Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, dijo que el acuerdo es un «esfuerzo de buena fe» y será presentado al presidente de EEUU, Barack Obama, durante una reunión en la tarde de este jueves.
«Espero que el presidente vea esto como una oportunidad y un esfuerzo de buena fe de nuestra parte para acercarnos a mitad del camino a lo que nos exige para que comiencen estas negociaciones», manifestó Boehner, quien volvió a culpar a los demócratas de la debacle fiscal.
Obama prevé recibir en la tarde de este jueves en la Casa Blanca a una veintena de negociadores republicanos de la Cámara Baja, entre ellos Boehner, y también se reunirá por separado con los demócratas del Senado.
El mandatario también tiene previsto reunirse mañana, viernes, con la minoría republicana del Senado.
La propuesta republicana, negociada a puerta cerrada, podría ser sometida a votación en el Comité de Reglas pero debe ser votada en el pleno de la Cámara Baja.
El plan republicano extenderá, temporalmente y sin condiciones, el techo de la deuda nacional que se alcanzará el próximo 17 de octubre, y fue presentado como un gesto de buena voluntad para continuar las negociaciones encaminadas a resolver la parálisis del Gobierno, que hoy cumplió diez días.
No responde, sin embargo, a la exigencia del presidente de que se restablezca inmediatamente la financiación de la Administración central, que permanece al ralentí desde el 1 de octubre por falta de fondos.
Anticipando el anuncio, un funcionario de la Casa Blanca reiteró que Obama ha dejado en claro que no pagaría un «rescate» o aceptaría condiciones a cambio de que el Congreso cumpla con su labor y apruebe un aumento del techo de la deuda.
En ese sentido, el plan presentado este jueves es una especie de concesión a la Casa Blanca, que volvió a exigir hoy que la Cámara Baja también apruebe la medida presupuestaria del Senado para reabrir el Gobierno federal.
Una vez resuelta esta crisis política, «el presidente estará dispuesto a negociar un acuerdo presupuestario más amplio para crear empleos, hacer crecer la economía y poner en regla las finanzas» del país, dijo el funcionario.
«Aunque estamos dispuestos a evaluar cualquier propuesta que presente el Congreso para poner fin a estas crisis fabricadas, no permitiremos que una facción de los republicanos en la Cámara de Representantes ate la economía a sus exigencias políticas extremas y superfluas», agregó.