Tegucigalpa – Por medio de un Sistema de Monitoreo de la Biodiversidad (Simoni) y el cofinanciamiento de proyectos de inversión de apoyo, el Proyecto de Ordenamiento Territorial Comunal y Protección del Medio Ambiente en Río Plátano (Protep), busca conservar las especies en peligro de extinción en Honduras.
Protep trabaja integralmente por medio de trabajos ejecutados por el Instituto de Conservación y Forestal (ICF) y apoyado por la Cooperación Financiera Alemana a través del Banco de Desarrollo KfW.
Además, realiza un barrido catastral como base para la regularización de la tierra, en las zonas de amortiguamiento y cultural de la Biosfera del Río Plátano impulsando acciones que promueven el fortalecimiento municipal y de organizaciones locales, por medio de un sistema de monitoreo y con el cofinanciamiento de proyectos de inversión de apoyo.
Esta nueva iniciativa se dirige a la conservación de animales en peligro de extinción el fortalecimiento técnico de las organizaciones comunitaria de Ibans y Plaplaya para la protección, conservación y manejo de la iguana verde y tortugas marinas en la Biosfera del Río Plátano, informó el coordinador nacional del Protep, Carlos Pineda.
Lo anterior, obedece a que el crecimiento demográfico de los asentamientos y la constante deforestación de los manglares y bosques en la Biosfera del Río Plátano, han ocasionado un aumento de la vulnerabilidad de los ecosistemas y, principalmente, la reducción de la fauna.
Particularmente la Iguana Verde y varios tipos de tortugas marítimas son especies en alto riesgo y en peligro de extinción.
Estos animales resultan amenazados por los seres humanos los que amenazan la existencia de los mismos.
Según Napoleón Morazán, biólogo del Protep, la Iguana Verde además de ser presa de la fauna depredadora dentro de la cadena alimenticia, se considera de especial importancia en la dieta alimenticia de la etnia Miskita.
En consecuencia, las comunidades realizan la cacería de carne y huevos de la iguana verde, ocasionando una fuerte reducción de la población de esta especie en varias zonas de la Biosfera del Río Plátano.
Sumado a lo anterior, dijo que la alta comercialización de la iguana en época reproductiva aun cuando ha sido notable la disminución de población de iguanas en su medio natural.
Al igual que la iguana verde, las tortugas marinas se ven afectadas por factores humanos como la cacería, el consumo de carne y la fabricación de artesanías con el caparazón, indicó el experto.
También mencionó la pesca incidental, donde las tortugas mueren ahogadas en las redes de arrastre, líneas de anzuelos y trasmallos principalmente y la contaminación por aguas residuales de las comunidades costeras que crecen sin control.
Lo anterior obedece a que desde el inicio del ciclo, los huevos de tortuga son recolectados por personas de las comunidades cercanas a las playas de anidación, ya sea para consumo propio o para comercializar. “En su conjunto, todas estas actividades provocan una disminución considerable de la población de las especies que arriban a las costas de Honduras”, expresó.
En ese sentido, con el co-financiamiento del proyecto Protep esperan fortalecer la capacidad de gestión y administración de las organizaciones comunitarias de conservación de iguana y tortugas marinas, mejorar las instalaciones del zoocriadero de usos múltiples que cumplen con las normas establecidas por el ICF e implementar la conservación de tortugas marinas mediante el monitoreo de anidación y protección de nidadas, dijo Pineda.