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Sistema educativo y sanitario en crisis por huelga de maestros, enfermeras y médicos internos

Tegucigalpa.-Honduras enfrenta actualmente una crisis social que tiene en jaque el sistema educativo nacional con una huelga de docentes que ya lleva ocho días y la paralización parcial de los hospitales públicos a raíz de la suspensión de labores de los practicantes de medicina que cumplió hoy más de 31 días.
 

A lo anterior se suma el paro de labores y las protestas callejeras que hoy realizaron unas seis mil enfermeras auxiliares de los centros hospitalarios de todo el país, en demanda de mejoras salariales a la secretaria de Salud, Elsa Palou, quien la semana anterior puso a disposición su cargo.

La situación en el caótico sistema sanitario hondureño tuvo hoy una nueva connotación, cuando se denunció la muerte de una paciente que llegó en busca de asistencia médica en uno de los hospitales públicos de la capital, pero no se le brindó atención oportuna por la huelga,y falleció posteriormente.

Los estudiantes internos y en servicio social de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) suspendieron sus labores desde hace un mes, exigiendo la derogación de un acuerdo suscrito por el gobierno y la Universidad Católica.

El acuerdo, que fue avalado por el presidente Manuel Zelaya y el cardenal Oscar Andrés Rodríguez, jerarca de la iglesia Católica, es motivo de polémica porque los practicantes arguyen que otorga amplios privilegios a los estudiantes de la carrera de medicina de la privada Universidad Católica.

Después de varios días de estira y encoge, el viernes anterior el gobierno y la UNAH acordaron, como punto previo para ponerle fin a la huelga, someter a consenso la elaboración de un nuevo convenio marco, pero el mismo fue rechazado por una asamblea de estudiantes de la UNAH.

El fin de semana los médicos residentes y los estudiantes en servicio social determinaron no formar parte de la elaboración del nuevo convenio propuesto por las autoridades universitarias y de salud, lo que agrava la situación del hospital Escuela y otros centros de atención médica del país.

Los practicantes de medicina aducen que el Consejo de Educación Superior no cumplió con la resolución anterior de exigirle a las autoridades de la Secretaría de Salud, anular el convenio con la universidad privada y ordenar el cierre temporal de la Facultad de medicina de la Universidad Catolica, porque no está cumpliendo con los requisitos establecidos para operar.

Los pasantes de medicina sostienen que si no se anula el convenio anterior y se estipula en el nuevo acuerdo que los estudiantes de Medicina de la Universidad Católica, realicen su internado en el Seguro Social no retornarán a sus labores en los hospitales en donde realizan su práctica.

El paro de los estudiantes y los médicos residentes ha provocado la suspensión de miles de citas en el hospital Escuela y la reprogramación de operaciones y de otras intervenciones quirúrgicas.

Como si fuera poco la crisis que enfrenta el sistema sanitario público, desde el pasado martes 22 de septiembre las enfermeras auxiliares también suspendieron labores en demanda de mejoras salariales.

La presidenta de las enfermeras auxiliares del Hospital Escuela, Vilma Pozo, aseguró que no hay indicios de que la Secretaria de Salud les resuelva sus peticiones, por lo tanto van a continuar con sus acciones de protesta, hasta que se les escuche y se atiendan sus exigencias.

La crisis en el Hospital Escuela, principal centro hospitalario de Honduras, se agravó durante el fin de semana anterior cuando médicos y enfermeras abandonaron por completo a los pacientes y solo se limitaron a atender casos de emergencia.

Los representantes de los gremios en conflicto se quejaron de que la ministra de Salud ha sido incapaz de resolver la problemática y le recomendaron dimitir si cree que no puede buscar una solución a la crisis.

Los más afectados con esta situación siguen siendo los miles de enfermos que buscan atención médica en el hospital, ya que bajo las actuales circunstancias prácticamente se encuentran a la mano de Dios.

Paralizada la educación

Mientras los hospitales siguen sin atención, la educación corre la misma suerte, ya que el paro de labores indefinido decretado por el gremio magisterial desde el lunes de la semana pasada ha dejado sin clases a más de dos millones de estudiantes del sistema educativo hondureño.

Los docentes exigen el pago de salarios atrasados a más de cinco mil docentes de primaria y media, pero las autoridades se niegan a hacerlo aduciendo que el presupuesto de la Secretaría de Educación se ha sobregirado en más de 500 millones de lempiras y ya no hay fondos para cumplir a los educadores.

Unos 20 mil maestros, procedentes de diferentes puntos del país, se congregarán hoy en la capital de la República, para presionar al gobierno para que cancele el salario atrasado que le adeuda a sus compañeros.

Los maestros señalan que no retornarán a sus labores mientras el gobierno no les pague su salario y en tanto el presidente Manuel Zelaya y el presidente del Congreso Nacional, Roberto Micheletti, asignen los fondos correspondientes y resuelvan la problemática educativa.

El Secretario de Educación, Marlon Breve expresó recién que se busca fuentes de financiamiento para resolver la problemática pero que las partes involucradas deben sentarse a dialogar para planificar soluciones a corto, mediano y largo plazo y que el Poder Legislativo no debe otorgar plazas fuera del presupuesto.

El funcionario asegura que de resolverse el conflicto entre el magisterio y el gobierno van a exigirle a los docentes como parte de las negociaciones que se extienda el año escolar y que se debe aplicar los correctivos sugeridos por el Tribunal Superior de Cuentas a los docentes que no están cumpliendo con sus obligaciones.

Las medidas de presión de los maestros comenzaron el viernes anterior 19 de septiembre cuando los docentes afiliados al Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (Copemh) se tomaron las instalaciones de la Secretaría de Educación de manera indefinida hasta que se dé respuesta a sus demandas.

Los catedráticos afiliados al Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras, COPRUMH, desde el pasado lunes 22 de septiembre se instalaron en los bajos del Palacio Legislativo, con colchonetas y tiendas de campañas exigiendo el pago de los salarios atrasados a sus afiliados.

Mientras la crisis en Salud y Educación se agrava, nuevos conflictos y problemas sociales se suman en el país, sin que hasta ahora el presidente Zelaya y sus funcionarios den muestras claras de solventarlos.

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