Bruselas – Los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, así como la delegación que les acompaña en la primera visita de un monarca belga a Chile desde hace seis décadas, podrán despegar este sábado de regreso a Bruselas, tras ser reparada una avería de su avión que les ha mantenido varados en Antofagasta.
«Los Reyes finalmente podrán salir de Chile», informó este domingo la agencia Belga.
El vuelo a Bélgica está confirmado para este sábado a las 10:00 hora local chilena (18:00 horas de Bruselas), con llegada prevista a la capital belga este domingo alrededor de las 5:35 horas de la mañana.
La delegación se encuentra varada en Antofagasta desde la tarde del jueves, después de que el avión sufriese una avería mientras era remolcado para el despegue, ya que en esa maniobra la barra tractora de pista aparentemente falló.
Dos ruedas del tren de aterrizaje delantero resultaron dañadas, pero solo había una rueda de repuesto disponible, por lo que se tuvo que transportar una segunda rueda desde Santiago de Chile.
La rueda de repuesto llegó el viernes por la noche local y este sábado por la mañana se confirmó que la aeronave estaba lista para volar, según la agencia Belga y el diario Le Soir.
Este no es el primer problema técnico que afecta al avión utilizado para esta visita de Estado, ya que la salida ya se había pospuesto 24 horas debido a otro problema que impidió el despegue.
Los reyes belgas mantuvieron una reunión el pasado martes con el presidente de Chile, Gabriel Boric, en el palacio de La Moneda (sede del Gobierno chileno), en el marco de su primera visita de Estado al país latinoamericano con el objetivo de aumentar la cooperación bilateral en energía, minería y ciencia.
Se trata de la primera visita de un monarca belga a Chile desde 1965, y el rey Felipe ha ido con una destacada comitiva de ministros, empresarios, académicos y medios belgas.
Bélgica es el octavo mayor inversor extranjero en Chile, con empresas líderes en sectores como construcción, alimentación, tecnologías mineras, energía y química.
El miércoles, el monarca belga y su esposa volaron a Antofagasta, a 1,300 kilómetros al norte de Santiago, para visitar el Extremely Large Telescope (ELT), que se convertirá en 2028 en el telescopio óptico más grande del mundo y el primero capaz de detectar indicios de vida fuera del Sistema Solar, y que está siendo construido por el Observatorio Europeo Austral (ESO), en pleno desierto de Atacama.
Los reyes también visitaron una planta de producción de litio de la compañía SQM, uno de los mayores productores de litio del mundo.
SQM ha invertido en plantas de producción en Bélgica, concretamente en instalaciones de mezcla de fertilizantes, convirtiendo al país, en particular el puerto de Amberes, en uno de sus centros de distribución clave. EFE
