Tegucigalpa – Las próximas 24 horas serán determinantes para que el expresidente hondureño Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), logre superar la crisis de salud que le ha generado la COVID-19.
La información que deviene de una fuente familiar indica que el exgobernante se mantiene hospitalizado y, de acuerdo con reportes médicos, su estado de salud depende de la evolución que podría mostrar en las próximas horas ya que, además, sufrió una afectación asmática.
Lobo Sosa fue trasladado a Tegucigalpa este miércoles desde su hacienda “La Empalizada” en Olancho a un sanatorio privado en Tegucigalpa.
El expresidente de 73 años se había vacunado contra el coronavirus. (PD)