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Semana crucial para diálogo con misiones de la OEA y ONU

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Tegucigalpa – Honduras encara una semana crucial para la estabilidad que permita a su recién estrenada nueva administración encausar su trabajo y desarrollar su programa de gobierno sin tener que emerger como bombero, apagando fuegos políticos.

– Oposición muestra reservas con la OEA y su enviado Álvaro Colom.

– Igualmente hay dudas en cuanto al papel de la OEA, ya que el gobierno dice que debe concentrarse en la MACCIH y no en reformas electorales.

Se prevé que el ansiado diálogo nacional inicia preliminarmente esta semana con la llegada de expertos enviados por las organizaciones de las Naciones Unidas (ONU)  y de Estados Americanos (OEA), a fin de sondear como está el panorama y la disposición de las partes.

Pero incluso antes de que lleguen al país los probables intermediarios o mediadores, el panorama que les espera es de dureza, o aún más allá: de confrontación u hostilidad abierta.

Las condicionantes son lo que resalta de parte de un sector de la oposición, que previo al inicio de conversaciones destaca lo que a su juicio debe ser la agenda de los encuentros y los resultados que deben salir de los mismos.

Y es que, tras las elecciones generales de noviembre pasado, las cuales fueron ganadas por el presidente Juan Orlando Hernández, la Alianza de Oposición y el Partido Liberal desconocen sus resultados, aunque si aceptaron que el mismo árbitro, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), entregara sus credenciales a los diputados y los alcaldes municipales de sus filas que salieron electos.

El presidente Juan Orlando Hernández tuvo la iniciativa de un diálogo nacional.

Que dialogar

Pero lo primero que deberán definir los enviados de la ONU y la OEA será la agenda que definir en los diálogos que emprenderán con las fuerzas locales. Además de saber cuál de las misiones logra ser aceptada por todos los protagonistas de la potencial mesa de pláticas.

Álvaro Colom, mediador de la OEA El enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA), Álvaro Colom, viene con el mandato del secretario general de la institución, Luis Almagro, de hablar sobre las diferencias que tiene con el gobierno hondureño en cuanto al trabajo de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH), así como revisar las reformas electorales que a su juicio necesita el país y en lo referente a la Carta Democrática.

Pero el gobierno hondureño, por medio del secretario del Consejo de Ministros, Ebal Díaz, señaló que la única agenda con Colom será lo referente al trabajo de la MACCIH y las diferencias que tienen con el Congreso Nacional.

La MACCIH, junto al Ministerio Público, acusó a cinco diputados de haber desviado recursos del Fondo Departamental de Desarrollo a cuentas particulares.

Luego el vocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, denunció que en el Congreso Nacional agregaron un artículo que le quita potestad al Ministerio Público de realizar acusaciones por manejo de recursos del Fondo de Desarrollo Departamental mientras el caso sea investigado por Tribunal Superior de Cuentas (TSC).

Asimismo, Jiménez Mayor ha señalado que llevan adelantada una investigación que abarca a 60 diputados.

En el momento que la MACCIH denunció al Congreso Nacional por la Ley de Presupuesto.

Suspicacias de oposición con OEA y ONU

Mientras el gobierno y Almagro polemizan en cuanto al trabajo a realizar por Colom, un sector de la oposición tiene claramente una actitud contraria a la Organización de Estados Americanos por considerarla que no resuelve los problemas.

Salvador Nasralla, Alianza de OposiciónEl excandidato presidencial de la Alianza de Oposición, Salvador Nasralla, dijo que no rechaza el diálogo, pero si fue claro en señalar que siente que la “ONU y la OEA, le están dando largas al asunto, están con tácticas dilatorias”.

Nasralla insistió que a su juicio el principal problema es lo que él define como “fraude electoral”.

Asimismo, indicó que hay problemas sobre el trabajo que debe realizar Colom en Honduras, ya que la OEA habla de temas electorales, mientras el gobierno hondureño indicó que debe concentrarse en la MACCIH.

Presidente Juan Orlando HernándezEl presidente hondureño Juan Orlando Hernández pidió al secretario de la OEA, Luis Almagro, el reinicio de las Mesas de diálogo para reformar los acuerdos firmados en el marco del establecimiento de la Misión Anticorrupción.

Mientras el diputado del partido Libertada y Refundación (Libre), Edgardo Castro, dijo que la comisión de la OEA sirve “para apagar el fuego, pero no para la realidad” y pronosticó que el presidente Juan Orlando Hernández se quedará cuatro años “porque la OEA quiere”. 

Dijo que Álvaro Colom es un hombre de buena fe, pero reafirmó que lo fundamental es que ellos no creen en la OEA.

En cuanto a la ONU, el diputado Castro indicó que no puede intervenir en el país, ya que solo lo hacen en temas bélicos y no políticos.

Zelaya dice que es imperativo

Luis Zelaya, Partido LiberalPor su lado el expresidenciable del Partido Liberal, Luis Zelaya, dijo que el diálogo político es “imperativo” y recordó que él lo solicitó desde antes al secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Zelaya expresó que lo ideal hubiera sido que comenzará antes de la toma de posesión de Hernández el pasado 27 de enero.

El presidente del Partido Liberal admitió que existe “confusión” en cuanto al trabajo que debe realizar Colom, el enviado de la OEA, pero dejó claro que en cuanto al diálogo político es una instancia que la mediará la misión de la ONU.

El diálogo político es impulsado también por dos instancias civiles, la llamada Plataforma Ciudadana, integrada por una coalición de organismos civiles, así como por una Junta de Convocantes, que preside el padre Germán Cálix, delegado por la Iglesia Católica para tal fin.

Dicha Junta de Convocantes también pidió a las Naciones Unidas que enviara una misión y solicitaron que los mediadores del Diálogo político hondureño puedan ser los expresidentes Vinicio Cerezo de Guatemala y Martin Torrijos de Panamá.

Mientras la mesa está aún sin la presencia de los interlocutores obligados, en su entorno, las múltiples voces protagónicas, parecen conformar una inmensa torre de Babel que en la víspera podría ser un mal presagio que de no alejarse terminará por causar un irremediable daño a la población, que al final del día, es siempre la que paga la cuenta.

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