«Es el capitán de la selección y, si vuelve, recuperará también el brazalete», afirmó Schweinsteiger, en declaraciones al dominical «Welt am Sonntag».
El internacional, de 25 años, incidió así en la controversia desatada por el propio Lahm, capitán de la selección actual por estar lesionado Ballack, cuando dijo, en pleno torneo, que no pensaba renunciar voluntariamente al brazalete de capitán.
Las inoportunas declaraciones de Lahm fueron acogidas con reservas por Löw, que trató de todos modos de sacar hierro al asunto por no perjudicar el rendimiento de su selección, a la que por entonces se daba aún por favorita para el título.
Los medios alemanes se hicieron asimismo amplio eco del asunto y se consideró factor contraproducente para el ánimo de la selección.
Tras perder en semifinales frente a España, la cuestión volvió sobre la mesa y Lahm, cariacontecido, matizó algo sus palabras al indicar que por supuesto la cuestión era competencia del seleccionador y a él correspondía su decisión, aún insistiendo en que le encantaba el puesto de capitán.
«Philipp ha asumido el cargo por la lesión de Michael y ha hecho un buen trabajo», apunta Schweinsteiger.
«Pero dos capitanes son demasiados para una puesto. Para mí, el capitán del equipo es Ballack», insiste el jugador, de 25 años y entre los candidatos al Balón de Oro por su rendimiento en el Mundial de Alemania.