“Tenemos el caso de seis personas, hondureños todos, que están en el exilio”, dijo la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva.
Sin entrar en detalles, informó de que dos de los casos se registraron en el pasado resiente, y los otro cuatro en lo que va del Gobierno del presidente, Manuel Zelaya, quien asumió su cargo el 27 de enero de 2006.
Oliva no identificó a los exiliados, pero expuso que en su mayoría son miembros de organizaciones defensoras del medio ambiente.
Declaró que varias de las personas exiliadas se encuentran en Canadá y los Estados Unidos.
Anunció para finales de agosto un informe pormenorizado de estos casos.
La coordinadora del COFADEH reveló también que están registrando “muchos casos de personas que buscan asilo político”.
Asimismo reiteró la denuncia de su organismo referente a que otras cinco personas, entre ellos tres panameños, han desaparecidos en lo que va de la administración del presidente Zelaya.
Oliva dijo que los desaparecidos son Jorge Ruiz y Elvis Zepeda, ambos de nacionalidad hondureña, y los panameños José Camilo Miranda y los hermanos David Rodrigo Jorge Luís Villalobos Balladares.
Declaró que Ruiz –quien era un cooperativista que trabajaba en la zona de Sico y Paulaya, en el departamento de Colón, desapareció el 11 de junio de 2006 en la comunidad de Guaymitas, El Progreso, Yoro, cuando cinco personas que portaban atuendos de la DGIC lo detuvieran, luego de regresar de una reunión con el presidente del Congreso Nacional.
El agente de la Policía Nacional Zepeda Barrientos desapareció el 21 de diciembre pasado cuando realizaba labores de patrullaje en La Esperanza, Intibucá, en la región central del país.
“El policía fue detenido por sus compañeros, junto a la policía Glenda Patricia Osorio, quien al día siguiente apareció en Casamata, pero de Elvis ninguna autoridad policial da información. Elvis estaba acusado de varios delitos”, informó.
Manifestó que los hermanos panameños Jorge Luís y David Rodrigo Villalobos Balladares, desaparecieron entre el 7 y el 8 de junio de 2006 en la isla de Roatán, adonde llegaron en un barco cargado de cemento procedente de Venezuela.
Jorge Luís era el capitán de la embarcación Calafate, para la cual trabajaba su hermano David Rodrigo.
José Camilo Miranda Rosa, también panameño, era ingeniero de máquinas de la misma embarcación.
“Estado de indefensión”
Bertha Oliva también expresó su preocupación por la creciente ola de violencia que vive el país, y que alcanza a operadores de justicia.
“Es preocupante, la inseguridad pública y jurídica, la corrupción, la impunidad nos tiene sometidos en una indefensión absoluta, el Estado mismo está en una absoluta acción de estado fallido, eso es lo más preocupante”, citó.
Consideró que el asesinato de la jueza Alba Leticia Bueso es una acción para intimidar a jueces que están haciendo una labor de independencia para que no continúe aplicando justicia en los casos que se le asignan.
También denunció el resurgimiento de escuadrones de la muerte, a la usanza de los que existieron en el país en la década de los años 80 en el marco de una Doctrina de Seguridad Nacional, que dejó al menos 184 personas desaparecidas por motivos políticos.
Dijo que no se puede asegurar que los grupos de hoy están integrados por los mismos que fueron parte de estas agrupaciones en el pasado, pero sí que actúan del mismo modo, con la misma saña, con los mismos patrones.
Oliva demando al Estado que investigue a los elementos que están detrás de estas muertes para que den con la verdad y la justicia.