Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – La inversión extranjera directa (IED), se mantiene en agenda como uno de los temas económicos de suma importancia ya que desempeña un papel significativo en la economía, porque proporciona capital, tecnología y empleo, y así contribuye al crecimiento económico, la generación de divisas y la diversificación de la base productiva del país.
– La IED, en Honduras está muy ralentizada sin alcanzar niveles de inversión de hace más de una década.
– La preocupación de los sectores económicos por el deterioro de la inversión es latente, si no hay inversión no hay trabajo.
– El Gobierno da malas señales o equivocadas a los inversionistas y los vecinos de la región están ganando la partida.
Sin embargo, los especialistas en la materia económica coinciden en que en los últimos años persiste una seria preocupación por la ralentización en ese importante renglón, ya que lejos de aumentar ha ido a la baja y más que todo se mantiene en reinversión.
Al tercer trimestre de 2023, según datos del Banco Central de Honduras (BCH), las empresas de IED en Honduras generaron un flujo de inversión acumulado por 761.1 millones de dólares. Esos mismos datos reflejan que en el 2021 la IDE fue de 472.4 millones de dólares mientras en el 2022 fue de 647.9, lo que indica que hubo una leve mejoría en el 2023 pero aun así ni siquiera se llega a los niveles esperados o al menos alcanzar los máximos que se vieron en años anteriores.
Según datos que recoge el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), la industria manufacturera es la actividad económica que concentró la mayor participación en el flujo de IED al tercer trimestre de 2023, conformado por una mayor reinversión de utilidades y entradas de otro capital.
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Ralentización de IED en Honduras
En entrevista con Proceso Digital el economista Julio Raudales ha expresado su preocupación ante la continua ralentización de la inversión extranjera directa en Honduras, proveniente de países socios tradicionales como Estados Unidos, México, Canadá, la Unión Europea y algunos países sudamericanos.
Raudales señala que medidas recientes, como la salida del país del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones(CIADI), junto con los problemas asociados a la política monetaria, especialmente en el control de divisas, podrían generar incertidumbre en las inversiones existentes y futuras en Honduras.
Al consultar al doctor Raudales sobre la magnitud de esta desaceleración de la inversión extranjera, contestó “bastante porque a mediados de la década pasada en promedio digamos entre el 2006 y el 2015 el promedio de inversión extranjera directa del país andaba más o menos en unos 1,200 millones de dólares anuales y desde el 2015 para acá estamos más o menos en unos 600 a 700 millones de dólares”, lo que indica una disminución significativa.
Honduras a la zaga para atraer inversión extranjera
El economista destaca que esta situación es aún más preocupante debido a la coyuntura actual en China y a las políticas económicas adoptadas por Estados Unidos. Menciona que muchas empresas estadounidenses y canadienses que estaban invirtiendo en China están optando por trasladar sus operaciones a países cercanos en el continente americano, como México, Costa Rica, Perú y Ecuador. Sin embargo, Honduras no ha logrado atraer una parte significativa de esta inversión extranjera, a pesar de ser un competidor directo de estos países.
En ese sentido, resaltó la necesidad de abordar las razones por las cuales Honduras no está atrayendo inversiones en la misma medida que sus vecinos.
Raudales subrayó la importancia de distinguir entre factores coyunturales y estructurales que afectan la inversión extranjera en el país. Entre los factores estructurales, mencionó problemas en la política cambiaria, el costo de los insumos de producción, la infraestructura deficiente y la gobernanza y seguridad jurídica del país. Además, destacó la baja calidad del capital humano, debido a deficiencias en educación y salud, como un desafío fundamental que enfrenta Honduras en su búsqueda por mejorar su competitividad económica.
Por su parte, el oficial de la gerencia de política económica del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Alejandro Kafati, destacó que, a pesar de cerrar el año pasado con una inversión extranjera directa de 760 millones de dólares, Honduras sigue siendo uno de los países que menos inversiones captó en Centroamérica. Lamentablemente, el 95% de esa inversión corresponde a reinversión de utilidades, lo que no se traduce en la creación de nuevos empleos ni en un crecimiento significativo en la producción. Por ello sigue a diario la migración y las remesas se imponen a la inversión extranjera, al grado que por cada dólar de inversión extranjera se reciben 10 en concepto de remesas de los compatriotas en EEUU.
El oficial de Cohep señaló varios obstáculos que afectan la inversión extranjera en el país. Entre ellos, mencionó la tasa de interés baja en comparación con otros países de la región, así como los problemas de disponibilidad de dólares y la inestabilidad política, que generan incertidumbre y afectan la confianza de los inversionistas extranjeros.
Kafati instó a las autoridades a tomar medidas concretas para mejorar la situación. Propuso incentivar sectores económicos rezagados como el agro y el turismo, así como desarrollar una política pública de atracción de inversiones que identifique nichos de mercado y genere incentivos para nuevos inversores. También subrayó la importancia de abordar problemas estructurales como el alto costo de la energía eléctrica y la inestabilidad política.
Este lunes, el secretario privado de la Presidencia, Héctor Manuel Zelaya, citó que según los datos preliminares del Banco Central de Honduras, en 2023 la Inversión Extranjera Directa (IED) generó un flujo de inversión positivo por $1,076 millones, 17.0 % más que en 2022.
“Esto desmiente a las aves de mal agüero que intentan crear una mala imagen del país. Los números de CEPAL confirman a Honduras como la sexta economía más fuerte en crecimiento de Latinoamérica”, señaló el también hijo de la presidenta Xiomara Castro.
Complejo clima de inversiones
Los expertos coinciden en que hay un complejo clima de inversiones y no es un problema exclusivo de Honduras, pero lo que más afecta es que el país sigue sin dar buenas señales, por ello sus competidores le están ganando la partida.
Para el expresidente del Cohep, Mateo Yibrin, esas señales influyen grandemente en el clima de inversión “si usted está tomando una decisión en China, en Europa o Tegucigalpa y ve los mensajes del gobierno incluyendo reforma tributaria mal construida, salir del CIADI, cláusula de expropiación en Ley de Energía y respeto a la propiedad privada, ataques diarios a los empresarios simplemente tacha Honduras del mapa como opción para su proyecto”.
El empresario fue más tajante y expresó que por ello Guatemala, El Salvador y dominicana nos están quitando el capital y las inversiones que representan empleos formales para los hondureños.
Para el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), es importante destacar la influencia global, la geografía del comercio exterior que ha mostrado cambios significativos en el origen de sus importaciones y la Inversión Extranjera Directa.
En ese sentido, el FOSDEH considera que el reto de atraer y retener Inversión Extranjera Directa que contribuya al desarrollo sostenible e inclusivo de la región “sigue más vigente que nunca y los países tienen que realizar esfuerzos de política relevantes si quieren contar con IED que apoye su proceso de desarrollo y materialice el potencial que tiene dicha inversión para la construcción de capacidades, la creación de empleo de calidad, la transferencia tecnológica y la diversificación y sofisticación de la matriz productiva”.
Una de las principales justificaciones para destinar recursos públicos a la atracción de inversiones es el potencial de la IED para promover encadenamientos productivos y la transferencia de conocimientos y tecnología, y apoyar así el crecimiento económico, adiciona el Fosdeh.
El organismo añade que complementariamente, es importante destacar el diseño de planes basados en la colaboración pública y privada con el fin de aprovechar el fenómeno de relocalización de empresas chinas (nearshoring); ya que se prevé que es un fenómeno que estará vigente por varios años.
Varios especialistas coinciden con el fenómeno de China y mencionan que la negociación de un tratado de libre comercio con China, se puede ver como una posible oportunidad para Honduras.
Para el caso Julio Raudales, destacó que, a diferencia de tratados preferenciales en décadas pasadas, es improbable que China otorgue un trato especial a Honduras. A pesar de esto, se esperan beneficios potenciales y se instó a esperar los resultados de estas negociaciones.
Buen destino desaprovechado
Los especialistas insisten en que Honduras es un gran destino incluso así lo indican revistas internacionales, porque tiene grandes ventajas geográficas y con dos costas, y sectores casi vírgenes por explorar como el sector turismo en el que cualquier inversionista quisiera invertir, pero a pesar de las oportunidades que ofrece, Honduras enfrenta diversos desafíos que afectan la atracción de inversión extranjera.
Como ya se explicó en párrafos anteriores estos incluyen la inestabilidad política, la corrupción, la falta de seguridad jurídica, la infraestructura limitada, la burocracia excesiva y la debilidad del estado de derecho a lo que se suma una imagen sumamente deteriorada.
En ese sentido se recomienda iniciar por una agresiva campaña de mejoramiento de imagen del país a nivel internacional, entre otros pasos importantes necesarios para atraer capitales.
Sin embargo, a pesar de los desafíos, Honduras sigue siendo un destino atractivo para la inversión extranjera debido a su ubicación estratégica, recursos naturales y mano de obra relativamente barata y un buen porcentaje de población bilingüe. Pero, para aprovechar plenamente su potencial, el país necesita abordar de manera efectiva los problemas de gobernanza, seguridad, seguridad jurídica y desarrollo humano y debe ser con acciones concertadas por parte del gobierno, el sector privado y la sociedad en su conjunto. LB