno junto a la prensa en el Monumento a la Paz, seguido por una solemne eucaristía en La Catedral. Posteriormente habrá corte simbólico de un enorme pastel en la Plaza Central en horas del mediodía, seguidas por una procesión de San Miguel Arcángel. Mientras en el bulevar Morazán, un desfile adornará las calles de esa zona comercial. Continúan los festejos el domingo 30 se septiembre con el torneo de fútbol Capigol en la cancha El Birichiche. Un concurso de sopas se desarrollará el mismo domingo, terminando con una maratón de 10 kilómetros que pasará por la colonia San Miguel-bulevar Morazán-Plaza Los Dolores. La capital de Honduras mostrará su mejor rostro durante las celebraciones de este fin de semana. Y por un momento, parecieran quedar en el olvido los más de 80 homicidios por cada 100 mil habitantes que registró la primera ciudad de Honduras en 2011. El Cristo del Picacho, el Cerro Juana Laínez, el zoológico Rossy Walter y el Parque Nacional La Tigra, son otros pretextos para pasarla bien en estas fiestas de aniversario. Retomando los versos de Juan Ramón Molina: “Tan cierto es que el hombre tiene que adaptarse a todos los medios so pena de morirse o de que le maten”. |