Tegucigalpa – El presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, pidió este martes a la ciudadanía, paciencia y calma en torno al tema del proyecto de Ley de Control de Armas de Fuego, Municiones y Explosivos, por ser de mucha sensibilidad por lo que se busca el consenso con todos los sectores para su discusión final.
– Se estima que más de un millón de armas circulan en Honduras, entre legales e ilegales.
En declaraciones a la radioemisora HRN, el titular del Legislativo argumentó que la sensibilidad se palpa incluso en los medios de comunicación donde algunos se han pronunciado que no hay que desarmar a los honrados sino a los delincuentes y no disminuir el número de portación de armas.
Sin embargo, dijo tener su propio criterio y respeta la opinión de la comisión de dictamen y demás diputados, pero al final, el problema está en quién porta un arma y hacia ahí debe dirigirse el enfoque de la comisión.
Agregó que una persona desequilibrada o parte del crimen organizado le basta un arma para hacer desastres y no necesariamente con el número de armas se le va a controlar. “Sí creo que debe reducirse la tenencia y definir de forma clara la portabilidad”, apuntó.
Para Oliva, no debe haber armas de alto poder en manos de civiles, pero reconoce que hay personas con riesgo mayor que otros y eso se debe determinar en la legislación para que se permita a un personaje que ya haya sido objeto de tentativa de secuestro por sus condiciones, ya sean políticas o económicas, debe tener alguna consideración y eso se debe discutir en ese entorno.
Consultado sobre el por qué aún no se ha debatido el proyecto de ley, indicó que el dictamen no tiene su grado de madurez para entrar a debate en el pleno, pero está pendiente sobre el proceso, aunque reiteró que debe haber paciencia y calma para lograr un buen producto.
“Es un tema de gran sensibilidad entre la población, sobre todo en el interior del país, pero no por ello se va a eludir la discusión en el Congreso, se sigue escuchando a todos los sectores y esta semana me reuniré con la comisión de dictamen y medir el grado de maduración que tiene la investigación que se ha hecho y cuál es el consenso construido”, recalcó.
Arguyó que “yo creo que una persona no puede tener más de tres armas, pero esa es la generalidad, la ley también debe contemplar algún grado de excepcionalidad, en el caso de las personas que se dedican al deporte de la caza, los coleccionistas o aquellos que por la naturaleza de su trabajo tengan más riesgo que otros. Agregó que en el tema de las personas que se dedican a brindar seguridad, éstos deberían contar con un permiso especial de portar algún tipo de arma que le permita disuadir en caso de una agresión.
“Es un tema no fácil de digerir, ni una opinión fácil de construir, porque por otro lado sale la antítesis que sólo a los ricos se va a proteger y los pobres como lo harán, entonces es algo que hay que saber manejar y sobre todo comunicar para que la gente tenga la percepción y certeza que lo que se está haciendo es por el bien de toda la ciudadanía y no de un sector en especial”, acotó.
