“Nosotros traemos los puntos específicos en los que vamos a trabajar y serán el tema de las compras, la organización del recurso humano, mejorar la atención en los centros hospitalarios” afirmó Pineda.
El presidente hondureño, Porfirio Lobo, integró el viernes, una nueva comisión para atender asuntos de Estado. Esta vez los comisionados se encargarán de administrar el sistema sanitario público por 30 días, prorrogables.
La decisión fue dada a conocer mediante un comunicado oficial difundido casi en sincronía con un viaje del presidente hacia los Estados Unidos.
Antes de ser suspendida, la ministra de Salud, Roxana Araujo, permaneció en una especie de maroma.
Mientras ella denunciaba corrupción en las compras de medicamentos y en acciones administrativas del sistema, acuerpada por la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, y otras instancias de sociedad civil, su cabeza parecía pender de un hilo.
Sus denuncias de compras amañadas y de actos que comprometieron la salud de pacientes que acudieron al sistema público parecieron no estremecer la conciencia de muchos. El tema mediático pasó a ser la estabilidad o caída de la funcionaria.
Las denuncias fueron claras y contundentes. Expertos expresaron detalles que revelaban compras inapropiadas y productos vencidos, de baja calidad y otros contraproducentes.
Los detalles fueron presentados al presidente Lobo en una reunión que se efectuó hace escasos días y a la cual la ministra acudió en compañía de la rectora Castellanos.
Apenas el jueves el presidente Porfirio Lobo dijo que la Fiscalía ya conoce la corrupción que ronda el sistema sanitario.
Horas después, los rumores volvieron a inundar el ambiente y la cabeza de la ministra Araujo volvió a mostrarse endeble.
Estoica, la funcionaria volvió a desmentir su renuncia, aunque no la crónica de su alejamiento del mando.
Pero la ministra también resultó investigada por el manejo de recursos en el Programa Nacional contra el Dengue, un puesto que desempeñó al inicio de la administración Lobo y del que renunció antes de ser llamada por el gobernante para sustituir a su antecesor en la cartera de Salud, Arturo Bendaña.
El mediodía de este viernes, en un escueto comunicado, el ministerio de Comunicaciones, Miguel Bonilla, anunciaba la asunción de una comisión que será la responsable de administrar la salud pública del país.
Por la víspera, los nuevos responsables saben de antemano cuál será su tarea.
El comisionado Pineda dijo que ellos continuarán con las acciones de investigación en el Almacén Central de Medicamentos y en la institución.
“La comisión tiene 30 días para trabajar, lo que se tiene que hacer es bastante y los hondureños tienen derecho a recibir los tratamientos con dignidad”, indicó.
Agregó que la comisión no tiene la intención de perseguir a nadie.
La interventora intentará implementar un mecanismo que permita transparencia y buen manejo en las compras, dijo.
La comisión depende directamente del presidente Porfirio Lobo, a quien le darán a conocer el informe que ellos elaborarán en estos 30 días que estarán al frente del sistema sanitario hondureño.
“Nosotros traemos los puntos específicos en los que vamos a trabajar y serán el tema de las compras, la organización del recurso humano, mejorar la atención en los centros hospitalarios”, explicó.
Reiteró que el informé que la interventora presentará al presidente Lobo le servirá para tomar decisiones a futuro.
