La canciller colombiana, María Ángela Holguín, avanzó durante una reunión con periodistas de agencias extranjeras que ese será uno de los asuntos que se tratarán durante la visita oficial de Obama a Colombia, que se extenderá durante unas horas al término de la cumbre.
Tras recordar que los fondos del Plan Colombia se han venido reduciendo paulatinamente y que ese programa de cooperación militar, pactado en 2001, «fue fundamental en los últimos diez años» para su país, Holguín destacó que ahora la relación con EEUU tiene otro enfoque, y uno de los objetivos es ayudar a otros países.
«Estados Unidos nos ha pedido juntar esfuerzos para Centroamérica, ese es uno de los temas que van a hablar los presidentes», aclaró la canciller, al especificar que se trata de «cómo trabajar los dos países juntos para ayudar a Centroamérica» en su lucha contra el narcotráfico.
Precisamente las consecuencias de la lucha antidrogas durante las últimas décadas será uno de los temas a debate durante la Cumbre de Cartagena, después de que la Casa Blanca aceptara elevar a lo público esta discusión y algunos países centroamericanos plantearan la legalización como alternativa a detener la inseguridad que genera el narcotráfico.
Holguín destacó que «lo que hay que aprovechar» es que Estados Unidos aceptará plantear el tema para así analizar distintos escenarios y ver cómo mejorar la situación.
«Eso es clarísimo», fue lo que respondió la canciller al ser preguntada si el Gobierno de Colombia considera que efectivamente la lucha antidrogas implementada en las últimas décadas en América Latina ha sido un fracaso.
Por eso, Colombia se ha ofrecido para acoger ese debate trascendental, que se planteará durante la cumbre bajo el análisis de diversos escenarios, es decir, se verá qué pasaría si se tomara una decisión u otra respecto a distintas propuestas que van desde el endurecimiento de las penas hasta la legalización.
Lo que dejó claro es que «si se empieza con la legalización no habrá debate porque hay países que no quieren», al agregar que lo que busca el presidente Juan Manuel Santos es avanzar en la búsqueda de alternativas, y en ese sentido indicó que ya ha comenzado a conversar con los centroamericanos y México.
Y es que estos países son los más afectados por la violencia que generan las drogas ilícitas: Colombia como país productor, Centroamérica por haberse convertido en paso obligado de la droga para llegar a Estados Unidos, Europa e incluso Asia; y, por último México, por la presencia de los carteles dedicados a la distribución.
Pero Colombia no defenderá durante la Cumbre la legalización, tal y como reclaman algunos presidentes, ex presidentes e intelectuales latinoamericanos, sino que sólo abrirá las puertas al debate.
De hecho, Holguín dejó claro que ésta cree que «sea la opción» porque «si legalizamos, ¿qué pasa con el consumo?», se preguntó.
Todo apunta a que éste sea uno de los puntos álgidos de la Cumbre de las Américas, que se extenderá del 13 al 15 de abril en Cartagena de Indias.
A esta esa cita, a la que están invitados los 34 países de la Organización de Estados Americanos (OEA), seguirá una visita oficial de Obama y otra de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, uno de los países donde más ha crecido el consumo de drogas ilícitas en los últimos años, recordó Holguín.
