Tegucigalpa – El gremio de maestros volvió a paralizar hoy el sistema de educación pública de este país centroamericano, en protesta porque el Gobierno no cumplió con su palabra de pagar los salarios atrasados a unos 3,000 docentes.
La huelga de carácter indefinido afecta a por lo menos 2,2 millones de estudiantes de los niveles preescolar, primario y medio.
El Gobierno había prometido cancelar los salarios atrasados desde febrero a más tardar el 23 de julio, pero no cumplió, según la dirigencia magisterial.
A muchos maestros les pagaron tan solo un mes y ese no fue el acuerdo, según los docentes reunidos hoy en una asamblea general en Tegucigalpa.
El 17 de julio, tras tres días de clases perdidas en el sistema educativo nacional, el gobierno y las organizaciones magisteriales llegaron a un arreglo lo que permitió reanudar las clases.
Los estudiantes de secundaria, por su parte, mantienen una protesta a nivel nacional exigiendo un incremento de 100 lempiras al bono estudiantil al transporte que anualmente entrega el Gobierno a estudiantes de varios colegios públicos.
El presidente, Manuel Zelaya, se reúne hoy con los dirigentes gremiales para buscar una pronta solución al problema.