La propuesta surgió el jueves del Parlamento de Honduras, y consiste en la designación del Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, y el titular del Consejo Nacional Anticorrupción, Juan Ferrera, para que contribuyan a buscar un arreglo con los fiscales en huelga.
La resolución del Parlamento señala que Custodio y Ferrera seleccionarán a un experto internacional para que practique una «auditoría técnico-jurídica» de los expedientes del Ministerio Público que fueron denunciados oportunamente por los fiscales.
Al respecto, Jary Dixon, uno de los fiscales en huelga, dijo a periodistas que no aceptan la designación de Custodio y Ferrera, porque no tienen credibilidad y son afines al gobierno que preside Manuel Zelaya.
La protesta de los fiscales en huelga de hambre tiene como sede la planta baja del edificio del Parlamento hondureño, en pleno centro de Tegucigalpa.
En los últimos ocho días se han sumado a la protesta otros cuatro fiscales y unas siete personas particulares, entre ellas el sacerdote jesuita Ismael Moreno, quien lo hizo ayer.
Moreno dijo a Acan-Efe que el movimiento de los fiscales «de algún modo desvela un proceso continuado de más de 25 años de control de las instituciones del Estado por parte de dos grupos políticos poderosos, el Partido Nacional (primera fuerza de oposición) y el Partido Liberal» (en el poder).
Agregó que los políticos tradicionales son los responsables de la crisis en el Ministerio Público, porque ellos mismos son los que han colocado a sus máximas autoridades, por conveniencia.
En ese sentido, Moreno considera que el fiscal general del Estado, Leónidas Rosa Bautista, y el fiscal adjunto, Omar Cerna, son «subordinados a los caprichos de los grupos políticos poderosos».
Los fiscales en huelga de hambre exigen la agilización y envío a la justicia al menos 16 sonados casos de corrupción, que ellos consideran que no han avanzado por negligencia de la Fiscalía General del Estado.
Al respecto, el fiscal general ha respondido que en los 16 casos que señalan los manifestantes se ha avanzado en un 90 por ciento.
Otro ingrediente que calentó la situación en la Fiscalía fue la petición que ayer le hizo el presidente hondureño, Manuel Zelaya, al fiscal adjunto, Omar Cerna, de que renuncie al cargo.
Cerna le respondió hoy a Zelaya que no renunciará, porque «estoy defendiendo la ley, no a partidos políticos».
Esta semana los fiscales en huelga de hambre también solicitaron al Parlamento que destituya de sus cargos a Rosa Bautista y Cerna, lo que fue rechazado por el poder legislativo.
Entre los mismos manifestantes hay preocupación porque su lucha, que respaldan varios sectores sociales, se pueda politizar.
Además, reconocen que hay grupos que estarían sacando provecho de la lucha de los fiscales, que muchos consideran que es válida.
Entre esos grupos estarían algunos religiosos evangélicos y políticos de los partidos tradicionales que aspiran a ser candidatos a la presidencia del país, en las elecciones generales de noviembre de 2009.
El diálogo entre los huelguistas y el Parlamento de hecho se rompió ayer, cuando los manifestantes rechazaron la mediación de Ramón Custodio y Juan Ferrera, representantes del Comisionado de los Derechos Humanos y el Consejo Nacional Anticorrupción.