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Redes sociales desbancan a gremios tradicionales en el activismo social

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Tegucigalpa/Washington. Su carta de presentación fue su irrupción en la Primavera Árabe, el movimiento popular que barrió a los gobiernos de Túnez, Libia y Egipto, cuyos gobernantes se habían eternizado en el poder y habían sofocado todas las rebeliones previas al mundo digital, cuando los jóvenes utilizaron las redes sociales para convocar a las masivas manifestaciones que reclamaban el fin de los gobiernos de fuerza.
 

– Twiter y Facebook juegan papel clave en las convocatorias a manifestaciones, sin posibilidad de control de los gobiernos.

– Tras irrumpir en la Primavera Árabe, ahora se concentran en Sudamérica.

Su última apuesta es Brasil, y otros países latinoamericanos, donde los residentes de los sectores populares y de barriadas inconformes con el gobierno de Dilma Rousseff por las inversiones millonarias en estadios de fútbol y otras infraestructura para recibir el Mundial que se jugará en menos de dos meses, así como la pasada Copa de Confederaciones.

Son las redes sociales, Twitter, Facebook, Instagram, YouTube, Whatsapp, la china Weibo y otras menores, utilizadas ampliamente, especialmente por los jóvenes del mundo para intercambiar información, fotos, videos y otros, pero que son aprovechadas ahora para eludir los severos controles gubernamentales sobre los tradicionales medios de comunicación.

Los regímenes de fuerza que gobernaron por años Egipto (Hosni Mubarak), Libia (Mohamed Gadafi) y Túnez (Ben Ali), todos forjados en el mundo predigital, no pudieron adelantar que en el mundo del siglo XXI ya no bastaba con dirigir la televisión, la radio y la prensa escrita para mantener el control mediático, así como las tradicionales organizaciones gremiales y a la oposición política.

Con el advenimiento de la red mundial del internet y del mundo de los teléfonos celulares del tipo Smartphone, ahora el control de la comunicación no depende únicamente de los medios tradicionales, sino que el gobierno debe competir en esos espacios, donde no son muy duchos, y donde los jóvenes tienen habilidades especiales para resistir cualquier control.

De ahí que tras varios meses de manifestaciones y de guerras civiles (en el caso de Libia, aunque concluyó con una intervención semi-encubierta de la OTAN), los gobiernos de fuerza árabes terminaron cediendo ante la presión de la calle, la cual fue hábilmente movilizado por medio de Facebook y después por Twitter.

Mientras la actual situación en Siria también mostró el potencial de Facebook, Twitter y de YouTube para hacer los llamados a combatir el gobierno de la familia Asad que controla la nación desde hace más de 40 años.

Aunque las redes sociales no han suplantado todavía a los organismos gremiales (sindicatos, ligas estudiantiles y partidos políticos opositores), si han sabido eliminar la fase de encuentros y reunionismos que caracteriza a esta organizaciones y han permitido a la juventud entrar a una etapa de activismo digital, donde los temas de denuncia, convocatorias y fijación de temas se realiza a través de la red, especialmente Twitter.

La oposición siria ha sido hábil en utilizar los videos en la red de YouTube para denunciar los excesos del régimen de los Asad, aunque también ha sido la misma red quien ha dado golpes severos de imagen hacia los rebeldes cuando se mostraron imágenes de sus excesos cuando capturaron a soldados gubernamentales.

Mientras los gobiernos de fuerza han perdido el paso en la lucha en las redes sociales, acuden ahora para controlarlas a la censura, como lo hacen con los medios de comunicación tradicionales.

Latinoamérica apuesta fuerte

La región latinoamericana, corazón del activismo gremial por excelencia y de los partidos opositores, también ha visto como su esquema tradicional ha sido sustituido por los activistas digitales.

Primero fue el movimiento estudiantil mexicano Yo soy 133 el 2012 que lucharon contra el ahora presidente Enrique Peña Nieto durante la campaña presidencial y la compañía televisora hegemónica, luego que el entonces candidato tratara de minimizar a los jóvenes durante sus protestas.

Previamente en España había hecho irrupción el movimiento Indignados, en su mayoría joven, que protestaban contra la clase política tras la debacle económica española el 2011 que provocó cientos de miles de desempleados y de hogares que perdieron sus hogares tras el colapso de la economía del ladrillo.

Pero ha sido en el último año que las redes sociales han explosionado en Latinoamérica, especialmente Brasil y Venezuela.

Hace menos de un año en Sao Paulo y Río de Janeiro hubo una explosión de protestas sociales masivas, la principal llegó a convocar a un millón de personas, y para lo cual el grupo coordinador utilizó Twitter y Facebook para convocar a los protestantes y organizar las manifestaciones.

Las manifestaciones desconcertaron al gobierno de Rousseff, aunque fiel a su estilo de respeto a la libertad, la mandataria brasileña señaló que escuchaba la voz de la calle.

Después de las manifestaciones durante la Copa de Confederaciones se dio otro fenómeno social, aunque no de reivindicación política, sino más bien una expresión de resentimiento, conocido como los “Rolezinho” (literalmente “paseíto”), donde jóvenes de sectores excluidos se convoca por las redes sociales en los centros comerciales de lujo.

Mientras Venezuela ha sido por excelencia el laboratorio de lucha en las redes sociales, ya que a diferencia de los regímenes de fuerza barridos por la Primavera Árabe, el gobierno de Caracas es un hábil actor en Twitter, desde la época del desaparecido Hugo Chávez.

Pero la oposición y en especial los jóvenes universitarios que son los líderes en la lucha de la calle, han aprovechado las redes sociales para mantener durante más de dos meses las protestas.

Twitter ha sido la red por excelencia para lanzar las convocatorias a las protestas, así como para informar de los movimientos de las fuerzas policiales y otras de seguridad, así como para informar de los hechos y publicar las fotos y los videos.

El mes pasado Turquía suspendió Twitter luego de denuncias lanzadas en la red por opositores al gobierno del primer ministro Recep Erdgan en cuanto a actos de corrupción de su entorno familiar.
EE UU busca cambio en Cuba con ZunZuneo

El poder de las redes sociales para impulsar cambios políticos quedo evidenciado cuando el propio Estados Unidos aprovechó el fervor juvenil al aprobar y financiar una red social para Cuba conocida como ZunZuneo y que fue organizada por la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID).

La revelación del llamado “Twitter cubano” ha evidenciado que Washinton pretendía promover cambios en el gobierno de la isla por medio de la red social, aprovechando la apertura a la telefonía celular impulsada por el presidente cubano Raúl Castro.

Mensajes políticos se filtraron por la red, la cual fue alentada incluso por líderes cubanos en el exilio.

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