Tegucigalpa – Un grupo de privados de libertad se amotinó este sábado en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto, localizada en la aldea de Támara, para exigir que se reanuden las visitas de sus familiares.
Los privados de libertad tienen un mes de no recibir visitas de sus familiares ya que el Instituto Nacional Penitenciario suspendió las mismas hasta que estos cumplan una serie de requisitos para que se le sea entregado un carné.
Igualmente, en las afueras del centro penal familiares de los reclusos protestan por la cantidad de requisitos que deben de cumplir para adquirir el carnet de visitas.
La situación tiene desesperados tanto a familiares como a los privados de libertad por lo que los reclusos piden a las autoridades agilizar los trámites.
¿Está de acuerdo con las medidas impuestas a los familiares de los reclusos para que obtengan su carnet de visitas?
— Proceso Digital (@ProcesoDigital) 4 de noviembre de 2017
Miembros de la Policía Nacional, de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) y el escuadrón antimotines se encuentran en las afueras de la Penitenciaria Nacional para tomar el control de la situación.
El jueves, las autoridades penitenciaras informaron de un amotinamiento en el centro penal de El Progreso, Yoro, norte de Honduras.
El enfrentamiento entre los privados de libertad y guardias penitenciarios fue por la cantidad de requisitos que piden a los familiares para que los visiten.
También se reportó que la protesta de los reclusos fue por la comida que les están dando en el centro penal.
El sábado 28 de octubre decenas de reos se amotinaron y se subieron a los techos de la cárcel de El Porvenir en Francisco Morazán, zona central de Honduras.
