Londres – La ministra británica de Economía, Rachel Reeves, desveló este lunes su plan de acción para reducir la burocracia administrativa a las empresas con el objetivo de impulsar el crecimiento económico en el Reino Unido.
Como parte del ‘Plan para el Cambio’ del Gobierno laborista de Keir Starmer, la estrategia de Reeves pretende recortar en una cuarta parte del coste administrativo de la regulación empresarial para convertir al Reino Unido en el «mejor lugar para hacer negocios», expone el Ministerio de Economía en un comunicado.
«Hoy tomamos nuevas medidas para liberar a las empresas de los grilletes de la regulación. Al reducir la burocracia y crear un sistema más eficaz, impulsaremos la inversión, crearemos empleo y pondremos más dinero en los bolsillos de los trabajadores», dijo Reeves en la nota.
En conjunto con los organismos reguladores, el Ejecutivo británico presentó un total de 60 iniciativas que eliminarán la burocracia que no funciona en las comunidades locales y «va más allá de los requisitos legales, cuesta dinero innecesario y ralentiza las decisiones de planificación de los proyectos de infraestructuras».
El plan de acción de Reeves contempla también la simplificación el proceso de regulaciones medioambientales para los proyectos de gran envergadura, como el cruce vial del Bajo Támesis, todavía sujeto a aprobación, así como los planes futuros como la expansión del aeropuerto de Heathrow.
«El nuevo sistema requerirá solo un punto de contacto y finalizará el carrusel de promotores que solicitan la aprobación urbanística de múltiples autoridades que a menudo discrepan entre sí», indica la nota.
Entre las propuestas laboristas para impulsar el crecimiento de la economía británica, se incluyen asimismo la aceleración de la comercialización de nuevos medicamentos, la creación de un servicio de ‘conserjería’ para empresas extranjeras en el Reino Unido, o la ayuda al crecimiento de ‘start-ups’, entre otras.
Desde el Gobierno británico aseveran que este plan de acción ahorrará a las empresas británicas miles de millones de libras «al reducir el número de reguladores, simplificando sus tareas legales y acabando con la complejidad del sistema».
«La regulación innecesaria ahoga la competitividad y sofoca a las empresas. Por eso estamos tomando acción para liberar a la industria del Reino Unido para que apueste por el crecimiento», apuntó el ministro británico de Industria y Comercio, Jonathan Reynolds.
Este anuncio sucede después de que el primer ministro británico, Keir Starmer, anunciase la pasada semana que suprimiría NHS England, la agencia sanitaria que gestiona el servicio nacional de salud en Inglaterra, como parte de su plan para lograr un Estado más «ágil y eficiente». EFE
(vc)