El director gerente del FMI dijo que aunque muchos países de Latinoamérica han mejorado su política fiscal, en los últimos años se han observado en muchos de ellos aumentos «muy significativos» de los gastos corrientes.
En este sentido, advirtió de que los ingresos fiscales podrían disminuir si los precios de las materias primas bajan o si el crecimiento económico se viera afectado por la crisis internacional, en alusión a la generada en Estados Unidos por las hipotecas de alto riesgo o «subprime».
Aunque reiteró que la economía latinoamericana es actualmente menos vulnerable a las «turbulencias» internacionales, insistió en que los gobiernos de la zona «no pueden cruzarse de brazos» porque los riesgos «han aumentado».
En este contexto advirtió de que si se produjese una recesión en Estados Unidos, «golpearía» a América Latina a través de las exportaciones, e, indirectamente, tendría un impacto sobre otras economías avanzadas y emergentes que también compran a los países iberoamericanos.
No obstante, matizó que el FMI no espera que se produzca esta situación «en estos momentos».
Además, indicó que si la crisis crediticia «salta» a algún mercado emergente, no necesariamente en Latinoamérica, podría producir una revalorización del riesgo y un encarecimiento de la financiación para los países en desarrollo, aunque señaló que el FMI no espera esta «eventualidad».
Respecto a la política monetaria de los países latinoamericanos, señaló que en los últimos años ha sido «correcta» gracias a que se ha dado más independencia a los bancos centrales, lo que ha permitido controlar la inflación y, por ello, el crecimiento del área.
Rato les recomendó que sigan «centrando la mira» en los riesgos de la inflación y en los que se derivan del actual aumento de precio de los alimentos.
Pero, además, debido a la «incertidumbre» de los mercados de crédito mundiales, auguró que las autoridades tendrán que contar con la información «adecuada» sobre el perfil de riesgo en las principales instituciones financieras internas.
También dijo que le «preocupa» que la inversión «se esté quedando retrasada» en la región, y que el gasto de capital ha disminuido «como proporción» del gasto público total en los países latinoamericanos, mientras que en la mayoría de los casos no se han concretado los aumentos previstos de inversión del sector privado.
Así, recordó que es importante crear un entorno «competitivo» que dé estabilidad a los inversores y a los mercados y que también es «preciso» aumentar la inversión pública y su planificación para orientarla a los «intereses productivos».
El director gerente del FMI dedicó parte de su intervención a la «especial responsabilidad» que tienen los gobiernos latinoamericanos de reducir la pobreza y la desigualdad social mediante políticas fiscales que hagan, por ejemplo, que ciertos tributos recaigan sobre las rentas más altas o mediante la reducción de exenciones que favorecen a las personas con más capacidad de gasto.
Apostó por promover las instituciones de microfinanciación, flexibilizar los mercados de trabajo de la región y por mejorar las prestaciones de servicios en las zonas rurales.
En la inauguración del Foro, que acoge la Asamblea de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio (AICO) junto con la Conferencia de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial (CIAC), también intervino el presidente de AICO, Raúl Alejandro Padilla, quien reclamó una mayor integración económica de Latinoamérica.
Padilla hizo un llamamiento a los países de la región para que actúen «como un verdadero bloque comercial» en los mercados mundiales, y aprovechen para ello la relación con España y Portugal.
El presidente de la CIAC, Rafael Bernal, destacó que el arbitraje se ha desarrollado «vigorosamente» en la región, y que el aumento de los intercambios ha propiciado que se establezcan reglas «claras, conocidas y estables».
El candidato propuesto por la Unión Europea, el ex ministro francés de Economía y Finanzas Dominique Strauss-Kahn, será el nuevo director gerente del FMI, en sustitución de Rato. El ex ministro español anunció el pasado 28 de junio que dejaba el cargo por «razones personales».
El nuevo director gerente del FMI asumirá el puesto a partir del próximo 1 de noviembre y su mandato tendrá una duración de cinco años.