McField-Bent, alias «Buda», de 53 años, compareció esposado y vestido de uniforme beige en un tribunal de Miami donde, en una breve audiencia, se declaró inocente del cargo por narcotráfico.
Sobre el nicaragüense pesa también por separado el cargo de intento de suministrar armas a los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), caso que se verá en otra vista judicial.
Tras leerle el juez el cargo en su contra, «conspiración para importar drogas a Estados Unidos», el nicaragüense, por medio de su abogado, se declaró «no culpable».
Las autoridades estadounidenses han presentado contra el extraditado cuatro cargos de conspiración e intento de distribuir cocaína y en otra acusación por separado afronta igual número de cargos por conspiración e intento de suministrar material de apoyo a una organización terrorista.
Según la acusación, el nicaragüense y otras personas presuntamente intentaron proveer lanzadores de granadas, granadas, rifles automáticos y otro tipo de armas a quienes pensaban que eran miembros de las disueltas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y resultaron ser agentes encubiertos.
Las AUC se desintegraron entre 2003 y 2006 en un proceso de paz con el Gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe (2002-2010) con el desarme de más de 31.000 paramilitares.
De ser declarado culpable de esas acusaciones, McField-Bent afrontaría una sentencia máxima de 15 años de prisión.
Si es convicto por narcotráfico, la condena máxima sería cadena perpetua por cada uno de los cargos de narcotráfico y una sentencia obligatoria mínima de diez años por cada acusación, según la Fiscalía Federal.
McField-Bent fue detenido en Barranquilla (Colombia) en octubre de 2010.
